Pueblo Pové de Gabón
Me imagino que empezar colocando la foto de un mandril, para explicar las características de un pueblo, puede resultar sorprendente si no controvertido. Dos son mis pretensiones, llamar la atención a quienes iniciéis este serpenteante camino, lo que no sé si consigo, y hacer ver un animal emblemático en esta parte de África, cuya imagen es para ellos fundamental como veremos en este recorrido.
Retened su imagen. Mientras, ruego me disculpéis y permitáis explicarme.
Este es un grupo de personas que los últimos datos contabilizan en no más de seis mil ochocientos cincuenta, 6.850, individuos; el número no implica que no sean un pueblo. Por muchas similitudes que tengan y se les confunda o incluya, con vecinos más poderosos, numéricamente sobre todo. En nada eran y son distintos, por lo que sabemos, en sistemas de vida, socialización, creencias o economía, de ellos.
Si en algo podemos llegar a distinguirlos es por sus obras en madera. Sus tallas, morfológicamente iguales a las de esos vecinos, los Tsogos sobre todo, tienen dos sutiles diferencias. Una, es que las caras presentan un mentón ligeramente más pronunciado y puntiagudo; la otra es, que ese mentón y los arcos ciliares muestran un tono oscuro en contraposición al resto de la cara, que los Pové, normalmente aunque no siempre, gustan de mostrar enteramente blanca.
los pueblos del centro de Gabón
Lo veremos más adelante.
Muchos son los pueblos que utilizan las facciones de este poderoso macho alfa para demostrar determinadas virtudes, en Gabón y Congo se hace abstracción y cada cual la interpreta a su modo. Sutilmente los Pové, nada más.
Por lo demás podemos hablar aquí de los Pové, Tsogos, Mpongwes o todos los pueblos del centro de Gabón, y hablaríamos de comportamientos idénticos, donde todo gira, sobre todo ahora que el morbo lo ha puesto de moda, en el Bwiti, una sociedad de inciación que casi todos practican y la iboga, que consiste en la ingesta de un potente alucinógeno durante los rituales de la susodicha sociedad.
Gabón
Es reescribir cuando se pretende exponer lo que se conoce de cualquier pueblo porque siempre surgen nuevos recuerdos y datos que te obligan a empezar de nuevo para dar o intentar dar, coherencia al texto.
Eso me está pasando con este minúsculo pueblo de Gabón, del que tan poco se sabe y que parece ocultarse no entre el denso bosque, sino entre otros pueblos que aunque no mucho más grandes o numerosos, sí son más conocidos o están más predispuestos a manifestarse.
Tal vez por eso en el caso del Gabón, donde las concomitancias entre todos los grupos son casi idénticas, existan escasos trabajos que se dediquen exclusivamente a cada pueblo y los antropólogos, en su mayoría, hayan optado por hablar de todos, cohesionando e interpretando los lazos que les unen; aunque los expertos en arte, sin entrar en ‘por qué’ hacen sus esculturas, tan sólo ‘para qué’, sí les distingan. Mantengo mi idea de que difícilmente conoceremos a un pueblo y sus obras si no sabemos ‘por qué’. Veámoslo.
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