Medios de transporte de productos con valor monetario
Al margen de construir o fabricar, había que transportar, y no es difícil imaginar senderos o trochas por donde llegar de un lugar a otro, que a veces y a diario había que abrir a machetazos, pero al igual que en nuestros pueblos, se aprovechó el camino dejado por el rastro de los animales que les llevaba a comederos, agua o sus guaridas; estas gentes como en cualquier otra parte, aprovecharon esta circunsatancia. Pero el ser humano tenemos un plus del que los animales carecen, estos se rigen por los instintos, nosotros por nuestra facultad única de pensar.
Y para atravesar un rió pero incluso como módulo de carga por un camino de estos, sendero o trocha se hacen con un ‘útil’ que les solucione el dilema. Hacer del tronco de un árbol ahuecado algo que flote y a la vez cargue. La canoa.
Estas canoas, solo para dos personas, no las hacen los ribereños, las hace la gente de tierra adentro para vender o comerciar; las llevaban sobre sus espaldas hasta que tuvieran que atravesar lagos como el Kisale o ríos como el Lualaba.
Alphonse Cabra
El capitán Alphonse Cabra en su ‘Panorama du Congo’ de 1916 nos aclara:
“Su madera es demasiado blanda. Pero también nos encontramos con tolas, árboles, de los cuales los nativos cortan sus piraguas en una sola pieza, y los bubus, árboles con enormes troncos, tres o incluso cuatro metros de diámetro, pero cuyas ramas principales brotan justo por encima del suelo. El verdadero rey del bosque es el moabi, pero desafortunadamente muy raro, uno también encuentra una especie de nuez cuyas frutas son comestibles”.
Zeebroek contrastó que:
“En Twadi Ilunga se hacían entre dos a seis al año percibiendo por cada una cien peces. A eso había que sumar los costos de transporte. Por la primera canoa, recogida en el monte, se pagaron 100 peces del tipo mbabala y nganza. Numbi Makungu contrató a dos cargadores que recibieron veinte peces cada uno. A veces se aceptaba que una parte del pago fuera en cuentas, de manera que Numbi Makungu se hizo con una segunda canoa por treinta collares malungo y veinte peces; Inabanza encargó otra por la que pagó diez collares malungo y cincuenta mbabala”.
el pescado como moneda
Estos convenios y sus transaciones, me dejan a mí personalmente, una cosa clara, tal vez la moneda mas corriente era el pescado. Parte de la necesidad de acaparar perlas, derivaba del compromiso tácito de que para acceder a una esposa, el paso previo era compensar a la familia de esta. La tradición marcaba que por un tesoro, había que entregar otro ‘tesoro’, un kikuntwa, y este segundo consistía en una serie de collares malungo u otras cuentas equivalentes, lo que se consideraba equivalente a una mujer, más una esclava y acopio suficiente de mandioca, cerveza, pescado o carne.
Para esto se podían utilizar hasta 38 tipos de cuentas ‘matrimoniales’ distintas, es decir las que hacían referencia a la novia y que circulaban entre las familias. Las más requeridas eran aquellas más antiguas que marcaba la tradición conocidas como buluba, que cuando quedaban insertadas formando un collar se convertían en mutolo wa buluba, que traducido significa ‘el cinturón exclusivo de los Luba’.
E. Van Avermaet
E. Van Avermaet 1954, p. 565 y 566, en su diccionario,recuerda estas cuentas en su artículo N-Sàmba diciendo:
“Son llamados Lukanga lwa Nsàmbà en Luabo y Kinda, y Mutolo wa buluba al norte; en Kinkondja, mutolo es el ‘cinturón tradicional de tela’ Estas son perlas azules, de color irregular entre azul celeste y azul real, cilíndricas, cortadas de un tubo de vidrio con un diámetro de 10 a 13 mm y de una longitud que varía entre 3 y 8 mm. También existen en blanco, aunque este va del casi transparente al azul muy claro ligeramente gris, son de similar dimension a las otras. Las llaman Katshumu tshumu. Se suponía que estos collares de perlas provenían y eran exclusivos del gran jefe Luba, Kasongo wa Niembo, 1890 a 1910, según mis informantes, y a cambio de un esclavo, pero solo una persona afirmó esto”.
- c: Mutolo wa buluba, collar de matrimonio ‘equivalente a una persona.
- d: Mpunduji, collar de matrimonio que sucedió al muloto wa buluba.
La verdad es que para apreciar una perla o cuenta de cristal, creo que sería necesario saber un poco cómo se funde, tinta y se da forma al cristal. Dicho lo cual la técnica avanza y se da por mejor aquello que aún pareciendo más bonito, requiere de menos trabajo.
las nuevas cuentas
Parece que la transparencia denota calidad y a finales del XIX y especialmente a principos del XX, aparecen las nuevas cuentas a las que dan el mismo valor que a las buluba y que pasan a llamarse mpunduji, plural bampundunji. Tienen una característica forma de ‘barril’ de 20 a 25 mm y un diámetro en la parte más ancha de unos 15 mm y van del negro al azul claro.
El nombre de mpundunji en realidad lo reciben varios tipos de cuentas a las que les une el tamaño y forma. Pero son las negras las más valoradas al considerarlas las más antiguas.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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