la Escuela de Iniciación a Poro
La vida en la Escuela de Iniciación a Poro. Como persona nueva, el iniciado recibe o elige él un nuevo nombre. En Gbunde, esto parece ser opcional, pero la mayoría mantiene la antigua costumbre, de no usar ni pronunciar siquiera, los nombres antiguos en el Bosque, pero el Sr. Dwalu escuchó que los chicos de Pandamai los usaban. También dijo que en su experiencia, y hasta donde había podido saber, no había favoritismo tuviera el rango que tuviera el padrino, si era este el que lo escogía, o le daba el suyo al niño.
La vestimenta usual de los novicios de Gbunde durante su estancia en el Bosque era “ropa ordinaria”, la que usaban normalmente o les apetecía usar. “Como todos éramos hombres, no prestábamos atención a lo que llevábamos puesto”. En otras partes parece que sí usan una ropa especial, como la especie de falda de hierba o delantal de flecos de rafia, que vimos antes; aunque como no hay testimonios directos es una mera especulación, aunque con mucho sentido”.
Ya se ha hecho mención de qué tipo de instrucción se da. Al principio con todos los niños juntos, se les inculcan los preceptos y costumbres de cada etnia, que como hombres tendrán que observar al salir; después se les divide en función de la aptitud y posición en la sociedad que pretenden ocupar.
No menos importantes que las profesiones u oficios son otros dos asuntos descritos por Westermann, 1921, pp.247-48:
“En Gbunde, a los muchachos se les enseña obediencia y se les instruye en el trato y comportamiento sexual con las mujeres. Lo que conlleva debate incluso entre los graduados. La instrucción sexual no se da a los niños que son demasiado pequeños cuando ingresan, sino que se les dará “cuando tengan sentido para entenderlo”.
Alimentación en la escuela de Poro
El abastecimiento de alimentos es uno de los mayores problemas de la escuela, si no el mayor. El aceite de palma se obtiene de las nueces de los árboles cercanos o cultivados en la huerta. Los novicios procuran caza y pesca. Se proveen de otras tres fuentes: los huertos que lo mismos chicos cultivan, dirigidos por los líderes de la escuela; los alimentos que padres y o pariente les acercan y lo recogido por los mendicantes.
Para esto último, el Gran Diablo, o alguien en quien él ha delegado, recorre los pueblos de noche. Pueden solicitar comida o hacer una incursión en los cultivos. Aun así, parece haber siempre un estado crónico de famelidad entre los chicos, a veces al borde de la inanición. Pues como se ha dicho, están en período de cultivo que no de cosecha, que se produce poco antes de que el ciclo escolar termine en que ya bien comidos y más lustrosos, salen.
Se supone que el único momento en que un niño ‘debe’ dejar el Bosque es cuando lo hace como miembro de uno de los grupos que busca alimentos o cuando es imperiosa su ayuda en el trabajo agrícola familiar, para lo que ha obtenido permiso. En cualquier caso debe asegurar que no verá a una mujer.
Mientras esté supeditado al ciclo de iniciación y oficialmente no lo haya terminado y ‘salga’, nunca debe ver una. Si lo hace, le costará la vida. Si tiene relaciones sexuales con mujer durante este tiempo, los dos sufrirán pena de muerte. Los chicos, sin embargo, se escabullen y asumen el riesgo de ser descubiertos, cuando el hambre o el deseo sexual suelen ser los motivos, sobre todo este último y especialmente entre los más maduros.
país Gbunde
Un guía de Gbunde nos habló de un compañero que había estado con él en la escuela en Obanvami país Gbunde. Tenía tanta hambre que fue a la granja de sus padres, no muy lejos de la arboleda de Poro, para conseguir algo de comer. Allí su madre lo vio y quedó impactada por su demacrado y famélico aspecto. Ella lo abrazó y trató de que la acompañara al pueblo. Él se negó.
Sin advertirlo ella se lamentó y algunos hombres la escucharon. Cuando se enteraron de lo que el chico había hecho, lo llevaron hasta un profundo lugar del bosque, donde le obligaron a tomar algo que lo mató al momento. Más tarde, cuando terminó el ciclo y todos los demás muchachos volvieron a sus casas, la madre preguntó a los líderes dónde habían dejado a su hijo, a quien había visto con vida.
Como se supone que una mujer no debe ver y ni tan siquiera intentarlo, a un niño mientras está en Bosque, los líderes le dijeron que debía haberse equivocado; que sería su imaginación o algún espíritu, porque el diablo se había tragado al niño y no lo había ‘renacido’.
Si un niño huye corriendo a su casa, sobre todo si sus escaras aún no han cicatrizado, es vuelto a capturar y asesinado de inmediato en el monte, estrangulándolo al presionar con un grueso palo su garganta. Cuando los otros niños sean llevados de regreso a la ciudad, su madre encontrará una olla bocabajo cerca de su puerta, con una cruz blanca en su parte inferior invertida y un agujero donde se cruzan las líneas. Este es el método habitual de anunciar la muerte de cualquier chico en el Bosque.
Muertes en la escuela a Poro
En algunas regiones la olla simplemente estará rota. De ese modo se anuncia por vez primera que el hijo ha muerto, excepto en Ge y Gio, donde un mensajero especial enmascarado lleva la noticia de las muertes a la ciudad a medida que ocurren. No se permiten el llanto ni el luto.
Si un niño huye lejos, a un país extraño y está ausente cuando salen los otros niños, también se le dice a su madre que el diablo se lo ha comido. Si regresa a su propio país, nunca más se le volverá a ver por el pueblo, sino que vivirá y morirá en el monte. Ocasionalmente puede entrar en él de noche, en secreto, y solo para entrar en la casa del Zo, pero nunca en ninguna otra casa.
El Gran Diablo, con todos sus Zo y otros asistentes, conduce a los niños al pueblo donde son recibidos por los miembros del culto que esperaban. Las mujeres y los niños se esconden, como deben hacer cuando el Gran Diablo ‘camina’. Dentro de cada casa, la ansiosa madre se pregunta si al salir, encontrará frente a su puerta una olla agujereada.
Dicen que los niños cuando salen, al ser “recién nacidos” deben observar todo lo que ven, como si les fuera desconocido y estuvieran viéndolo por vez primera. Y celebran su alumbramiento con danzas y otros espectáculos, preparados para celebrarlo y agasajar a la familia y audiencia que allí se ha reunido, mostrando todos gran júbilo. Siguen el banquete y el jolgorio.
Ceremoniales
Los niños aparecen literalmente cubiertos de regalos y ropa nueva con la que se pavonean por el pueblo. Los diverso grupos de chicos presentan un porte que muestra un alto grado de seguridad en sí mismos. Al cuarto día de su salida, serían lavados ceremonialmente por última vez. Es palpable y evidente, por sus desagradables olores corporales y sus miembros y rostros tiznados de caolín tintado a trazos de jugos y vino, que este ‘fregado’ era muy necesario..
Niños Kpelle | Apareciendo en público los primeros niños Kpelle al salir del Poro. fgs 92 a – b, de Schwab |
La Salida de Escuela de Iniciación a Poro. La ceremonia de ‘salida’ es muy importante. Perdérsela será por estar muerto. Tiene lugar por la noche, tras los ejercicios de graduación. Precede un lavado ceremonial; algo similar a un bautismo. El estruendo de varios disparos atruena a media noche en el hasta entonces acallado poblado, donde una brillante luna llena de un despejado Febrero, muestra todo de lo que es capaz para alumbrar a los muchachos Kpelle de Zienshu en su salida.
Cuando los muchachos de Pandamai, país Gbunde, salieron de la última escuela que se llevó a cabo allí, se lavaron ceremonialmente y luego se pusieron la ropa nueva que se les había enviado. Todos formaron en fila y partieron hacia el pueblo, liderados por un Zo, que no era el Gran Diablo. El jefe de Pandamai, vestido con sus mejores galas y sentado sobre un caballo enjaezado al estilo mandingo, los esperaba.
Después de que el Zo pronunció un discurso, ‘entregó’ los niños al jefe, que aceptó agradecido. Luego, ‘devolvió’ a su vez los niños a los jefes de sus respectivos pueblos. Todos hicieron regalos al Zo. Hubo festejos, bailes y jolgorio general durante tres días, después de lo cual los muchachos se fueron cada uno a su casa.
Influencia del Poro
Influencia del Poro. La autoridad suprema que alguna vez ejerció el Poro, se está socavando a medida que aumenta el contacto con la costa y la civilización se filtra lentamente hacia el interior*. Cualesquiera que hayan sido las influencias y efectos desfavorables del Poro, ha jugado un papel muy importante en la vida social y la economía de las tribus.
Cuando los rápidos cambios que se están produciendo en el interior permiten por fin que las generaciones venideras eludan su autoridad, el efecto debe ser muy grave, a menos que pueda introducirse algún otro factor para reemplazar la alta influencia disciplinaria que alguna vez ejerció.
* Nota: Seguimos en inicios del s. XX.
En los viejos tiempos*, el Poro era todo: religión, derecho y política, todo, en uno. Ningún evento importante en la vida tribal ocurrió jamás sin su sanción. Incluso la guerra se detenía si interfería con el Poro. Ahora que el gobierno se ha hecho cargo de la ley y el orden, el Poro probablemente se desarrollará como una verdadera sociedad secreta con énfasis en la religión, la magia y las artes.
Desafortunadamente, es en estas mismas fases cuando el Poro se vuelve más débil y, a veces, incluso se degrada. Por lo tanto, la tendencia de las misiones cristianas es oponerse al Poro tal como existe hoy en la mayoría de los lugares. El problema está en que hay que llegar a comprender lo antiguo, antes siquiera de sugerir reajustes. “Pues cómo puedes reajustar si no sabes qué es” hay que comprender lo viejo o antiguo antes de intentar sugerir un reajuste.
Liberia
* Nota: Parece ser que son este tipo de comentarios los que ahora se critican, pero entiendo que en ese momento y dada su labor y creencia, eran adecuados pues estaban destinados a la sociedad lectora, europeo americana, de aquellos tiempos. Además lo que Harley y Schwab dan por perdido, veremos que aún hoy sigue muy vigente en determinados poderosos círculos.
Hasta aquí hemos visto cómo articulan su vida en el Poro, las gentes de los pueblos del norte de Liberia, veamos ahora los del sureste.
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