Figuras zoomorfas
Las figuras zoomorfas como la de la foto 30 son más raras que las antropomorfas dentro de la estatuaria yoruba y sobre todo en Ife. En esta parece claro que su idea es representar un hipopótamo al que al margen de hacerlo con mimetismo, le adornan con elaborados aditamentos sobre la cabeza, rematados con la corona real queriendo sin duda honrarle. Se descubrió en un lugar conocido como Lafogido sobre un recipiente globular.
Recordemos que si en la actualidad y tras el búfalo es el animal que más muertos humanos causa, posiblemente en aquellos tiempos y dado que había que atravesar ríos infestados de estos paquidermos, fueran según parece los que más muertes causaran, por lo que mejor tenerlos contentos honrándoles.
30 | 31 |
La tradición cuenta que Lafogido fue un rey de Ife perteneciente a uno de los cuatro linajes gobernantes. En la excavación, que llevó a cabo el profesor Ekpo Eyo, encontró una serie de vasijas cuyas tapas tenían o eran formas de animales, dispuestas alrededor de un pavimento cerámico que se piensa recubre una tumba.
Eyo y Willett 1980, p. 13, nos comentan además que:
“Eyo tuvo que detener la excavación, porque el Ooni se preocupó dado que al no ser él del linaje de Lafogido, la excavación podría ofender a las otras familias”.
Diferentes figuras zoomorfas
En la foto 32 vemos un elefante, símbolo de la fuerza y poder del rey. En la 33 una paciente oveja. |
Mientras en la 34 lo es un carnero encarnación del tesón. Y de la 35 carezco de documentación e información por lo que no sé ni siquiera si es de piedra o terracota y aunque me parece un sirulo o pez gato, no sé porqué, pienso que tal vez pudieran haber intentado idealizar una pitón a fin de cuentas animal sagrado.
Foto 34 | Foto 35 |
En la foto 36, vemos una vasija ritual que en su decoración muestra una cabeza, tal vez un leopardo o al menos un felino, de cuyas narinas salen serpientes; un par de bastones ceremoniales del tipo edan; una mujer desnuda; un bastón ceremonial peculiar; la cornamenta de un búfalo; un tambor; un soporte a modo de santuario con lo que parecen ser cráneos humanos en la base y una cabeza decapitada con dos serpientes. Eyo y Willett 1980, p. 110, nos dicen:
“El significado es desconocido, pero esta forma de organizar una composición en segmentos también se ve en una olla ritual excavada por Peter Garlake en la tierra de Obalara, que representa cabezas en uso en un altar”.
la excavación de Lafogido
Drewal 1989, p. 62 a 64, señala que:
“Es un estilo compositivo que los artistas yoruba todavía usan. Quizás esta olla también estuvo, como la de la zona de Obalara, tal vez incrustada en el centro de un pavimento cerámico*5, sobre la que se vierten las ofrendas durante los ritos, un lugar que los yoruba llaman la ojuba, ‘la cara de adoración’ ”.
Sea como fuere estas figuras de animales de las fotos 30 31 32 33 34 35 así como la vasija de la foto nº 36 se encontraron en la excavación de Lafogido y están depositadas en los Museos Nacionales, Lagos. Nigeria.
* Nota 5: La tradición oral, recogida en este caso por el ex director de Museos Nigerianos Ekpo Eyo, cuenta un peculiar relato:
“Paseaba Oluwo la mujer del Ooni de Ifè por calles de la ciudad tras haber llovido, cuando sus vestidos se salpicaron de barro. Oluwo, molesta, ordenó que se pavimentaran todas las calles y patios de santuarios.
Ifè
Y continua diciendo:
“La arqueología confirma que: los pavimentos… están muy extendidos en África. Los solados cerámicos son los tipos más comunes en África Occidental… Los informes más consistentes sobre pavimentos excavados en África Occidental hasta ahora provienen de Ifè, específicamente los sitios de: Oduduwa College, Lafogido, Ita Yemoo, Obalara y Woye Asiri. Los pavimentos embellecían los patios que a menudo tenían altares adosados contra las paredes en los extremos”.
Peter Garlake agrega que:
“Muchos pavimentos tenían patrones regulares y geométricos, a menudo enfatizados por la incorporación de guijarros de cuarzo blanco en su superficie. Estos pavimentos se han encontrado en sitios prehistóricos desde Chad en el noreste hasta Togo en el oeste”.
El pueblo yoruba cree que cada persona tiene una cabeza visible y reconocible por otro ser humano, y otra que ningún humano puede ver ni de la que saber. Esta oculta cabeza es ori inu el espíritu y personalidad o carácter de la persona. Solo puede mostrarse o expresar físicamente al albur de la imaginación, de ahí la libertad de material y concepto abstracto con que a estas se ha dotado.
Cabezas cilíndricas
Estas cilíndricas representaciones son la manifestación física de un poder de la mente que posee la auténtica esencia de un ser humano. Esa habilidad asombrosa permite que la mente pueda contener la realidad espiritual de uno mismo.
37 Ori Inu. Cabezas cilíndricas, pueblo yoruba de Ita Yemoo en Ilè Ifé, siglos XIII a XIV. Terracota. Altura: 15 14 15 13 19 16 16 cm. Museo de Antigüedades de Ifé. |
Estas esculturas de terracota, diseñadas libremente, no son ni tienen un cuerpo, solo pretende ser la representación de una cabeza. Vemos la simpleza de trazos para simular ojos y boca en una naif interpretación facial.
La libertad de expresión tampoco ha necesitado de una depurada técnica en la elaboración de la masa que cocida se nota rugosa. Y el peculiar remate de estas cabezas, excepto los del tocado de ‘punta de bala’ me recuerdan, o eso quiero ver, los moños hirsutos que aún pueden verse en algunas tallas yoruba de madera.
Denominación y significado
- Ewa es para los yoruba el término para la ‘belleza’.
- Iwa es el carácter, la esencia, lo que diferencia como ser humano.
- Iwa L´ewa o el ‘personaje es bello’, se refiere a la comunión de esa belleza interna con la facultad de desarrollar habilidades. Donde se concitan lo útil, lo funcional, lo apropiado. Habilidades que son espirituales y físicas, entre las que están:
- Ori, la cabeza, donde se albergan los órganos de los sentidos vitales. Pero también la personalidad, lo espiritual.
- Ori Ode, es la cabeza visible, la exterior, la representación de lo físico.
- Ori Inu es la interior, aquella que no se ve. Santuario de lo sagrado, del ser, del destino.
- Ojú rere, el ojo benevolente, con el que perdonamos.
- Ojú àánú, el ojo misericordioso, que muestra al necesitado con el que compartir.
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