Latón Burkina Fasso
El latón de Burkina Fasso o aleaciones similares, son otro elemento fundamental en las regalías.
En Na poosum, durante las celebraciones donde aparecen las figuras de los antepasados reales hechos en madera, estas a su vez sirven de ocasión propicia, para la procesión de los retratos hechos en latón fundido, de los emperadores Mossi que fallecieron en el pueblo de Lumbila, al noreste de Uagadugú.
Pocas descripciones hay sobre los retratos de latón fundido de los emperadores Mossi fallecidos que se almacenaron en Lumbila. El primer relato documental de la visualización de estos retratos fundidos, es del capitán GE Lambert, 1907: 159, que pormenoriza y describe la aparición de los retratos de latón en Burkina Fasso de los fallecidos Moro o Mogho Nanamsé y de la primera madre Nyoyonsede un Mogho Naba, durante las ceremonias secretas celebrados siete días después de la festividad de Tinsé, en memoria de ambos y donde afirma que los sacrificios se ofrecieron en el noreste de Oubri en el término de Uagadugú.
Lumbila
Las efigies, en representación del difunto Mogho Naba, bajo la responsabilidad del jefe de Lumbila, se llevaban a cabo y se colocaban en un vasto recinto cubierto de esteras tejidas. Cada imagen real estaba acompañada y servida por dos acólitos que llevaban en sus manos, uno, una calabaza para efectuar las libaciones de Zom kom, especie de sopa de harina de mijo en agua, el otro, otra calabaza con cerveza.
Nadie puede acercarse a la zona de esteras de paja si está tocado con sombrero, calzado con sandalias o portando útiles como un hacha o azada, y si esto ocurre, esos objetos son confiscados y arrojados al interior del recinto.
Lambert, 1907, precisa:
“Estas estatuillas son elaboradas por el Nyogsê, herrero encargado, de Uagadugú” .
Desafortunadamente, Lambert no describe los retratos en detalle.
Dim Delobsom, 1928: 410, afirma que:
“En la muerte del Mogho Naba había una estatua de cera hecha con su imagen y fue reemplazada más tarde por la misma en bronce, fundida del original por el método de la cera perdida”.
Los santuarios
El emperador en ejercicio nunca debía ver la estatua de su predecesor, y ni tan siquiera del artesano que la creó, pues su visión podía traerle la muerte.
Los santuarios en los que se colocan las figuras a exhibir, están dispuestos alrededor de las paredes de las grandes cabañas que sirven de Kimse roogo, o casas de espíritus ancestrales.
Asimismo, las cabañas en sí son construidas encima de las tumbas de los emperadores. La mejor descripción de estos retratos proviene de los sucesivos Nyogsê, los herreros capacitados, que los han realizado.
Y el sacerdote mayor NyogsêBila Touré, del clan Touré en Uagadugú, realizo los retratos de dos Mogho Nanamsé: uno en 1942 para Mogho Naba Kom y otro en 1957 para Mogho Naba Saga. En ambos casos, las figuras se presentaron al público oficialmente casi seis meses después de la entronización del nuevo Mogho Naba.
Por otra parte, Eel varón más joven del clan Touré es el encargado de ir a Lumbila con varios jóvenes ayudantes más, para llevar a cabo la presentación. Instalan los retratos en una casa especial en el barrio de Nomgaané en Lumbila, donde trabajan en secreto absoluto. Nadie, ni siquiera el jefe del pueblo, puede entrar en el recinto mientras están trabajando.
Universidad de Yale
A lo que desde Yale suman diciendo:
“Tales retratos no solo presentan la efigie del personaje, sino que se componen de un grupo de hasta veinte figuras en bronce, que representan a los criados y músicos del Mogho Naba, que se disponen en círculo alrededor de la figura ecuestre central del jefe, a veces fundida en plata.
La figura de Mogho Naba a caballo fluctúa entre 18 o 20 cm. de altura, siendo los otros más pequeños. Debido a que los objetos están montados sobre una base convexa, el jefe en el centro se encuentra ligeramente por encima de los otros. La base es circular, y está unido a un anillo de latón fundido de alrededor de 10 a 15 cm. de altura, con paredes verticales, que a su vez va adosado en un segundo anillo de menor diámetro.
Está provisto de una oquedad en la base más pequeña, en la que se inserta un fuste de madera para darle altura. El conjunto se sustenta insertando el fuste en un agujero ya preparado al efecto en el suelo de la Kimse roogo.
retrato en latón de la orbita Mossi
En la procesión de Tinsé el grupo de figuras se coloca sobre un alto poste, en un soporte por encima de la multitud, lo que hace el retrato visible para toda la concurrencia”.
El retrato en África, no se efectua tal como lo concebimos en Europa, una imitación perfecta o lo más aproximada posible al retratrado. En realidad los retratos de los jefes fallecidos son muy similares entre sí, como mucho se destaca algún atributo que los personaliza algo más.
No se intenta retratar el jefe como aparecía en vida, y sólo los asistentes en Lumbila son capaces de identificar el Mogho Naba específico de cada conjunto conmemorativo. Según Lambert y las tradiciones locales Mossi trasmitidas, hay un retrato de cada uno de los emperadores Mossi datados en Oubri desde 1495 hasta 1518.
Bila Touré
Si esto fuera cierto, no habría treinta y cuatro retratos de bronce en Lumbila. Afirma Bila Touré sin embargo, que muchos de los jefes están representados por objetos asociados con sus reinados, por ejemplo dice, que el emperador Warga, 1737-1744, vigésimo Mogho Naba, está representado por tres azadas tradicionales que a su vez, aun se llevan en la procesión Tinsé.
Bila Touré también afirma que el primer Mogho Naba retratado en bronce fue Mogho Naba Zumbri, 1744 a 1784, vigésimo primer Mogho Naba, lo que indica que no puede haber sólo trece retratos de este elenco.
Hay expertos que afirman que la tradición de los retratos de fundición de bronce comenzó sólo después de la segunda guerra mundial, cuestión que los primeros informes de Lambert de1907, refutan claramente.
Los ‘canes’, término de origen francés, son como bastones de mando, los jefes y otros altos dignatarios suelen llevar estos bastones de madera, que llevan incorporados figuras humanas o animales, como símbolos de su estatus. Estos bastones, presentan una superficie pulida por los años de uso en su empuñadura, mientras que el extremo inferior se observa el desgaste del roce por el apoyo contra el suelo.
Los adivinos o Bouga
Los adivinos, llamados Bouga, y sobre todo los muy afamados del pueblo Tengabisi, suelen utilizar caurís para consultar a los espíritus protectores, sobre los problemas de sus clientes. Estos espíritus son a menudo localizados en figuras de madera que están cubiertas con gruesas acumulaciones de material mágico para darles poder sobrenatural. Las tallas suelen ser usadas para destruir las fuerzas malévolas, especialmente contra las brujas o brujos, los ‘comedores de almas’.
Tradicionalmente, cada uno de los adivinos poseía una piedra o una figura de madera que simbolizaba su relación con los espíritus que le enseñaron la adivinación y le dieron poder mágico.
Estas notas son particularmente importantes porque dan una pista sobre la función de estas figuras, más como objetos de protección espiritual, tal vez utilizados por los adivinos, que de antepasados utilizadas políticamente.
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