Agricultura de los Kongo
El pueblo Kongo era básicamente agricultor, extraían aceite de palma para exportar, aunque no dejaban de lado los plátanos, el taro o las batatas, ni el maní o los frijoles y practicaban la caza y pesca para consumo propio.
En zonas de la Kabinda, con extensos bosques, se extraían maderas nobles lo que suponía un importante recurso.
Los individuos de los territorios BaZombo, estaban considerados como hábiles y prestigiosos comerciantes, por su seriedad en el cumplimiento de los acuerdos.
Primitivamente se utilizaba el trueque, sin pensar en el valor o tiempo sino en la utilidad de lo que se cambiaba. Esto se debía a que las aldeas eran tan autónomas como autosuficientes, pero al crecer, ampliarse y poblarse, se fue dando paso a mercados, donde se fue introduciendo paulatinamente el uso de conchas de caurí como moneda, aunque no era solo esta sino que también se utilizaban y eran muy apreciadas las manillas y tobilleras de latón o las cuentas de cristal, que eran muy apreciadas;así como el polvo, muy valorado por su precisa utilidad, que da una madera roja al que llamaban túkula.
A esto habría que sumar el importante comercio de marfil, demandado inicialmente por los árabes del norte y que cuando llegan los portugueses se incrementa ante la importante demanda de estos sobre todo por los artículos manufacturados.
Economía
Establecen el tiempo en semanas de cuatro días: Konzo, N’kenge, N’sona y N’kandu que tienen que ver con las cuatro ciudades donde tradicionalmente y por rotación establecían los agricultores el mercado. El sistema se expandió entre los kongo de manera que cada población importante incorporó cuatro mercados rotativos, a los que se daba el mismo nombre. Los mercados centrales rotaban cada ocho días celebrándose en N’Sona Kungu.
Dado que los barcos esclavistas volvían de vacio del continente americano, llevaron a prueba diversos cultivos para ver su implantación en el continente africano, por lo que se experimenta con café y cacao sobre todo, con excelentes resultados; también apuestan por la yuca o mandioca llegando a ser el producto más importante de su producción, junto al maíz; esto da pie a grandes mercados y agrupa mayores densidades de población.
Esta evolución mercantil, aunque importante, también intensifica el uso de esclavos, lo que lleva a las mujeres a tener que ocuparse de aquellos trabajos que antes eran exclusivos de los hombres.
S. XV en el Reino Kongo
Hemos visto como en 1483 los portugueses llegan al Reino Kongo y cómo, desde inicio, establecen cordiales relaciones con intercambio incluso de embajadores, y la estancia de estudiantes kongoleses, parece que incluso llegando alguno hasta la Universidad de Coímbra. Tales intercambios propician la conversión al catolicismo a finales del siglo XV.
Pero no mucho más tarde, entre 1510 y 1520, empiezan los conflictos con reclamaciones por carta de rey a rey, protestando por las capturas de ciudadanos kongo por esclavistas portugueses, de inicio como suministro de mano de obra para sus plantaciones de Santo Tomé, y que de poco sirvieron ante la fuerza de las armas portuguesas, sufriendo y soportando tal vasallaje desde el siglo XVI al XVIII aunque ya para las colonias transatlánticas.
El período de entre los siglos XVI al XVIII, donde los conflictos eran permanentes, los jefes de clanes occidentales, aunados con los bateke o tio se rebelan buscando y consiguiendo su parcela de autonomía. Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, tras el final del comercio esclavista, los entonces importantes puertos de Sonyo y Pinda cedieron su primacía a otros como el de Matadi, siendo hoy el único acceso marítimo con que cuenta el Kongo Kinshasa, actual R. D. del Congo.
Por su trascendencia, veremos un apartado específico sobre el importante ‘mercado’ de ‘La Esclavitud’ más adelante.
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