el origen común Aja
Creo necesario recordar el origen común Aja, Ada o Adja, de casi todos los pueblos hablantes de Ga y Gbe. Lo que hace difícil si no imposible precisar la autoría de sus trabajos. Esta se adjudica, al tipo morfológico que muestran, peinado, forma de ojos u otros patrones, o a la zona de su recolección aunque siempre con prevenciones.
Dentro de sus realizaciones las Venavi o Venovi es el nombre con el que reconocen unas pequeñas muñecas fetiches de protección, con los mismos conceptos de fertilidad fecundidad que los pueblos adyacentes y estilísticamente claramente influenciadas en las Ibeji de los Yoruba, solo que en vez de por parejas, actúan en un plano individual. Las hacen todos los Aja, sean ahora Fon, Ewe, Adan o Ga.
Lo que llamamos ARTE pero deberíamos llamar CULTURA
Las Venavi
Al igual que el resto de las muñecas de los pueblos vecinos, las suyas son protectoras durante el periodo de gestación y el crecimiento de los infantes, así como útiles para instar a los espíritus a que proporcionen abundancia en las cosechas.
Estas figuras genéricamente son atribuidas a los Aja o los Adangbe, dando por hecho que estos son o pertenecen al mismo pueblo, los Ewe, para mí esto es un error. Lo fueron tal vez en orígen antes de su llegada a territorio Yoruba, después se dispersan y cada grupo se unió a aquellos con los que compartía ubicación creando, siglos más tarde, otros pueblos que comparten lengua común, la Gbe, normas, reglas, creencia y mucha concomitancia estética, e incluso cercanía física, pero ya son distinto pueblo.
Ver los estudios y datos sobre los Fon o Ga Adangbe.
Aklama
Aklama, este término no se refiere a un pueblo o subetnia, ni siquiera a un estilo. Hace referencia a tallas, de cualquier tipo, que hacen referencia, protegen, advierten o quieren controlar a los males del destino, espíritus o entes de cualquier tipo en cualquier lugar.
Son por tanto lo contrario a las Venavi, que se crean para proveer protección y conocimiento.
Aklama son las figuras con malformaciones o brazos y pies rotos, también son atribuidas a los Adangbe aunque dada la utilidad que se les atribuye, y el concepto, las utilizan todos, sean Fon, Ewe o resto de pueblos aledaños.
Curiosamente tras romperlas se las recomponía. Estaban consideradas como muy potentes y eran además garantes de que los niños nacieran sanos y fuertes y nunca sufrieran roturas de brazos o piernas, lo que era muy útil para las partidas de caza.
los rituales de solsticio y equinoccio
Durante los rituales de sus ceremonias se rogaba para la sanación de un sin número de enfermedades o solución de problemas, y en zonas costeras o de litoral, se encerraba la enfermedad o la cuita en cuestión, en una nasa a modo de cesto habitualmente colocado sobre la cabeza de la escultura como un sombrero, de modo que dicha enfermedad quedara controlada o no pudiera salir, pero si ver a quien podría o no llegar a afectar.
Ambos tipos de estatuas, venavi y aklama, se sacaban de santuarios o lares familiares y se veneraban en altares públicos durante los rituales de solsticio y equinoccio, aunque las últimas, también ante catástrofes o epidemias.
Estos ritos, al igual que las obras, debido a los diferentes dialectos se conocían como:
- Homovi en el oriente de Benín.
- Venavi en la zona central de Togo y sureste de Benín.
- Ewewo en el centro de Ghana y suroeste de Togo.
kapok
Aunque raramente hacen otras figuras que no sean las reseñadas, se pueden ver otras figuras que reflejan ancestros, cada grupo las presenta con sus características particulares, aunque lo más singular suelen ser los vestidos o aditamentos con las que las visten y adornan. Casi todas las tallas se realizan en kapok una conífera de la zona.
muñecas Ewe
Las Venavi, muñecas Ewe, suelen tener 12 o 15 cms. y casi siempre inferiores a 20 centímetros, con cabeza grande trapezoidal o redonda, de hasta un tercio de la altura y nunca menos de un cuarto.
Tronco y extremidades son esquemáticos pero bien proporcionados entre sí, mostrando todos los atributos antropomorfos, bien de varón o de mujer; brazos sueltos despegados, pero longitudinales al tronco y proporcionados al resto del cuerpo con piernas separadas en un ángulo de entre 10 a 15 grados y sobre una base, similar en anchura a la cabeza.
La cabeza suele presentar el pelo bien peinado y remarcado, ángulos ciliares pronunciados y cejas marcadas. Oquedad ocular convexa donde resaltan ojos almendrados recortados, con parpados insinuando introspección.
Morfología
Nariz muy delimitada ligeramente sobresaliente y boca protuberante donde suelen observarse ambos labios.
En algunos casos pueden presentaren en el cuello golletes que simbolizan los torques con que se adornan en verdad y son símbolo de estatus.
Esta definición es genérica pues dependiendo de la zona, la influencia de otros pueblos ha dejado improntas diversas.
Curiosamente, casi todas llevan ‘zapatos’, mayoritariamente negros.
Esto serviría para las aklama, aunque estas aparecen con piernas y brazos rotos aunque reparados, o presentarse la figura sin uno de los miembros o malformación. Aunque en las colecciones y museos aparecen desnudos y con madera clara, realmente estarían cubiertas de hollín, negro de humo, mezclado con libaciones escupidas y polvo blanco de esteatita; normalmente vestidas o someramente cubiertas, no ocultas, con diversas cuerdas o finas tiras de rafia y en la costa casi siempre con pequeñas nasas sobre la cabeza.
En el este, bajo influencia Fon, suelen estar cargadas de materia sacrificial que suele ser de resina de conífera mezclada con alguna materia orgánica y o restos de carbón, hollín, o arena pulverizada; las más modernas, años treinta y… en adelante, presentan esta misma substancia pero con goma arábiga como aglutinante.
Estas piezas pueden estar acompañadas de parafernalia diversa, elementos complementarios que le otorgan la fuerza de requerimiento que ellos crean que ayuda a la consecución del objetivo.
Cuando creen que la figura ha contribuido a la consecución del propósito por el que fueron hechas reciben el nombre de Zawadi, “regalo del cielo”.
Figura aklama de los Adja o Aja
Las figuras ancestrales suelen ser similares a las Venavi pero de mayor tamaño, aunque raramente sobrepasan los 60 cms.
Todas sus figuras se vestían pues su pudor les impedía mostrar sus atributos y disponían de vestidos para cada ocasión, aunque sí se colocaban definitivamente aderezos de cuentas de colores.
Para ellos eran, son, representación o deseo de seres vivos y por tanto con las mismas necesidades.
Además de lo reseñado, las Venavi de los Ewe, suelen mostrar remarcado el pecho sean mujeres u hombres; tener ojos almendrados donde a veces se muestra la pupila; el tronco y las extremidades son esquemáticos y no marcan las articulaciones. La cara se proyecta más allá del cuerpo, en ella la boca se muestra insinuada. Pueden verse golletes en el cuello, a modo de los torques que suelen colocarse realmente.
Venavi de los Adan
Las de los Adan presentan generalmente cabeza trapezoidal con boca pergeñada, muestran en las rodillas, casi siempre solo en ellas, las típicas rodelas del tipo akan.
Etiquetadas como Adangbe, pero estilísticamente muy cercanas a los Fon e incluso Asante.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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