Organización social
En el área de Accra, por el siglo XV, las actividades hortícolas de los Ga Adangbe y el grupo Ga en general, cambiaron sustancial y permanentemente al aumentar su incorporación al trasiego de intercambios que se producían en la región. Su desplazamiento a la costa también contribuyó a que practicaran con más asiduidad la pesca; los hombres al principio pescaban rudimentariamente en las playas, si acaso en canoas bordeando la orilla; no es hasta el siglo XVIII que empezaron a usar redes, una habilidad que les enseñaron sus vecinos Fante.
Los pueblos de Accra Central se convirtieron en pueblos de pescadores, y las mujeres empezaron su conquista del mercado llevando y vendiendo lo capturado al mercado.
La educación occidental impuesta por la colonización e influjo de las misiones, pero también por la necesidad de acceder a trabajos artesanales más cualificados, como carpinteros, albañiles, sastres o empleados administrativos, propició que los hombres tuvieran amplias oportunidades de empleo, a menudo viajando al interior o al exterior para ayudar a construir edificios coloniales, por ejemplo.
Uno de ellos, músico, Tetteh Quashie, se hizo famoso cuando regresó de trabajar en la isla de Fernando Po a fines del siglo XIX, porque trajo plantones de cacao, instalando una plantación.
Accra en la época colonial
Esperando el pescado… para presentarlo bien fresco en el mercado. | Mercado en Accra |
Esto inició la transición a la dependencia del cacao como cultivo de exportación que marcó la historia económica del siglo XX en la antigua Costa de Oro. Las fortunas de la economía colonial de Gold Coast quedaron ligadas a la producción de cacao que se llevó a cabo principalmente en las áreas Akan al noroeste de Accra.
Accra se benefició una vez más de su papel de intermediario en el comercio. A medida que pasó el tiempo, más mujeres Ga tuvieron acceso a la educación occidental, especialmente después de la independencia.
Aunque el desempleo es un gran problema para los jóvenes de Accra Central, pocos jóvenes educados están interesados en el comercio o la pesca. El antiguo sistema de aprendizaje para ambos géneros en su mayoría ha desaparecido. Accra también ha experimentado cierta industrialización, con muchos hombres, en particular, empleados en la fabricación a pequeña escala o en algunas fábricas grandes. Accra Central ha pasado a ser un refugio para los subempleados, mientras que los que han adquirido cierto nivel económico, se han trasladado a suburbios donde proliferan urbanizaciones mejor dotadas de seguridad y servicios.
Gran parte de la agricultura desapareció con la construcción de estos enclaves en el territorio de los Ga; la agricultura comercial nunca fue importante en el siglo XX debido a la escasez de lluvias y al suelo relativamente improductivo. La pesca comercial es ahora una industria importante con la participación de corporaciones multinacionales y el dominio de la pesca de arrastre mecanizada, que ha desplazado en gran parte a la pesca en barcazas. Los productos importados o fabricados han desplazado a las manufacturas domésticas, como la ropa y el jabón.
el comercio
Los Ga Adangbe estuvieron muy involucrados en el comercio de muchos productos básicos, incluidos los esclavos, durante un largo período de tiempo. Todavía a principios del siglo XX se vendían algunos esclavos en el Mercado de Salaga, en el centro de Accra o cerca de él.
Las mujeres comerciaban desde al menos el siglo XVI. Con el tiempo, un número cada vez mayor de mujeres tomó esta ocupación como oficio, primero vendiendo sus propios productos agrícolas y luego, a medida que la expansión urbana trajo nuevos mercados y necesidades, vendiendo al principio productos de fabricación casera como jabón, cerámica, cerveza de maíz, o alimentos preparados, para posteriormente pescado y productos importados, allí donde estos se demandaran.
Un artículo importante era y sigue siendo el kenkey o komi, su alimento básico, que está hecho de masa fermentada de maíz cocido al vapor.
Antes del advenimiento de la educación occidental, a los niños y niñas se les enseñaban habilidades apropiadas para su edad y género por parientes mayores del mismo sexo o en un sistema de aprendizaje. Una vez preparados, se esperaba que los jóvenes, precisamente por serlo, hicieran los trabajos más extenuantes pero que requerían menos habilidad.
Las mujeres hacían gran parte del trabajo agrícola, especialmente desmalezar, cultivar y recolectar, mientras que los hombres solo desbrozaban y limpiaban nuevas tierras. Principalmente los hombres pescaban, tejían y mantenían sus redes.
mercado laboral estratificado
Las mujeres eran comerciantes preeminentes de pequeña escala y siguen siéndolo ahora, habiéndose ganado la confianza de sus contactos por el conocimiento de su mercado, márgenes de ganancia, fuentes de suministro y ubicaciones de ventas.
Tanto mujeres como hombres compraron y vendieron esclavos.
Algunas mujeres se convirtieron en comerciantes exitosos a gran escala. De esta actividad surgieron los derechos de las mujeres a poseer y transmitir propiedad sin permiso masculino.
La educación de tipo occidental incentivó la división de género enseñando diversas ocupaciones de acuerdo con las ideas misioneras y coloniales para una ‘conducta apropiada’.
Se proporcionó menos educación a las niñas tanto durante el colonialismo como después de la independencia, por falta de espacio y disponibilidad escolar de medios, en un precario sistema mayoritariamente de un solo sexo. Limitándose la educación de las niñas a materias adecuadas para su ‘optima ocupación’ como amas de casa de estilo occidental.
La matriculación femenina en las universidades suele ser de alrededor del 15 al 20 por ciento de la población estudiantil.
El resultado es un mercado laboral estratificado en el que las mujeres se limitan en gran medida a ocupaciones peor remuneradas pero con demanda de mano de obra.
el desempleo y el subempleo en Accra
Los hombres, han podido sacar mayor provecho de los beneficios de la alfabetización, de cara a poder entender sistemas y medios para sacar partido a los conocimientos que les enseñaron para potenciar sus habilidades en la ocupación escogida, donde se formaron como artesanos, electricistas, fontaneros o albañiles, proporcionándoles esas habilidades en una ciudad en crecimiento.
Sin embargo, en el centro de Accra, el desempleo y el subempleo son un problema para ambos géneros debido a las debilidades de una economía neocolonial y la pobreza, que restringe la disponibilidad y la calidad de la educación.
Los derechos de tierras se concedían inicialmente a través de los Wulomei, sumos sacerdotes asociados con la tierra y según su tradición representantes de los habitantes originales Guan. Estos derechos eran usufructuarios en lugar de absolutos. La gente tenía derecho a los productos de la tierra que cultivaban o, en el caso de los ancianos, lo que sus hijos menores cultivaran para ellos.
Aunque, una vez asignada, la tierra pasaba a convertirse en propiedad privada que podía ser cedida a los herederos. Hoy prácticamente toda la tierra es propiedad privada en Accra; puede pertenecer a un individuo o a un linaje corporativo, pero se puede disponer de acuerdo con los deseos de los propietarios.
tierras privadas en Accra
Las ventas de tierras privadas en Accra parecen haber existido ya desde el siglo XV, alentadas por la densidad de población. Los tratos sobre terrenos del siglo XX se convirtieron en objeto de largas batallas judiciales a medida que aumentaba el valor de la tierra, especialmente en el centro de Accra.
Todos los miembros de un linaje tienen derechos de uso en su propiedad, pero la autoridad para determinar su uso recae principalmente en los Vumegawo, los varones más ancianos.
Los ingresos del alquiler de la propiedad generalmente se dividen en acciones, y la mayor parte corresponde a los miembros del linaje principal. Algunos linajes mantienen la propiedad unida, mientras que otros han disuelto la corporación y vendido la tierra al miembro mejor postor que como sucede en todas partes, suele ser el más rico.
La sociedad de los Ga Adangbe
La sociedad de los Ga Adangbe, siempre ha estado influenciada y a merced de grupos que extorsionan y manipulan a su antojo las reglas, redefiniéndolas para potenciar sus posiciones. Los siete cuarteles, barrios originales de Accra, que reúnen a los linajes más influyentes, tienen Mantsemei que son jefes patrilineales con derechos sobre la tierra existente dentro de los barrios. Los patrilinajes también tienen, Woyfi, sacerdotes y sacerdotisas que median las relaciones con los antepasados y los dioses de la familia.
Los miembros de patrilinajes, usualmente conocen el clan o el linaje principal del que proceden, cuya membresía ahora se expresa en el apellido. Incluso si nunca han vivido en Accra Central, conocen el barrio del que proviene el clan y quizás el nombre del antepasado epónimo que lo fundó y de qué casa es el wekushia.
Las ciudades costeras más pequeñas, como Osu, ahora parte de Accra, o Teshie y Labadi también sirven como hogares de clanes, cada clan tiene un apellido único que lo distingue de los demás y lo ubica espacialmente.
En el festival anual de la cosecha, Homowo, que cae en agosto o principios de septiembre dependiendo del clan, se supone que todos los miembros de un clan deben regresar a sus casas de origen, adeboshia. Antes de que los Ga se dispersaran, la gente visitaba las aldeas durante el festival, llevando viandas y regalos. La afiliación al clan de la aldea estaba determinada por la afiliación del fundador de la aldea.
La patrifiliación en Accra
La patrifiliación es el método dominante para rastrear genealogía en el centro de Accra, pero como en todo las excepciones existen y son atribuibles a los matrimonios mixtos con los Akan o la adopción de niños por el nuevo hombre de la madre en la ausencia o la falta de voluntad de un padre para reclamarlos.
La matrilinealidad incluso existe entre las familias principales, algunas de las cuales derivan de los Akwamu. En las aldeas al oeste de Accra, proliferan los matrimonios mixtos con los Fante, resultando mayor la matrifiliación. Por lo general, cuanto más antiguo es el asentamiento, existe menor grado de patrifiliación.
Los términos de referencia son generacionales; se considera que todas las personas del mismo sexo en la misma generación tienen una relación similar entre sí. Por ejemplo, la hermana de la madre de la madre de una mujer, tía abuela materna, y la hermana de la madre de su padre, tía abuela paterna, se llaman Naa, al igual que sus abuelas paternas y maternas.
En la ceremonia de nombramiento, al aire libre, ocho días después del nacimiento de un niño, el padre le da al niño un apellido familiar, de acuerdo con el sexo, el orden de nacimiento y la generación alternativa. Si el padre del niño o niña se niega a nombrarlo, y suelen hacerlo cuando la dote de la novia, madre del niño, está aún pendiente, un pariente masculino de la madre generalmente lo hará y el niño pertenecerá al patrilinaje de la madre.
El matrimonio
No hay ningún estigma de ilegitimidad involucrada mientras alguien nombre al niño, pero ese alguien debe ser varón. Cada clan tiene su propia lista de nombres. Los gemelos tienen una relación concreta de nombres independientemente del clan, al igual que los niños que nacen después de los gemelos, pero la mayoría de los nombres son específicos del clan. Debido a que los nombres en cada generación se recapitulan, hay mucha repetición de nombres.
La confusión se evita dando apodos a las personas, y muchas personas ahora también tienen nombres bautismales cristianos o islámicos. Por lo tanto, el nombre de cualquiera demuestra a otra persona su afiliación a un clan y hasta aclara su origen, género y orden de nacimiento entre sus propios hermanos.
El matrimonio es posiblemente la institución menos importante para los Ga de Central Accra, comparándola con otros pueblos de la zona, debido a la separación de las residencias de los cónyuges, la facilidad para divorciarse, la facilidad para volver a casarse y la falta de una sola economía,compartida entre el marido y la mujer en el matrimonio. Hoy es más patente aun el desinterés, debido a que los actuales desarrollos técnicos han abierto brecha en los trasfondos morales, exacerbándolos aún más.
Hoy en día, el matrimonio entre las clases más pobres se caracteriza por el simple compromiso de regalar una botella de alcohol.
Los cónyuges
Los cónyuges normalmente no viven juntos en la ciudad. La cooperación económica no es un aspecto habitual del matrimonio en que los cónyuges mantienen sus propiedades separadas. El rito de la pubertad de las chicas ha desaparecido. Los linajes tienen mínimo interés en mantener juntos a los cónyuges; si no se pagaba la dote de la novia, los ancianos no organizaban el matrimonio y este no tenía, ni tiene, importancia política.
El cristianismo y el Islam han afectado las ceremonias, que se han visto sincretizadas más por el boato y la parafernalia que por la trascendencia.
Los matrimonios de personas adineradas o de clase media a menudo van acompañados por los pertrechos de los matrimonios occidentales de la clase media, pero ni estas parejas socializan su unión viviendo o compartiendo propiedades en común.
La maternidad y la crianza de los hijos siguen siendo una función importante del matrimonio, pero el matrimonio carece cada vez más de la ratificación ceremonial.
El divorcio según el derecho consuetudinario, a diferencia del derecho civil impuesto por Occidente, es informal, y el patrón dominante entre las mujeres es la monogamia en serie. La razón más común para el divorcio es la falta de apoyo a los hijos por parte del esposo. Se espera que las mujeres mantengan, sustenten y se ocupen de los hijos y no los hombres, lo que impulsa a una alta tasa de divorcios en Accra Central.
La poligamia
La poligamia, que alguna vez fue símbolo de alto estatus para un hombre y generador de riqueza para él, a través del trabajo de sus esposas, ahora es poco común, pero muchos hombres de alto estatus tienen lo que se llaman:
“ ‘Esposas externas’, segundas esposas de facto que son más jóvenes y educadas que las primeras esposas, al modo en que las series americanas, con gran seguimiento, exhiben como ‘trofeos’ los hombres en Estados Unidos”. Literal.
Los matrimonios mixtos son cada vez más comunes, especialmente entre los altamente educados; aunque si un hombre Akan matrilineal se casa con una mujer Ga Adangbe, los niños pueden ser desheredados debido al conflicto en las costumbres hereditarias.
Las wekushia, casas de clanes en Accra Central y otras ciudades costeras fueron y continúan siendo residencias para parientes relacionados patrilinealmente, pero han desarrollado una diferenciación de género distintiva que no se ajusta a ningún término antropológico convencional, porque las personas no cambian de residencia en el momento del matrimonio.
Los hombres generalmente viven con sus parientes patrilaterales masculinos y las mujeres con sus parientes matrilaterales. Para perpetuar este patrón, los niños son enviados a sus padres cuando cumplen entre seis y doce años; los compuestos de los padres pueden llegar a estar a varios kilómetros de distancia de las madres.
segregación de los géneros
Lo que comenzó como un sistema de patrilinaje con una sección masculina y una sección femenina se ha convertido en una efectiva segregación de los géneros, con muchos hombres viviendo en los suburbios, quedando las mujeres en el centro de la ciudad. Hay dos tipos de agrupaciones residenciales, siendo la más común un compuesto multigeneracional habitado por un grupo relacionado matrilateralmente que incluye madre, hijas, nietas y hermanas.
El siguiente en frecuencia son las agrupaciones patrilaterales donde residen padres, varios hermanos y los hijos y nietos que hubiese de todos. Dado a que es más probable que los hombres se muden y establezcan nuevos hogares en los suburbios, Central Accra tiene ahora más hogares encabezados por mujeres.
Esta falta de actuaciones sin reglamentación legal, ha traído múltiples y conflictivos problemas, pues dado que las madres dejan sus derechos residenciales a sus hijas preferentes, estos derechos son de facto solamente, ya que no pertenecen al patrilinaje original que poseía el complejo. Dado que las tierras y las propiedades cada vez adquieren más valor, esos derechos de facto traen complejas soluciones, por otros interese y por lo difícil de contrastarlos.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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