Egungun
Es el festival más difundido por el mundo, el más colorido por la afluencia de gente que se engalana simplemente para asistir al evento allí donde se dé y por todo ello el más conocido.
En una época, las máscaras Egungun más potentes tenían el deber de matar a las brujas y presenciaban la ejecución de los reyes condenados a muerte. En ellas intervienen danzantes que representan a las criaturas celestiales ara orun, que adquieren la capacidad de aportar fertilidad y descubrir y castigar a los infractores. Además de en el festival Egungun pueden participar en los funerales de los dignatarios más relevantes o en los ritos de iniciación. Está posibilidad se limita por la ejecución de la danza.
la adoración a Egungun
De donde proviene la adoración a Egungun y qué importancia tiene en Nigeria para los Yorubas?. Cuenta una leyenda que Iku, la muerte, muda y siempre triste y solitaria, cada cuatro días descendía en Ile Ifè, la capital religiosa de los yorubas y con su cayado, llamado Opa oku, mataba a cuanto ser humano se le antojaba. Un residente de Ifè llamado Ameiyegun, prometió a su pueblo librarlo del azote indiscriminado de Iku. Tras mucho cavilar, se le ocurrió la idea de revestirse por completo con telas de muchos colores y distorsionar su voz para que nadie pudiera reconocerle.
En cuanto llegó la muerte, Ameiyegun que estaba oculto esperándola, corrió hacia ella disfrazado increpándola con voz estridente; Iku, la muerte, espantada ante tan deslumbrantes colores y asustada por el estridente griterío, huyó del pueblo y en su huida dejo caer su cayado o cetro, que más tarde pasó a ser objeto de veneración a Egungun, así como el fundamento de interrelación de esta deidad con Iku.
Existe otra versión, que cuenta que cuando en tierras yorubas abundaban los temblores de tierra, los yorubas, resistiendo pero a punto de emigrar a pesar de su dolor, rogaron tan insistentemente a Olodumare, que compungido, envió de no se sabe que parte, un grupo de seres desconocidos que circulaban girando vertiginosamente cubiertos de pie a cabeza con multicolores vestidos. A partir de esa visita, nunca más hubo movimientos sísmicos en sus tierras.
Estos dos relatos, tal vez surgirían o se basaran en la mortandad que produciría alguna epidemia o mal, y en los recurrentes terremotos, pero no cabe duda que albergaban esperanza.
el origen del culto a Egungun
Lo que es cierto es que estos dos hechos ponen de manifiesto el origen y la importancia del culto a Egungun, culto a los espíritus de los antepasados que son motivos de adoración, partiendo de que los yoruba creen fervientemente que los espíritus se interrelacionan constantemente con los vivos, de esta forma estos espíritus ancestrales son personificados y así, depositan en ellos su confianza. También existe la fuerte creencia de que estos reencarnaran un día en los nuevos miembros de sus familias.
Este encuentro entre divinidades y humanos, requiere de un espacio adecuado, este lugar es el Igbale, el sitio donde es recibido y venerado Egungun. Consta de un hueco grande, calvero, patio o plazuela, el cual estará rodeado de varios cujes*9, tallos alargados de un árbol específico que harán una barrera mística para que no se salgan de ese espacio. De estos mismos cujes se confeccionan los llamados Ishan Egungun o Pashan, utilizados para invocar y controlar a los Egungun. En ese mismo lugar es donde se realizan y se depositan los sacrificios y ofrendas a Egungun.
En el continente americano, pero sobre todo en Cuba lo llaman ‘teja’ de Egun, pequeño recinto abierto en el monte cubierto con restos de tejas rotas o desechadas, que vino a reemplazar lo que sería este Igbale, dado que los antepasados yorubas llegados a Cuba no tuvieron la opción de contar con un espacio privado para estos rituales, siendo los restos de tejas sustituto idóneo de la tierra, pues es el mismo elemento pero moldeado y se puede cambiar de sitio.
*Nota 9: Tallo largo y flexible desprovisto de hojas.
Igbile Nigeria o Benín
Igbale o Igbile en África, Nigeria o Benín por ejemplo, es una talla o terracota a modo de recipiente donde pueda descansar un espíritu; entre los Igbo por ejemplo, son unas tallas con carácter antropomorfo bastante abstracto, donde descansan los espíritus femenino y masculino del rio o agua corriente dulce.
Para precisar, Egungun es el concepto deificado, pero el individuo que se sumerge o sirve de ‘cabalgadura’ al dios es el elegun. Hay otro lugar especial, el Idie Egungun que es un recinto cerrado donde los Elegun, mediante determinados rituales entraban en trance y entonces se les vestía. Estos Elegun son según su tradición, los ‘caballos de muerto’, para hacer una comparación entendible, que desaparecen al salir del Idie Egungun, transformados ya en Egungun.
A este recinto solo pueden entrar los Olojes, los sacerdotes que han sido iniciados en el culto a Egungun llamados en el argot común ‘mascaradas’ y que son los encargados de las invocaciones a los espíritus y dirigir el culto a esta deidad, son llamados también Olojeatokun pues sirven como custodios, realizando las traducciones para los adoradores y familiares de los Egungun.
Así como sirven también como Amushan, que en este caso serían los encargados con esos mismos cujes, de retener en el espacio determinado a los Egungun, pues casi siempre aparecerán los conocidos Apaaraká que son Egun que aún no hablan y que les gusta perseguir a los niños y jóvenes para castigarlos por sus comportamientos y se podrían salir del Igbale.
sacerdotisas de Oya
Los Olojes son acompañados por un grupo de mujeres sacerdotisas de Oya las cuales tienen el torso desnudo y les ayudan en los cantos, traducciones y en otros menesteres con los Egungun. Ninguna mujer puede entrar al recinto donde visten a los Egungun. En este culto solo se invocan los espíritus masculinos, es un culto solo de hombres por lo que las Oloya que participan en las actividades de canto, confecciones de los vestidos, traducciones etc., son muy envidiadas a pesar de tener también restricciones. Los Egungun también se caracterizan por tener una voz inhumana, a veces ronca, otras aguda, estridente y metálica llamada Séègí.
Cada familia o comunidad puede tener un Egungun para su adoración y esto se hace a través del Opa oku los Ishan Egungun que mencionamos anteriormente y el Agokuku que es la vestimenta representativa de los ancestros. Muchas ciudades tienes asociaciones de Egungun y cada una de ellas tienen muchos miembros.
Cada asociación de Egungun tienen una organización de jefatura con sus respectivos títulos como los son el Egungunajolojo, el Egungunajofoyinbo, el Egungun oye y el más famoso que es el Egungunoya el cual se caracteriza por ser el más respetado, y custodiado por las Oloya y los Oje, este lleva una careta muy llamativa y su traje es mucho más colorido que el resto de los Egungun. El jefe de todos los Egungun se llama Alagbaa.
Alapini
El jefe de la mascarada encargado de la magia y los rituales es el llamado Alapini, el resto de la cofradía de Egungun son Eéṣọrun, àrẹọ̀jẹ̀, ọlọ́pọndà, alárǎn y por supuesto los ọlọ́jệ los cuales ya fueron mencionados. Existen muchos tipos de Egungun, como se ha dicho pues cada ciudad tiene un Egungun propio, más otros comunes por las actividades que realizan.
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Tenemos por ejemplo los Baba Egungun que son los Alagbalagba o más ancianos los cuales tienen más libertad de acción, son más entendibles por tener más ceremonias y rituales realizados; están los Aparakaa que son mudos pues no tienen aún ciertas ceremonias y siempre hay que estar atajándolos; o los Amusha que persiguen a los niños y jóvenes díscolos para castigarlos.
el Egungun Onídán
Del mismo modo, están los Egunguneleru y el Olopon, el Egungunjanduku que lleva un látigo, los Kunduke y el Alagbe que son danzantes, el Pidapidan con sus trucos y magias, también los llamados Zangbeto que hacen grandes trucos o magias; esta también el Alàgbo, el que tiene medicina y brebajes, este va rezando por el bienestar de las personas, el Onídán, dramaturgo; Alárìngó, el que danza conforme va caminando, y Agbégigó, aquel que danza con máscaras de madera, este último combina la danza con la poesía y el drama. De todos estos el que es más importante o llamado para una mención especial es el Egungun Onídán los demás son llamados solamente en los periodos festivos, etc.
Los festivales de Egungun se realizan en junio, preceden los festivales de las otras divinidades y tiene una duración de siete días. Ningún humano debe tocar la ropa del Egungun, así como también todos tienen el cuidado de no dejarse tocar por ninguno de ellos so pena de padecer posteriormente alguna que otra calamidad. Son fiestas alegres y de mucho colorido y diversión.
Entre estos ropajes que han ido paulatinamente enriqueciéndose está el Ago o Eku.
El Agoeku, Agokuku, o Ashoiyamoye es un traje confeccionado de telas multicolores y de diferentes modelos muy creativos los cuales caracterizan los tipos de Egungun.
los Baba egun
Están los Baba egun, sus vestidos son con tiras de paños multicolores que cuelgan de una armazón cuadrado o redondo, esta pieza es llamada Agbala y cubre los brazos y el torso y esta el Kafo que es una túnica larga que cubre pies o zapatos; están los Aparakaá, sus trajes son simples, cuadrados con telas enterizas.
Estos trajes que vemos en la actualidad son trajes que pertenecieron a varias generaciones y cada una de las generaciones aporto un pedazo de tela y se dice que hay trajes que pesan muchos kilos y que en realidad debe ser algo sobrenatural el hecho que los Elegun cuando son poseídos lo lleven durante horas y no paren de bailar y de hacer piruetas, es por lo que los yorubas dicen que estos trajes están cargados de energía ancestral.
Entre los diferentes tipos de Egungun están los Egunguneleru y el Olopon que llevan cargas pesadas sobre sus cabezas, el Olopon lleva como un sombrero de madera con algunos Opa oku pequeños. Algunos trajes llevan caretas de madera, otros llevan sombreros de paja o de elementos vegetales.
Sus rostros son tapados por un tipo de gorro o capucha la cual tiene dos mallas en forma de visor, una sobre otra, se dice que por una de ellas se ve el mundo nuestro y por la otra el mundo de los espíritus. Medias, guantes y zapatos forman parte del propio traje. El traje debe tapar completamente el cuerpo del Elegun.
El Mito
Respecto a los trajes, se dice que según una historia, Oya no podía parir pues no respetaba el tabú de no comer carnero. Ella se dirigió a Orunmila y este le mandó ponerse ropas de muchos colores para engañar y poder capturar a Ebo, pájaro de hermoso plumaje, y cocinar su carne. Con la carne, este le preparó una medicina, la cual ella comió y fue entonces cuando consiguió quedarse embarazada dando luz a sus 9 hijos, de ahí le viene su nombre de Iyansan, madre de nueve. Los colores del Ebo y vestidos de Oya fueron tomados por su Egungun, que decidió vestir desde entonces. Este sería el traje de Egungun Ebo.
Hay otra historia sobre el origen de Aso eku, ‘comida de ratas’, no confundir con aso ake, ‘vestido’. Se dice que un Alapini dejó dicho a sus tres hijos, Ojewuni, Ojesamni y Ojerinlo que podían comer ñames pero no el ñame llamado yobia pues este producía mucha sed en las personas, sus hijos le ignoraron comiendo yobia hasta hartarse y bebiendo después mucha agua, muriendo. Cuando el Alapini llego se encontró con la desgracia en su casa.
Él fue al sacerdote que le dijo que a los 17 días fuera a la ribera del bosque y tomara la rama de un árbol concreto e hiciera un bastón con el que golpear tres veces el suelo llamando a sus hijos. Estos aparecieron pero tenían rostros ‘desnaturalizados’, fue preciso entonces vestirlos para que quienes los viesen no se asustaran. Él los dejo en el monte y corrió a la ciudad donde consiguió que diversas gentes le dieran ropas para cubrirlos.
el primer Igbo igbale
El Alapini pensó entonces hacer un claro, el primer Igbo igbale donde se depositarían las ofrendas a los Egungun y se esconderían sus Agokuku, ‘hijos desnaturalizados’, hasta que él acudiese, los invocara y los vistiera.
Quedó establecido por el sacerdote desde entonces, que sería al décimo séptimo día en que padres o hijos acudirían a verse en el Igbo igbale cuando alguna de las partes falleciera y poderles rendir allí el debido culto.
De esta tradición surgió el traje compuesto de retales del Egungun Agokuku.
Esta demostración de amor paterno, a pesar de la desobediencia filial, es una clara imagen de por qué los Egungun resultan fundamentales para los yorubas por su defensa de la familia y la comunidad en general, la protección sobre los enemigos, de los chismes y maldades, así como también sus importantes mensajes ante las dificultades que los agokuku por sus malformaciones plantean vivos o si mueren, se les debe seguir recordando, para que allá donde estén procuren que nadie más padezca lo que ellos padecieron.
Es un festival abierto a cualquier persona sea o no habitante del lugar, Egungun es colorido y entretenido, un espectáculo al que todos quieren acudir a ver. Esto plantea cuál es el límite o diferencia entre el culto a Oro y el culto a Egungun.
la diferencia entre el culto a Oro y el de Egungun
El Oro es el ‘culto colectivo’ a los muertos masculinos, y su contrapartida, es el Iyami en que se venera, también en ‘culto colectivo’, a los Egun o muertos, femeninos.
Por tanto la diferencia entre el culto a Oro y el de Egungun es que en este último se recuerda y venera a cada espíritu masculino de forma individual.
Y cabe señalar que a través de Opa oku o Ishan se honra y hacen sacrificios a los espíritus individuales femeninos, pero a los espíritus femeninos les está prohibida la posesión, de igual manera que se prohíbe a las mujeres participar directamente en el culto. Se dice que Oro es el hermano mayor de Egungun y que en realidad el Agoeku, un estricto traje comparado con los otros, pertenecía a Oro, pero el padre de ambos se lo quitó a Oro para dárselo a su hijo predilecto, Egungun, originando esto que ningún Egungun pueda acercarse a donde se celebre el Magbo de Oro, ni los que veneran a Oro, tampoco quieran usar los trajes Agokuku.
Cuenta una leyenda que hubo un tiempo en que las mujeres se sentían relegadas a segundo plano por los hombres. Oya entonces para castigarlos decidió coger al mono rojo llamado Ejimere y vestirlo con ropas de colores de modo que no se viera ninguna de sus extremidades y con un palo del árbol atori lo azuzaba para que brincara y chillara. Los hombres al ver esto corrían despavoridos.
Los hombres fueron a ver a Orunmila y simplemente dijo:
“Usad Ebo”.
Ebo
Ogun fue quien se disfrazó con los paños Ebo y espero a que llegasen las mujeres con el mono vestido… cuando aparecieron salió gritando y blandiendo su machete. Las mujeres huyeron despavoridas dejando el mono. La farsa fue descubierta siendo las mujeres expulsadas del culto a Egungun.
No obstante, Oya fue catalogada como ‘reina’ de Egungun con el nombre de Oyaigbale y como explica la leyenda, este mono, el mono rojo Ijimere quedó tan ligado al culto, que es la voz de este simio la misma que emplean los Egungun.
También existe otro pataki donde Olodumare dio a Odu el poder del pájaro akalamagbo y ella abuso de ese poder por lo que Obatala autorizado por Olodumare fue donde Orunmila y este le mostró como conquistar y apaciguar a Odu.
Ambos adoraban a Egungun y podían incluso vestir el Agokuku, pero este no hablaba ni hacia nada. Aprovechando la ausencia de Oduobatala se vistió con el traje de Egungun y tomo el bastón Opa oku. Cuando Odu vio el traje de Egungun caminando y hablando, pensó que solo habría sido posible por el poder de Baba y aceptando su derrota dejó el culto en las exclusivas manos de los hombres. Ella entonces ordenó a su poderoso pájaro posarse sobre Egungun concediéndole el poder de que todo lo que dijera sucediera.
el culto de las Iyamioshoronga
El conjunto hombre y mujer da vida a Egun, pero restringe el culto a las mujeres, mientras que el culto colectivo de las Iyamioshoronga está manifestado por la sociedad Gelede compuesta exclusivamente por mujeres y solamente ellas manipulan este inmenso poder. Su culto es anual y es tanto el miedo que hasta los hombres alaban el poder de Iyami vistiéndose de mujer y usando máscaras con características de mujer y danzan para calmar la ira de las madres ancestrales, estableciendo así la armonía entre el poder femenino y el masculino. El que solo los hombres puedan acceder al culto de Oro y de Egungun, para nada es significativo comparado con el poder otorgado a las mujeres a través de su culto a Iyamiagba.
Hoy en día no sólo en África se practican estos rituales, en Argentina, Brasil, Venezuela, Colombia, Trinidad y Tobago, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, Florida o Nueva Orleans en América, y en zonas de Indonesia y la India, donde recalaron africanos llevados por ingleses y franceses, se rinde culto de una u otra manera a la religión Yoruba y con ella a Orixas y Egungun.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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