Giphogo
Su nombre ritual completo es Giphogo Minyawi Phumbu a Mfunu.
Giphogo, a la que a veces veremos como Phumbu o Pumbu, solo se conoce en el Kasai, es una máscara yelmo que representa al jefe, de hecho decimos que es la ‘presentificación’ del jefe pues puede sustituirle en cualquier ocasión. Cubre los hombros del portador luciendo una ancha barba adornada con dibujos geométricos, su nariz prominente forma un ángulo recto con relación a la cara y su portador sostiene un abanico en cada mano, lleva una piel de mono atada en lo más alto del peinado. Forma parte del tesoro del jefe o Kifumu y su ausencia puede traer la desgracia.
Cuando sale, se ve acompañada de una veintena de máscaras de caracter y siete de poder; aparecen, sucesivamente, en las fiestas de plantación de mijo, de la mukanda o de los rituales de iniciación o circuncisión así como en la entronización de un jefe.
En otros tiempos con ocasión de esta ceremonia, el phumbu o asesino, salía a matar al primer extranjero que encontrara para colocar su cráneo en lo alto de la choza de la jefatura.
La máscara Phumbu
De las tres máscaras que pertenecen al principal ceremonial del pueblo Pende, Giphogo o Phumbu está considerada la más peligrosa.
Está reservada solo a los jefes más poderosos.
La máscara Phumbu, demos cobertura a quíen la conoce así, representa la parte del poder ejecutivo que debe lidiar con la guerra y la ejecución. El Phumbu, porque le representa a él, a diferencia de la mayoría de las otras máscaras, solo se baila en ocasiones especiales como, cuando el jefe está gravemente enfermo, en tiempos de epidemias o hambrunas, cuando diversos problemas causan trastornos en la comunidad o cuando el jefe cree que acecha una peligrosa amenaza. A través del baile del Phumbu el jefe afirma su autoridad.
Tallas de madera
La máscara a correspondería a los Pende Orientales o del este, es la más conocida. Luego vemos la b, extrañisíma y peculiar que según reportaje y foto de la revista ‘African foto magazine’ realizaron en la misma zona y junto al Río Kasai.
Este tipo de máscaras phumbu, las del tipo a, evidencian gran precisión en su estilo de tallado y gran complejidad en el diseño. Y como sucede con todas las máscaras africanas, cuando las tallas son de madera pesada suelen ser destinadas a la venta, mientras que las de madera ligera, aunque hay de todo, si suelen ser para su uso ceremonial.
Las grietas o roturas producidas durante su talla, por muy sugerente que haya conseguido el tallista hacer la pieza, quedaban descartadas de su uso real, su ‘intención original’, y pasaban a ser descartadas y vendidas. Es considerada ‘jefe de las máscaras’ y es fundamental en los rituales de renovación y purificación del poblado. Es por eso que este tipo de máscaras se guardan en la casa ritual del jefe, son Kifumu, tesoro real.
Zoe Strother
Según, Zoe Strother, una autoridad en los Pende, nos dice:
“Deben quedar a salvo de los elementos, y se repintan rutinariamente antes de las actuaciones, que ocurren muy raramente. Todos estos factores conducen a máscaras que muestran un desgaste mínimo, lo que hace que el debate habitual sobre ‘autenticidad’ sea insostenible.
De las dos máscaras que guarda el jefe, la phumbu está considerada la más temible y peligrosa, ya que representa la naturaleza bélica del jefe. … tienen dos enormes ojos tubulares que se proyectan desde el tercio superior rojo de la cara, sus bordes blancos señalan una gran ira.
Abajo, bandas de triángulos blancos y negros se alternan con registros de rombos o patrones entrelazados. Phumbu simboliza el poder del jefe. Solo baila en raras y amargas ocasiones determinadas por la adivinación, como cuando el jefe mismo está gravemente enfermo o cuando las epidemias o las hambrunas estallan, lo que indica que los ancestros pueden serinfelices. Cuando el phumbu baila, sostiene armas de guerra al presentarse ante sus subordinados con la intención de recaudar tributos.
Tan amenazante es el phumbu que los jóvenes le refrenan con cuerdas atadas a su cintura. Así, el phumbu demuestra el coraje que el jefe a veces debe reunir para enfrentarse a las cuestiones de vida o muerte”.
Kipoko
Debemos sumar a esta lo que antes hemos comentado sobre la giphogo, como lo que se expondrá sobre esta debe sumarse a lo expuesto en la anterior.
Son dos maneras de hacer para un mismo concepto y mismas atribuciones.
La presentación y actuación de la máscara kipoko reúne a todos los miembros de la comunidad: los del pasado, los actuales, los que están por llegar. Muertos, vivos y nasciturus. Todos tienen sus deberes y roles que kipoko se encarga de recordar, y por encima de todos a djalo el jefe, el que todo lo sabe y a todo nutre. Pero que debe ser consciente de su dedicación principal que es su comunidad, los integrantes que se mueven en el otro mundo, los que le rodean en su día a día y la previsión de mejora que debe conseguir para los que están por llegar.
La máscara de madera suele tener forma de casco orlado con una ‘barba’ resaltada y coloreada en rojo y negro. El ejemplar b, el mismo que ilustra la foto de más arriba que da pie a este comentario, tiene una nariz mucho más pequeña de lo habitual y presenta en su acabado alteraciones posteriores en la superficie. Sin embargo, fue seleccionado por William Fagg para la exhibición histórica sobre ‘África Escultura’ en la National Gallery de Washington, DC. Ambas piezas son propiedad del MET.
A | B |
S. XVIII
Hemos visto como se dividen en el siglo XVII, emigrando un grupo desde el suroeste al sudeste del Congo y vive hoy en las orillas del río Kwilu. Este casco ‘clásico’ pertenece como hemos visto exclusivamente al Kifumu, el tesoro de un jefe. Solo a los jefes se les permitió bailar en este tipo de máscara durante las iniciaciones importantes.
Esta pieza, ahora, por mor de los coleccionistas, recibe tanto el nombre de kipoko como de giphogo, pero creo sería bueno que sabiendo bien que el concepto es el mismo, cada una recibiera el nombre propio que en origen se le dio. Virgen no hay más que una, pero conocemos mejor la acepción de la de nuestro pueblo que la del otro extremo del país.
Está tallada en madera liviana y muestra la forma típica acampanada: luce un remate en la parte superior imitando el peinado guhota sanga tan típico de los pende, con extensiones a los lados al modo del ‘consejero privado’ de los Kuba, cejas alzadas y arqueadas, ojos de ‘granos de café’ hendidos y anchos, y orejas prominentes.
Morfología
En la pieza a, la nariz cuadrada y grande se gira ligeramente hacia abajo. En ambas el borde inferior y sobresaliente de la máscara, a modo de gola, constituye una gran ‘barba’ semicircular y horizontal, en dos capas desplazadas, decoradas en cada uno de sus bordes exteriores con un relieve en zigzag blanco y negro.
También en la parte posterior hay tres filas de dichos relieves en zigzag, sobre cuatro orificios, que sirven para adosar parte del traje. Hay marcas de escarificación decorativas en la frente, en ambas mejillas y en los lados, debajo de las orejas. Entre la nariz y la ‘barba’ hay una pequeña ranura que apunta la boca, a través del cual el bailarín puede respirar.
La máscara completa se tiñe en el exterior, en una secuencia concreta, de primero el negro con hollín, seguido del rojo de túkula seca en polvo y para terminar blanco de caolín.
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