máscaras en Burkina
Burkina es un país de máscaras, la mayoría de los principales pueblos de la región, con la notable excepción de los Gurmantché y los Lobi, usan máscaras. Los materiales y las técnicas utilizadas para las máscaras son muy similares en todas partes.
Aunque se utilizan varios tipos de madera para tallar las máscaras y figuras, la mayoría de las máscaras de la región están talladas en la madera de Linn o Ceiba, la ‘Ceiba Pentandra’ o ‘árbol del algodón’. La madera es bastante suave y de grano fino, como el pino, por lo que es fácil de tallar.
Es muy ligera, lo que la hace adecuada especialmente para las grandes máscaras como la mariposa de los Bwa o las altas y enormes máscaras tablón. Desafortunadamente, la madera es muy susceptible a daños por insectos, y las máscaras deben protegerse cuidadosamente para eliminarlos.
Estos árboles son cada vez más raros en el centro de Burkina debido a la talla de tantas máscaras, unas para uso tradicional y muchas para el turismo. Los artistas se ven obligados a recorrer largas distancias en cotos de caza o hacia el norte en busca de árboles de un tamaño útil. Ningún grupo en Burkina utiliza la madera de los árboles de Kapok o Baobab, pues el grano de la madera es demasiado grueso y con tendencia al alabeo y la rotura.
Los Mossi
Los Mossi orientales habitan en la zona de Boulsa donde crean sus propios tipos de máscaras. Al sur de esta zona, en los reinos de Koupéla y Tenkodogo, los Mossi son llamados Nyonyosé y no usan máscaras. Al norte se encuentra el Sahel habitado por los Fulani, y al este los Gurmantché, que tampoco utilizan máscaras de madera. Algunas máscaras de estilo Boulsa se ven a veces al sur de Ouagadougou, cerca de Manga y Saponé.
Sin embargo y curiosamente en esta amplia zona están dispersos, dándose el caso de que había menor número de habitantes que de máscaras de animales. El hecho de que no haya conexiones evidentes entre estas áreas, deja sin resolver la cuestión de los orígenes del estilo.
Algunos autores han descrito las sociedades secretas entre los Mossi, basándose en descripciones de Tauxier o de Lucien Marc en sus respectivos libros “Hermandades misteriosas” y “Lenguajes secretos”. Los danzantes de las máscaras, son siempre hombres que han sido iniciados en el conocimiento de los significados y sus orígenes, y en la zona de Boulsa, las mujeres están excluidas de dichas actuaciones.
Pero en otras partes, los integrantes de ciertas familias, sea cual sea su sexo o condición, tienen acceso a las máscaras por derecho de nacimiento. No hay nada que entender sobre la relación entre las máscaras y las sociedades secretas, como en la sociedad Wango. De hecho, todos los ritos están abiertos a los miembros de las familias que son dueños de las máscaras.
Los enmáscarados llevan un grueso y tupido traje hecho con fibras de ‘Cannabinus Hibiscus’ o ‘Cannabinus Indica’, en Jula sería Da; en francés, ‘chanvre de Guinea’; y ‘Kenaf’ en ingles. Estas fibras reciben una vez tratadas, hecha la cobertura, vestido o traje, el nombre de Bpon en idioma Nuni.
Composición y color
El color negro suelen sacarlo de la ‘Acacia Nilotica’ carbonizada, y el rojo del ‘Colorans Penisetun’, un tipo de mijo. Curiosamente si no hay pluviometría suficiente y escasean estas plantas, bien se sacan menos máscaras o los trajes se ven astrados por el uso. Los pigmentos de máscaras más utilizados en la región, son rojo, blanco y negro. Antes de la revolución de 1983, la bandera del país constaba de tres bandas horizontales de color rojo, negro y blanco.
La llamada Bwa Boré para el rojo, el blanco es Opuni y la negra, más delgada, Bobriay. Al menos en los últimos veinte años se ha preguntado a los Mossi, Bwa y Gurunsi sobre cuál es el origen de los pigmentos blancos utilizados en las máscaras, manifestando los Mossi siempre que el blanco tradicional sale de los excrementos de los lagartos tras haber recogido cierta cantidad; afirmando los otros que de la serpiente sagrada o Bwa, la boa. Ambos animales pueden encontrarse en sus guaridas o nidos. El blanco no tradicional, se hace moliendo tiza aula.
El rojo es simplemente piedra rica en hierro, hematina, muy común; después de pulverizados se mezclan con un aglutinante, huevo o goma arábiga, que se recoge de las vainas de las acacias. Los Bwa utilizan un negro denso que es caro de producir, llamado Gbonkahû y un negro fino que es menos costoso llamado Bobriay.
la pintura de color negro
Los Bwa, Mossi, y Gurunsi, hacen un negro menos espeso con carbón en polvo mezclado con aglomerante de clara de huevo. El trazo mas denso y grueso de color negro se hace hirviendo las vainas de las semillas de la ‘Acacia Nilotica’, que los Mossi llaman Pernenga y los Bwa, Nyaoh, resulta un líquido espeso y alquitranado.
Cada año, después de la recolección, pero mucho antes de que comience la temporada, todas las máscaras del pueblo se llevan a un pantano o río donde se depositan en el limo, lastradas con piedras grandes y por varias semanas.
Este remojón mata a los insectos y elimina los pigmentos rojos y blancos. Sólo el trazo grueso de color negro sigue existiendo, ya que no es soluble en agua. Cada vez que las máscaras se vuelven a repintar por los jóvenes iniciados, el pigmento negro se regruesa. Hasta cierto punto, el espesor de la pintura de color negro es un indicador de la edad de la máscara, aunque esto puede ser engañoso.
En algunos pueblos las máscaras están siendo repintadas con esmaltes europeos, pero esto no quiere decir que las máscaras sean necesariamente nuevas, nada más que el grosor del negro puede ser un indicativo de los años de la máscara. Los Bobo han estado utilizando pigmentos europeos durante décadas, y muchas antiguas máscaras Winiama y Nuna han sido repintadas en las últimas décadas con estas pinturas.
la cuenca del río Volta
En la cuenca del río Volta, cada máscara es propiedad de una familia y utilizada exclusivamente por esta. Las máscaras son talladas por el herrero de cada clan. Las danzas se organizan por las familias propietarias de las máscaras, y son los jóvenes de cada familia quienes llevan la máscara de su padre. La estación seca está marcada por numerosas actuaciones de estas máscaras y sus bailarines a veces viajan grandes distancias para asistir a las celebraciones familiares o de clan.
Las máscaras aparecen en los entierros, funerales o las iniciaciones de los miembros de la familia, tambien en ocasiones extraordinarias o recordando fechas importantes del ciclo anual de la vida familiar.
A menudo las máscaras se sacan exclusivamente para el disfrute de los habitantes del pueblo, sobre todo los días de mercado, uno de las mas importantes eventos generalizados y donde se ponen en valor los esfuerzos realizados durante toda la temporada.
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