Emblema de Eshu
El museo nos dice:
“Entre los pueblos yoruba del suroeste de Nigeria y el sureste de Benin, Eshu-Elegbara realiza tareas similares a las de Legba. Las dos caras de este emblema apuntan en direcciones opuestas, una alusión al papel de Eshu como mensajero y mediador entre las fuerzas espirituales y humanas. Su doble cara le permite ser representado como un niño caprichoso tocando un silbato en una dirección y como un anciano barbudo en la otra. En cualquiera de los dos roles, se comporta impetuosamente.
Alternativamente, haciendo demandas infantiles y engañando a aquellos que no reconocen su poder. Cuando las cosas están mal y se produce confusión, es muy probable que Eshu sea la raíz del problema.
Sus comidas favoritas son los dulces y pasteles, y tales ofrendas son necesarias si uno espera honrar su autoridad. Conchas, cuentas y dinero, símbolos de la riqueza y la fecundidad de Eshu, a menudo se dejan en los santuarios también. Eshu es más conocido por su energía sexual insaciable y su peinado fálico representa este carácter sexual”.
Bamgboye of Odo Owa
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151 a y b Bamgboye of Odo Owa ca. 1893–1978. Datado en siglo XX. Pueblo yoruba de Odo Owa, Ekiti, Nigeria. Madera, caurís.Medidas: 41.9 x 6.7 x 21.6 cm. Donación de Martin L. Schulman, M.D., en 1981, al MetMuseum, Metropolitan Museum of Art. Nº rg: 1981.422.1
153 Figura de Eshu. Tal vez del pueblo yoruba de Osi, Ekiti, Nigeria. Medida de alto: 26,70 cm. Subastada en Nueva York por Bonhams el 13 del 11 de 2007 con nº catálogo: 2145. Adquirida por 9.300 $. El catálogo dice al respecto:
“Nigeria, la figura de pie representa a Eshu, sosteniendo complementos rituales en calabazas. Las caras están vigorosamente talladas y con barbas puntiagudas hacia adelante, la cabeza principal se arquea con gracia hacia atrás y termina en una segunda cara. Brillante y fina superficie negra, restos de accesorio de cuero en la parte superior que servirían para colgárselo”.
“Notas a pie de página”
“Esta figura casi con certeza proviene de alguno de los talleres de los maestros de Osi en la región de Ekiti, y posiblemente proviene de un aprendiz de uno de estos maestros de Osi”. 154 Colección privada que desconozco, apunta el dato de 1880 a 1920 * 13.
Notas
* Nota 13: La traigo, escogida entre la innumerable cantidad de imágenes de este tipo, casi todas bellas, para explicar la dificultad que entrañan estos trabajos que necesitan de un hábil tallista y del conocimiento y previsión de escoger bien la madera, que para empezar debía estar bien seca.
Si alguien ha manejado gubias u algún lápiz amolador eléctrico para tallar algo similar, debe primero conocer bien el material con que trabaja, sea piedra, mármol o marfil, para saber si lo imaginado puede llevarlo a cabo horizontalmente, pensando entonces que la ‘madre’ o parte central del árbol, último resquicio por donde circuló la savia, es más blanda y se lo va a permitir, o debe hacerlo en sentido transversal, a contraveta, de igual modo en un mineral o marfil.
tronco de iroko
Si imaginamos que la figura tiene como mínimo 25 cms de alto, no habría ningún problema en tallar esta pieza en un tronco de iroko por ejemplo si este supera los 50, pues obviaríamos la parte central o ‘madre, pero si no, tendría que hacerse a contraveta y con una madera extremadamente antigua y por tanto con el poro sellado naturalmente, que no artificialmente, en la actualidad y en nuestro entorno se puede hacer pretensando la madera. Si nos fijamos en la figura, vemos que se le ven ligeramente el seno izquierdo y la pierna, lo que nos da pautas a pensar que desde la cabeza hasta la punta final del peinado si partimos de 25 de altura, en horizontal estaría por 2/3 de estos, unos 17 cm. Lo que da muestra del conocimiento, maestría y saber hacer de estos artistas tan inadvertidos como mal pagados.
Aunque sus obras en las subastas adquieran cifras que impresionan, pero que acaban en bolsillos de especuladores. África será el mejor taller artesanal y única escuela que quedará para quienes quieran retomar estas casi extinguidas artes, si no acabamos por convertirlos exclusivamente en futbolistas, temporeros o ahogados.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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