El Poro
Antes hemos visto a los Dan, aunque nominados como Loma Mano Gio etc,; y su Poro y Sande creo que está suficientemente explicado. Incluso se ha comentado que en Costa de Marfil según la región unos son Dan, el etnónimo más conocido, y otros Yacouba.
Nos faltarían entonces en Costa de Marfil, los Senufo. Veámoslos.
El Poro tiene un origen mandé y comparten su adhesión pueblos de Malí, Burkina Faso y sobre todo de Sierra Leona, Liberia y Costa de Marfil, con reglas básicas comunes y distintivos de pertenencia similares aunque con particularidades en cada una.
El Poro entre los Senufo de Costa de Marfil
Lo primero señalar que aunque sean un mismo pueblo, con aspectos y normas comunes, no todo es igual entre los Senufo de Malí, Burkina Faso y los de Costa de Marfil.
Nerejao es una antepasada reconocida por todo Senufo, como la verdadera cabeza espiritual de la hermandad Poro, teniendo a esta como base de la vida comunitaria.
Para ellos es una hermandad confidencial masculina, a la que llaman Lô o Dô.
La hermandad Dô está principalmente reservada para los hombres, aunque se permite participar en ella a ciertas muchachas jóvenes y a las mujeres que han pasado la menopausia.
La función principal de Dô es garantizar una buena relación entre el mundo de los vivos y el de los antepasados. El Dô es para los Senufo, una institución viva que activa y refuerza la socialización de los varones, a los que en función de la edad se otorgan grados que les van preparando para bajo la responsabilidad de sus actos, ir adquiriendo sabiduría para llegar a dirigir la comunidad; siendo Sakrobundi la versión femenina,a la que en función de las distintas ubicaciones dan nombres, como Sandogo o Bundu, estando activa esta sólo en momentos clave del ciclo de iniciación femenino.
Entre sus reglas básicas, ambas, imponen la obediencia a los mayores y promueven el autocontrol por medio de estrictas pruebas según el grado de edad.
El Dô
Dô empieza tras el destete, en que se adquiere la cualidad de niño, ‘el desnudo’. Durante años tendrá un intenso y extenso entrenamiento hasta que llegue la muerte ritual del niño y su conversión en hombre. Cuando el hombre alcanza aproximadamente los 30 años de edad, la iniciación, o Tyologo, se completa y él es considerado un adulto.
Cada paso a un estado superior va acompañado de ceremonias que adquieren gran dramatismo, que incluyen bailes, y la escarificación distintiva de pequeñas incisiones en los temporales. A partir de que llega al estado adulto se convierte en uno de los capacitados con quienes el jefe consulta las decisiones importantes.
Los Senufos, han logrado así, conservar una organización basada en la igualdad y autonomía de cada comunidad y no han tenido necesidad de organizarse en reinos, ni de tener un jerarca que asuma todo el poder, consiguiendo con ello evitar ambiciones y personalismos que derivaran en ansias de sucesión.
el periodo de educación
Generalmente el periodo de educación se efectúa en tres períodos, tras los que con una ceremonia se cierra cada ciclo. Estos duran siete años, que es el tiempo en que miden las etapas vitales estos pueblos. Cada ciclo consta en cada caso de una iniciación, al término del mismo y casi por ese orden se efectúan ceremonias que van incluyendo la circuncisión, el aislamiento, y la instrucción y uso de las máscaras.
Dado que una hermandad Dô a menudo involucra a varios Katioula o clanes, juega un papel esencial en la cohesión de la vida social y política de la aldea la Sinzanga, el espacio abierto donde se encuentra el primer árbol, o un retoño de este, plantado por los ancestros que fundaron el pueblo, usado tanto como escuela, lugar de reunión política, judicial o de culto, y a veces en calveros bien ocultos dentro de los densos bosques de las afueras de los pueblos donde se consideran santuarios.
Los iniciados
De una u otra forma es donde se concentra a los iniciados varones para enseñarles funciones y rituales durante periodos de 7 años durante 21 años, por tanto en tres fases, que son:
- – Dôworo, Poworoo Kouordo Poro o Dô negro, se imparte a niñosde entre 7 a 14 años, en que ya están preparados para la iniciación, y se les imparte un primer ciclo de conocimientos, como la tradición y la obediencia a través del canto y la danza.
- – Kworo o Dain, para los ya adolescentes, que aprenden la importancia de la integridad moral del individuo para vivir en comunidad, por cuyo bien deben estar dispuestos a sacrificarse y eso lo comprueban participando en el trabajo comunitario, aprendiendo cantos rituales y bailes, adquiriendo conocimientos militares y pasando por un período reflexivo en solitario durante varias semanas.
- – Tiogolo o Tcholo de los 30 a los 35 años, con doce grados, en los que los ancianos revelarán algunos secretos que los jóvenes no hubieran podido entender antes, como una más profunda comprensión de sus mitos y aspectos religiosos y filosóficos, comportamientos sociales y el lenguaje incomprensible para cualquiera que no sea un Senufo que haya superado este grado; a lo que se añade una habilidad profesional; tras esto recibe el nombre definitivo, secreto hasta entonces; le sigue y culmina con un ‘doctorado’ el Kafo o Kaffono el conocimiento sumo y la sacralización final.
graduación final del Dô
Una vez iniciados, estos hombres deben contribuir anualmente según sus posibilidades, recibirán a cambio el tutelaje de los ancianos y la protección de sus maestros y en su muerte, sus funerales serán organizados por los miembros del Dô o Poro.
Esta graduación final del Dô suele llegarle al individuo cuando ronda los cuarenta años, convirtiéndose en parte de la gerontocracia gobernante, a la que se la consulta sobre aspectos religiosos, asuntos sociales y políticos, quedando liberado del trabajo agrícola, excepto ciertas tareas como la recolección nocturna de mijo, considerada un privilegio.
Algo muy anómalo, pero posible, era que alguien no consiguiera graduarse en el Dô, convirtiéndose entonces en un marginado, excluido de los asuntos de la aldea.
Objetos Djenebele de adivinación
En las Sinzanga no solo se impartía conocimiento, como se ha dicho también eran lugares de culto:
Veneran a determinados antepasados y espíritus de la naturaleza Maleeo o Katieleo, la ‘Madre Ancestral’ y Koulotyolo ‘el Creador’, simbiosis que representan una sola deidad dual. Koulotyolo es inaccesible y sólo puede llegarse a él a través de Yiriigifolo o Nyehene.
Katieleo, es sin embargo cercana, regenera al mundo y salva al hombre a través del Dô o Poro.
En la región de los Kufulo, Maleeoes representada por los tambores sagrados ante quienes se lleva a los infractores, sobre todo a ladrones y asesinos para ser sometidos a juicio.
“El Poro enseña al iniciado masculino, a recorrer ‘El camino de Poro’, que conduce a la responsabilidad, la sabiduría, la autoridad y el poder. Desde el grado primario de ‘descubrimiento del niño’*1, hasta el largo período de entrenamiento y servicio que se destaca por la muerte ritual y la regeneración espiritual del iniciado, hasta la graduación final como ‘hombre’, Poro es la preparación para un liderazgo responsable e iluminado”.
* Nota 1: Antes de ser aceptado como ser humano, niño, la consideración es la de agua. Un bien imprescindible y en un recipiente que ha costado hacer nueve meses, pero sólo eso, un recipiente, con agua.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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