Kabezya Mpungu
La historia de la creación del pueblo Luba, pasa por un dios creador que habita en sí mismo. Es todo, hasta la nada. Y su mundo es invisible y carece de sonido, por tanto sordo y mudo. Al crear el mundo y a su principal ejecución, el ser humano, percibe que la materia necesita de lo inmaterial para interrelacionarse, así les dota de una parte de su divinidad, el alma. Un personal espíritu que necesita y anhela a su creador como parte de él que es. En su proceso creador, hace aflorar el sol, la luna y la oscuridad para que los tres interactúen, y además el agua y tras esta la lluvia para que el agua se reparta entre todos, y se va.
Su ausencia desconcierta al humano porque su alma no para de buscar a quien la creo, su padre y parte de él, por tanto necesitada de compulsar sus sentidos. Percibiendolo Kabezya Mpungu pero no queriendo que los humanos lo molesten más, decide ocultarse en sí mismo, el lugar impenetrable. Pero antes, tal vez apiadado, envía a Mutshima, el corazón. Parte del sentimiento del mismo creador.
Mutshima
Mutshima se resguardó en un pequeño recipiente del tamaño de un puño. Pero la soledad le pudo y triste imploró al Sol, la Luna, la Oscuridad, y la Lluvia, diciendo:
-“Oh Kabezya Mpungu, nuestro Padre, ¿dónde estás?”
–“El nos dejó, sin saber cómo, por qué, ni qué hacer”
–“Oh, cuánto anhelo verlo”.
Pero tras no sentir respuesta alguna, tomó una decisión diciéndose:
“Ya sé cómo hablar con él. Como solo no puedo encontrarlo, entraré en el hombre. Así podre deambular junto a él de generación en generación”.
Y así es por lo que además de pensar, el ser humano, desde entonces, siente, pues todos los humanos han sido dotados con Mutshima, el corazón.
Comunión
Ya hemos tocado este tema, que intento que en cada texto, se toque directamente cómo lo interpreta y lleva a cabo cada pueblo. Pero siempre vuelvo a la idea primigenia.
Para un católico, comulgar es deglutir el cuerpo y sangre de Cristo. Eso dice la Iglesia Católica.
Lo que pasa es que lo disimula con un trozo de algo que llamamos pan, ácimo al estilo judío, y vino dulce, al estilo de cómo se cree eran el pan y el vino que partió Jesús diciendo a sus discípulos:
“Tomad y comed porque este es mi cuerpo“.“Tomad y bebed porque esta es mi sangre”.
Correcto? No olvidemos que en catequesisis, te decían que no masticaras la hostia porque sangraba.
Bien, esto era algo que se producía desde los tiempos más remotos, milenios antes de nuestra era, por varias causas: los hijos con el cuerpo y cadáver de los padres porque no podía perderse ningún recurso, los de los demás también. Lo que se disimuló unos cuantos siglos más tarde, poniendo como disculpa que era una forma de respeto y de que al consumir esa parte del cuerpo de alguien se adquirían sus virtudes, lo que se creyó sin ninguna otra pregunta, el caso era tener algo que llevarse a la boca. Pues algo similar como lo que se hacía en ciertas culturas al principio de nuestra era. Que me desmienta Jesús.
la antropofagia
Por lo que la antropofagia, o comer carne humana, no era algo ni inusual ni mal visto si lo hacia otro animal y se cambiaba el adjetivo si lo hacia un humano llamándole caníbal, lo que tampoco era ni inusual ni mal visto… hasta qué.
Hasta que pareció poco ético ya en el siglo VIII antes de nuestra era y entre algunos ‘primitivos’ griegos, que no entre el resto de pueblos desde el norte de Europa hasta el sur de África pasando por el resto de continentes aún sin descubrir en esas épocas. Y los Luba? Pues también, claro.
Lo hemos visto, sin incidir demasiado, al hablar de sus hermosas copas musenge, y en los textos del Reino Kongo, Pende o Tshokwe con los Jagga como principales activistas en el tema, que es recurrente, como lo es en el resto de continentes aunque al ser algo tan ‘inhumano’, no se le de pábulo. El tema está en que se sabe que hoy en día sigue siendo una práctica que se mantiene, en casi en todos los casos, para producir terror entre grupos de gentes a los que se quiere expulsar de su territorio o simplemente someter.
Fang
Es notorio como algunos fang, pagados por blancos, en los bosques madereros de Camerún y Gabón raptan y comen gente Baka para asustarlos y que se vayan, para que sin oposición, las maquinas entren en el bosque y talen la masa arbórea. Ver la fantástica película documental ‘’Eyengui. El dios del sueño‘’ del 2003, publicada por LucasanArt en internet.
Nice Entertainment Group, produce Dansbandskampen para la Sveriges Television, un programa presentado por Peter Settman, donde remite a las últimas noticias referentes a los Luba en su particular lucha por mantener su independencia, recursos y territorio. Y comienza con antiguos hechos:
“Al baluba se le ha asociado durante mucho tiempo con actos de canibalismo. En la prensa popular irlandesa circulaban historias espeluznantes de que los cuerpos de las víctimas habían sido mutilados y que sus corazones habían sido retirados para ser comidos por los baluba. Como resultado, baluba se convirtió en sinónimo de ‘bárbaro’. Los Baluba, del sudeste de África Central en la década de 1880 … no entienden que es un error vender a sus esposas e hijos; como si se tratara de bienes, se consideran con derecho a disponer de ellos a su gusto”.
Ludwig Wolf
Según Ludwig Wolf, cuya expedición conoció a los baluba después de noviembre de 1884, y en 1885 continuó diciendo:
“Ya que el Baluba había entrado en contacto con los Kioque y Bangala, mediante el comercio entre las tribus del país Lunda y desde Kuango, que les están proveyendo de armas de fuego y pólvora, por lo cual truecan niños, niñas e incluso a sus propias esposas”.
Peter Settman retoma el documento diciendo:
“Las tropas suecas fueron asignadas para mantener el orden en un enorme campamento con aproximadamente 40.000 refugiados, que creció apresuradamente en solo dos semanas durante agosto y septiembre de 1961. El campamento evolucionó principalmente debido a las severas persecuciones del pueblo baluba en el área de Kasai. Las condiciones en el campo eran pésimas: los refugiados desesperados podían matarse entre ellos por la distribución de alimentos, e incluso había canibalismo.
Un grupo de aproximadamente mil jóvenes de origen incierto, llamados baluba jeunesse, engendraron el miedo en el campamento, cometiendo asesinatos y disturbios. Los suecos llegaron a entrar en abierto conflicto con los baluba Jeunesse en númerosas ocasiones, la situación fue a peor hasta que se disparó directamente contra la airada multitud, matando a varias personas. No hubo investigación legal de porqué se han hecho los disparos”
Wolf discutió con un jefe baluba qué equivocado quería vender a sus propias esposas y el jefe, bien seguro de sí mismo, dijo que: “…solo vendía a las esposas problemáticas y fuera del país, nunca a las buenas”.
Los Baluba, dijo Wolf, distinguieron entre:
“Esclavos domésticos y esclavos para exportación… porque estos últimos suelen ser individuos problemáticos de los que quieren deshacerse”.
The Telegraph
El ‘mundo global’ ahora nos traslada cualquier suceso de inmediato, suceda donde suceda y en directo. Lo que pasa es que como todo está pensado por obtener beneficios ecónomicos, pues se incide en la noticia que va a procurarlos en cada lugar preciso. Por lo que nos perdemos todo lo que no sea que se nos venda para seguir cautivos, aunque cada 15 minutos tengamos otros 15 de tormentosos anuncios. Pero veamos alguna noticia más de esas perdidas:
The Telegraph, envió como corresponsal a Adrian Blomfield para que se entrevistara con los ‘Baby Police’, los ‘Niños Soldados del Congo’ y a Simon Townsley como fotógrafo.
El artículo lo encabezó así:
“Se encontraron en la batalla desnudos y arrojaron huevos a hombres adultos que devolvieron el fuego con rifles automáticos”.
“La poción era algo poderoso: los rebeldes adultos se la habían dado a los muchachos, que se la untaron en sus cuerpos todos los días durante una semana, les habían prometido que los haría invencibles”.
Aún así, la primera vez que entró en la batalla, Jean-Paul quería estar seguro. Quitándose la ropa, luchó desnudo contra el enemigo. La magia parecía funcionar. No solo ha vivido para cumplir 13 años, sino que había salido más o menos ileso de los repetidos enfrentamientos con el ejército congoleño durante un período de casi dos años. “Sabía que mientras permaneciera desnudo, podría estar seguro de que los encantos funcionarían”, dijo al Telegraph la semana pasada.
Su amigo Phillipe, un año mayor y más sabio, también se aferraba a la magia. ¿Y por qué no? A diferencia de Jean-Paul, que entró en batalla con un simple rifle de caza, le dieron armas mucho más poderosas: tres huevos en una calabaza. “Cuando tiré los huevos se convirtieron en bombas y el fuego mató al enemigo”, dijo. “Maté a muchas personas de esa manera”.
Vivo hoy, no había, y sigue habiendo, ninguna razón para que él lo cuestione todo.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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