Hermandad Ngi
Y sí, Só es la más antigua pero no la más importante pues encuentran un ejemplo inmejorable en unos seres incluso más poderosos que ellos físicamente, pero que sin embargo disfrutan de una armonía envidiable. Y deciden aprender esas normas y utilizarlas, los susodichos son primates, como ellos, de la familia Hominidae del subgénero Gorilla, y que allá por donde van, hay quien dice que les siguen, los encuentran. No había poblaciones Fang donde no hubiera gorilas, aunque ahora estos estén casi en extinción.
El gorila tiene un comportamiento peculiar. El macho más corpulento accede al poder, con tan solo aparentar ser superior, para lo que enseña su poderosa dentición y golpea estruendosamente su pecho.
Por lo demás todo el mundo es bien venido si no te metes en líos, él protege cuida y ayuda, es paciente y muy sensato. Sabe dónde instalarse y no invadir espacios de otras familias, familias que pueden acudir a beber del mismo agua e incluso instalare en el mismo árbol aunque cada uno en su parte, transigiendo cada grupo el que un cachorro se cuele, cosa rara pues este sabe quiénes son los suyos y no suele suceder. En un accidente en que muera un cachorro, se sabe que ambos grupos lamentan y se duelen del infortunio. Comprobado está que este macho, antes de cruzar un río, suele coger un palo y ver la profundidad antes de obligar a su familia a cruzarlo.
El gorila
Qué más distingue a este animal, pues aparte de su imponente envergadura, el pelo blanco que le ha salido en la espalda y el abultamiento de su cráneo comparado con los demás. Lo del pelo es sinónimo de maduración y lo del cráneo es biológico, algo propio de su morfología y lógico pues necesita de un extra en su conformación. Este extra es la ‘cresta sagital’ algo que todo primate macho teníamos y que ahora solo ellos tienen. Un denso hueso que crece desde el frontal reforzando los parietales y que permite que la musculatura que él antes y nosotros siempre, tenemos bajo el arco cigomático y nos permite masticar.
El desarrollo de la cresta da idea de la musculatura que se le ha acumulado alrededor de esta, incrementando aún más su potencia sumada a la mandibular, basta ver la cabeza de semejante oponente, para pensarse si merece la pena intentar desbancarle. La Naturaleza le dota de fuerza suficiente como para poder doblar o partir grandes ramas e incluso árboles para que cachorros y hembras tengan más fácil acceso a los brotes tiernos..
Y que tiene esto que ver con los Fang?
Fácil, el hombre no tiene, bueno sí aunque imperceptible, cresta sagital, por lo que aunque no necesita demostrar ser el más fuerte, puede resultar mal herido y menudo plan, sí el aunarse en un compromiso para no encontrarse solo; y van y crean una norma que les aúne, les hermane, no sé por qué llamarla sociedad, y casi siempre adjetivada ‘secreta’ cuando todo el mundo se conoce; en África, parece que todo reglamento requiere o está regido por una sociedad y me parece mercantilista el devaneo de algunos que tradujeron los comportamientos por ‘sociedades secretas’, me parece muy poco avance para lo que ahora se sabe, podrían llamarse hermandad o cofradía que no sociedad, y ‘privada’ ¿pero secreta?
Ngil
Bueno el caso es que ellos al gorila macho de espalda plateada y gran cabeza, por tanto jefe de familia, lo llamaban Ngil o Ngi y crean una máscara que representa un concepto, el de pórtate convenientemente o te expondrás a mi ira, y ya está. Básico como no podría ser de otra manera
Que danzando procuraba amedrentar? pues igual que el uniforme de un policía o militar; que llegaban a atemorizar? pues dale una porra y un escudo al policía y me lo cuentas.
El Ngi era un rito cuya principal función consistía en proteger al iniciado, el hombre, contra aquello que lo acechaba, el ‘mal’.
El nganga actuando como su sacerdote elegía un lugar secreto llamado Esam Ngi y se ocupaba de purificarle empleando sus ocultos conocimientos místicos.
El Ngi, el gorila, era un rito del fuego, ocultaba bajo su apariencia… o mejor, mostraba bajo una imponente apariencia su inmenso poder, a través de una enorme figura de arcilla moldeada recostada de espaldas en el suelo, sobre la que los iniciados depositaban huesos de esclavos y prisioneros de guerra, y decoraban con cráneos, plumas y cuernos de antílope. Al lado levantaban un chamizo que llenaban de huesos y lanzas simbolizando la ‘madre de Ngi’ tras lo que bajo él cavaban un hoyo en el que se iban metiendo, debiendo desenterrarse y salir por otro lado.
Las máscaras
La intención era mostrar que las máscaras no encerraban seres misteriosos sino que su poder deviene de muertos. Esta es una precisión importante pues en la iniciación Ngi, se utilizaban huesos de desconocidos, mientras que en la del Byeri Melan, eran huesos de antepasado los que se utilizaban.
Los huesos de extraños en la iniciación Ngi protegen a los vivos de la brujería, lo peor del ‘mal’.
Al finalizar estos actos se prendía fuego a todo, era su ritual, intentando como en todos los rituales con fuego en África, que el humo y pavesas subieran para que los espíritus protectores al reciberlos más fácilmente, actuaran en su beneficio con mayor prontitud.
Este rito purificador cargado de poderes benéficos ocultos en el Ngi, actuaba contra los males que los brujos aprovechando la noche propiciaban, actuando de revulsivo contra ellos y protegiendo así a la comunidad de sus nocivos actos.
En cuanto el fuego prendía, aquellos a los que hasta entonces se prohibía asistir, niños y mujeres, veían a este como anuncio de que podían reunirse alrededor cantando y bailando agradeciendo que el mal hubiera sido expulsado.
las hermandades fang
Ngi era la principal y más temida de las hermandades fang, que se extendía desde el norte del País Fang, sur de Camerún con los Ntumu, hasta el territorio de los Betsi al sur en Gabón. Ngi se ocupaba de vigilar que la paz no fuera alterada y para ello actuaba además como policía y juez persiguiendo a los perturbadores, criminales y a los brujos por acogerse a un Evú, o espíritu, pero maléfico. Y para ello necesitaban una enseña que los identificara, la máscara Ngil.
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