Máscara Walu
Walu, el antílope se dice que fue una creación directa de Ammá, al que este encargó velar por la ruta del Sol, que la efectuaba de este a oeste, pero al ser refulgente, confundió a Yurugu el mítico zorro que era dorado y que creyó que era una hembra a su semejanza, Yasigi, a la que quería para sí. Dios, para proteger el Sol de Yurugu, el zorro, encargó a Walu que se lo impidiera.
Para vengar sus fallidos intentos de poseer el Sol, el zorro cavó hoyos en el suelo entre los que el antílope tropezó y cayó, hiriéndose gravemente. El primero en atenderle fue Dyongo, uno de los ocho antepasados de la humanidad, descendiente del Nommo creado por Amma, y el primer herrero, que le prestó todo su interés pero que dado que estaba en la tierra le envió al herrero humano, entonces Walu acudió a este que le prestó toda su ayuda, aunque finalmente el antílope murió al lado de la herrería. La danza de los enmascarados Walu refleja esta historia.
Estas importantes máscaras se encuentran a menudo reflejadas en las puertas dogón de estilo tradicional. Cada bailarín enmascarado, danza con un palo en cada mano, simulando cuatro patas e imitando en su danza al animal. Es por esto que Walu está asociado con el herrero y su esposa, ya que garantiza la continuidad de los herreros entre los clanes.
“El espíritu de Walu permanece al lado de la Herrería, agradecido por su generosidad”. Dieterlen. pag, 36-37.
Próximamente… Según los dogón, el mono representa lo que es, visto desde la perspectiva de un humano y comparado con él. Es un ser de comportamiento salvaje, incivilizado, peligroso y antisocial. Lo contrario a lo que cualquier dogón aspira y lo que promulgan sus creencias y reglas de convivencia y que se espera de un sólido comportamiento en un recto personaje dogón
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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