Nigeria
Es difícil hablar en exclusiva de las gentes de Nigeria, pues sus hábitos los comparten por el oeste gentes de Benín, Togo o Burkina, por el norte Niger e incluso Chad y por el este Camerún y hasta Gabón.
Habitualmente las mujeres utilizan sobre la cabeza un peculiar turbante elaborado de diversas maneras al que llaman Gele que tienden a combinar con el resto del atuendo. Este se complementa con un vestido al que llaman Kaba, sobre el que suelen ponerse el Bou bou, Bu bu o como lo llaman allí Buba, que es la tradicional saya, ahora ya blusa, que tan solo llega a poco más de la cintura.
No siempre pero no es inusual, pueden llevar también una tela rectangular que envuelve la parte inferior de su cuerpo a modo de falda y que llaman Iro. Termina su indumentaria con un chal colocado en bandolera al que llaman Iborun o Ipele.
Los hombres, al igual que las mujeres, usan algodón para sus prendas que suelen componerse de una saya abierta, similar a una bata o Buba a modo de camisa larga y si el momento es especial un jubón como pantalón al que llaman Sokoto. El Agbada es una combinación de Buba y Sokoto que se usa en los días festivos. Usan diversos tocados, como una especie de bonete al que llaman Fila, u otro con algo similar a alas que denominan Abeti aja.
El Adire
El Adire es un tejido de origen Yoruba creado a inicios del siglo XIX por sus mujeres que teñían con índigo el blanco tejido al que constreñían de diversos modos consiguiendo llamativos efectos en blanco y azul. No se empezó a utilizar hasta principios del XX popularizándose en los años 20 de dicho siglo con la llegada de las primeras camisas de origen europeo pero que incorporaban dichos patrones.
Camisas que al resultar más baratas eran muy demandadas, llegando en las décadas cercanas a los años 60 a copar la producción de las fabricas inglesas no solo para Nigeria, sino superando la demanda Estados Unidos donde el movimiento hippie las popularizó disparándose las exportaciones incluso por Europa; Adire significa ‘lazo y tinte’. Los paños se confeccionaban con dos tiras hiladas que se cosían juntas formando un cuadrado con el que se envolvían el cuerpo.
Los holandeses provecharon la coyuntura copiando y versionando este tipo de ‘estampado’ estandarizándolo y creando una versión más popular al que llaman Ankara.
Elaboración de el Adire
No era tan extraordinario el sistema de confección pero sí lo fue el de su teñido. Tradicionalmente este trabajo lo realizaban exclusivamente las mujeres. Utilizaban los granos del glasto o índigo, extraído de la ‘indigophera tinctoria’ que también cultivaban, que dejaban fermentar en grandes tinas tras lo que le añadían sosa caustica diluida en agua, sumergiendo el tejido el tiempo que consideraban oportuno para obtener el patrón ideado, tras el que sacaban el tejido dejándolo secar hasta que se oxidara.
Proceso que podía repetirse hasta conseguir el efecto o tono, cada vez más oscuro, deseado. Otro efecto que era muy apreciado era conseguir un cierto brillo satinado, que se conseguía golpeando con un mazo de madera el tejido, aplastando la superficie hasta conseguir que no se apreciaran los cruces de la hilatura, dejándolo liso.
Los sistemas de crear los patrones dependían del ingenio, de manera que antes de sumergirlos y para que no se tiñeran aquellas partes que formarían el patrón, se untaban de almidón esas zonas o se ataba con rafia el tejido impidiendo que pudiera absorberse el tinte.
El sistema de atado con rafia se conocía como Adire oniko mediante el que podían conseguirse multitud de patrones. Introducir semillas o pequeñas piedras de diversos tamaños, producían círculos de uno u otro tamaño con los que se jugaba para crear el efecto, también el recoger las puntas una sobre otra con esas semillas o piedras producía llamativos contrastes.
Adire Olosupaeleso
Distinta técnica consistente en doblar cada trozo de tela como una servilleta, en diagonal, de una a otra esquina, atándola después con fuerza por diversos sitios. Cosidos luego los dos trozos se crearon diversos patrones, como este de puntos blancos sobre fondo azul. Patrones que lograron el título de tela del año en 1964, sobre los diseños tradicionales Olosupaeleso que lo ostentaban desde 1962.
Textil Adire Olosupaeleso, exhibido en el Victoria and Albert Museum de Londres.
Este término de Adire Alabare hace referencia a que el textil ha sido previamente cosido en vez de atado para conseguir este tipo de patrón. Pero si en vez de estar cosido con hilo lo ha sido con rafia sería un Adire Oniko. Ambas costuras servían para proporcionar patrones y aunque los Adire eran realizados por mujeres normalmente, los cosidos a máquina los realizaban hombres.
Patrón Adire Alabare
Detalle central de un Adire Eleko pintado a mano trabajado con almidón.
El sistema del Adire Eleko consistía en aplicar almidón, extraído de harina de yuca, sobre lo que sería la parte vista de la tela, dejando que la inferior quedara teñida completamente. Sobre la parte vista se realizaba el dibujo con el almidón, bien a pulso o mediante una plantilla, produciendo motivos aleatorios.
El más común solía llevar incorporado una pareja de reyes en el centro, teniendo como referente el jubileo de las bodas de plata del rey Jorge V y la reina María en 1935.
La pintura
La pintura a mano requería de más tiempo para la realización de un paño Adire, pero sus motivos no estaban sujetos al influjo de las modas o tendencias como sucedía con los Adire Oniko. La pintura la realizaban mujeres usando el cañón de la pluma de un pollo, la medida de cada patrón era similar a la palma de una mano y para los regruesos utilizaban delgados palos adecuados para ello.
A estos cuadrados o rectángulos pintados a mano, se le podían añadir otras piezas con distintos tipos de patrones. Detalle del anterior Adire Eleko con el patrón Ibadan Dun o ‘Concejo de Ibadan’.
Los paños, particularmente los pintados a mano, a menudo se firmaban en el dobladillo. El Victoria and Albert Museum muestra en su colección dos con un símbolo, que vemos abajo, que se asemeja a un escorpión.
En la foto anterior vemos debajo del patrón de Ibadan Dun un escorpión que predomina en la parte delantera de la tela en varios lugares, lo que sugiere que la mujer que pintó este paño era una respetada artista. “Desafortunadamente aún no ha sido posible asociar el símbolo de escorpión con un nombre”, nos dicen desde el Museo.
Adire Eleko
Detalle de la parte inferior de un Adire Eleko que muestra la ‘firma’ escorpión. Hoy en día, los textiles Adire siguen siendo una opción de moda popular, tanto en Nigeria como a nivel mundial. Las técnicas han evolucionado y hoy se utilizan técnicas como la de cera caliente y parafina como agentes de impregnación previa, en lugar del tradicional almidón, y la impresión en bloque en lugar del estencil.
Sin embargo, el teñir estrujando, plegando y arrugando a mano siguen siendo métodos muy utilizados popularmente en la decoración textil, siendo una alternativa aún muy vigente a las impresiones generadas por máquinas.
Agbada es el tejido Yoruba que en función del patrón recibe otros nombres.
Aso oke es un clásico tejido Yoruba, producido en algodón hilado a mano en tiras y teñido con índigo en un tono oscuro al que contraponen hiladas más finas en blanco o azul más claro, siendo uno de los tejidos más caro y prestigioso. Llaman a este patrón Etu, ‘gallina de Guinea’, aludiendo al plumaje moteado de esta ave. Hay una versión de Etu con las líneas de contraste más anchas al que llaman Petuje, literalmente ‘supera a etu’.
la tradición cultural Yoruba
Quien conoce más a fondo la tradición cultural Yoruba, sabe que Etu forma parte del triunvirato en el vestir de prestigio que Etucomparte con la seda silvestre Sanyande, y el Alaari, una seda de color magenta, cuyo origen proviene del siglo I llegando a través del Sahara hasta Nigeria y que se utiliza también hoy en día.
La túnica que vemos y el detalle del delicado bordado, es un compendio de tres de los textiles que se han explicado, pues las tiras de algodón más claro que se contraponen al tono índigo más oscuro de las bandas que forman el Etu, en este caso ha sido sustituida por la seda magenta Alaari, lo que habla del exquisito encargo que fue al aunar dos de los tres tejidos de más prestigio entre los Yoruba.
Y si esto ya en sí da idea de su valor por el material empleado, habría que incluir que en su técnica de hilado también se aprecia la exquisitez descrita pues el patrón conseguido con la seda Alaari de líneas de trazo más grueso forma el patrón Petuje. Lo que convierte a esta túnica de hombre en una pieza única, creada alrededor de 1900 que mide 126 cm de largo por 260 cm de ancho.
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