Historia de la República de Benín
La historia de la Republica de Benín, es un interesante caso de estudio sobre el colonialismo y la evolución de su cultura. Para entender la historia de esta nación, como la de cualquier otra, es necesario primero comprender que la cultura es una fuerza dinámica, que se auto alimenta de sus esencias y de las aportaciones que llegando de fuera se absorben, por las circunstancias precisas que suceden a cada nación.
La historia cultural de la República de Benín se puede dividir en tres períodos relativamente definidos:
- A.- Los Reinos Antiguos,
- B.- El dominio Dahomen,
- C.- La Colonización y el Benín Post Colonial.
los Reinos Antiguos
El período de los Reinos Antiguos o pre Dahomen, no olvidar que dahomen es el gentilicio de este pueblo, se caracteriza por la existencia de un sin número de mini estados étnicamente homogéneos que poblaban el territorio ahora conocido como Republica de Benín. Estos estados en aquellas épocas estaban en conflicto permanente, no solo entre ellos sino también contra vecinos más poderosos y aun a pesar de alianzas, nunca surgió entre ellos un estado fuerte y unido.
Este período se caracteriza por agricultura de subsistencia a pequeña escala, que gradualmente evoluciona y crece, creando sociedades paulatinamente más grandes y complejas.
Este período abarca desde la prehistoria hasta aproximadamente el siglo XIV, cuando empiezan a emerger los primeros reinos dinásticos más organizados y poderosos.
Entre finales del siglo XIII y mediados del XIV, aflora el reino de Dahomey gradualmente a lo largo de la orilla este del río Mono; tras una disputa sucesoria a la muerte del Rey de Allada, también conocido como Adra o reino de los Ardres, habitado en aquella época mayoritariamente por los Adja, subgrupo Ga, que se desplazaron hacia el norte, estableciéndose entre los pueblos fon del interior.
Aboméy o Abomé
El nombre de, Aboméy o Abomé hace referencia a un enclave a modo de fortaleza, cuyo muro circular abarcaba un espacio que en fon se denomina Agbomé, y que dio nombre a la ciudad de Abomey; al estar habitado por los Dahomen, se acabó llamando a la zona Dahomey.
Ahosu es rey en idioma fon; de acuerdo a la cronología de los reyes de Aboméy, según la tradición, el rey Kokpon de Allada tuvo tres hijos: Meji, Té Agbanlin y Gangnihessou o Ganixësu. Después de graves disputas, el primero, Meji, sucedió a su padre, mientras que Té Agbanlin partió hacia el sur, donde fundó Adjatché, actual Porto Novo, y Gangnihessou se dirigió al norte para establecerse en Aboméy, núcleo del futuro reino de Dahomey.
El lento desarrollo, la relativa homogeneidad étnica y el aislacionismo geográfico continuaron, mientras que la identidad cultural se alejaba gradualmente de la de Allada y los estados vecinos; estos factores contribuyeron al aumento del nacionalismo Dahomen hasta inicios del siglo XVI.
el Reino de Dahomey
En este punto, el Reino de Dahomey comenzó a expandirse mucho más rápidamente, propiciando un desarrollo cultural propio de Benín, lo que llevó a los sacrificios humanos, implantados para demostrar poder y control, desarrollando un peculiar cuerpo de ejército de sólo mujeres, origen de las amazonas.
Ambas cosas estaban maquiavélicamente pensadas. Lógicamente esta deriva se debía al afán expansionista que estaba comenzando a echar raíces, y que a su vez contribuía a acrecentar la idea identitaria de grupo, creando una idea de nacionalismo que hizo que el pueblo Dahomen se sintiera superior a cualquier otro grupo étnico establecido en su órbita.
Desde 1500 y hasta 1620, Dahomey comenzó a expandirse al sur y al oeste del río Mono, absorbiendo en su camino todo reino más pequeño o menos organizado.
Los franceses mantienen un primer contacto con el reino de Dahomey en el siglo XV, aunque sin embargo, el comercio y el intercambio cultural fueron esporádicos hasta mitad del siglo XVII.
A partir de ese momento Dahomey se involucró completamente en la trata de esclavos, lo que aporto una importante influencia europea que les llevo a grandes cambios culturales. Según pasaba el tiempo, la occidentalización de los Dahomen se acrecentaba como resultado directo de ese mayor contacto.
Ya por aquella época, los puestos clave en la corte del Rey incluían al Migan, el Mehu y el Yovogan, entre muchos otros. El Migan era una especie de primer ministro del rey, una figura judicial clave que además desempeñaba el cargo de verdugo principal. El Mehu era similar a un ministro de hacienda, encargado de los temas económicos, velar por el patrimonio de la familia real, administrar los palacios, y las áreas al sur de Allada, lo que le ponía en una posición clave para cerrar los acuerdos con los europeos.
La Kpojito
La Kpojito o “reina madre” ocupaba una posición privilegiada; se ocupaba de las cuestiones religiosas, actuaba como consejera del rey y abogaba por los ciudadanos en sus apelaciones ante el rey.
Decalo, 1987, apunta que:
“Muchos estudios revisionistas de la historia de Dahomey no reconocen el surgimiento del Reino hasta 1625, tras la ascensión de Dakadonu, el primer y poderoso Rey de Dahomey”.
Aho sucedió a su padre Dakodonu, que a su vez había destronado a su hermano Gangnihessou. Después de numerosas batallas con los pueblos vecinos, el rey Aho, de 1645 a 1685, logró erigir un verdadero reino y, tras adoptar el nombre de Houegbadja o Wegbadcha, demostró ser un eficiente organizador, creador de una estructura política en la que era predominante el elemento militar. Entre otras cosas, estableció las funciones de los principales ministros o gbonugä, e implantó una etiqueta en la corte, decretando las primeras reglas relativas a los funerales.
El sucesor de Houegbadja, fue su hijo Houessou Akaba, reinó de 1685 a 1708. Al haber accedido el poder tan tardíamente, quiso recordar el hecho creando la siguiente divisa cargada de raciocinio:
«Pese a su lentitud, el camaleón consigue llegar a la copa del bómbax».
Con todo, dispuso del tiempo suficiente para lanzar furibundos ataques contra los habitantes de la zona del río Wemé. Murió de viruela durante una de esas campañas, y su sucesor, Agadja o Agadcha, de 1708 a 1740, consiguió para Dahomey soberanía internacional, independizándose de Allada en 1715.
Rey Agadja
Al menos en la época del rey Agadja, el reino había desarrollado un ejército permanente que permanecía acampado dondequiera que estuviese el rey. Al entrar en la batalla, el rey se retiraba una posición secundaria dejando al frente al comandante de campo, con el argumento de que si algún espíritu castigaba al comandante por sus decisiones, este nunca debería ser el rey.
En ese tiempo, los soldados del Reino de Dahomey se dividían en dos unidades: la derecha y la izquierda. La derecha estaba controlada por el Migan y la izquierda por el Mehu.
A diferencia de otras potencias regionales, como los yoruba de Oyo, los Dahomey carecían de caballería o poder naval suficiente, lo que les impedía expansionarse a lo largo de la costa.
Agadja fue el creador, del cuerpo de un ejército femenino en 1727; era el de las Mino o Dahomey Amazons, una unidad exclusivamente femenina el batallón más singular del reino.
S. XVIII
Esta arriesgada decisión tuvo que tomarla Agadja por causa de las numerosas bajas de sus soldados, con gran cantidad de muertos pero sobre todo por la de los numerosos heridos en sus continuas escaramuzas; no le quedaba más que una solución de este carácter, sobre todo pensando que el honor de un hombre, en este caso enemigo, le haría negarse a hacer frente a una mujer, pues era rebajar la hombría, y matarla, mal augurio; su idea era maquiavélica, aprovechó lo indigno que resultaba para la mentalidad de sus enemigos, con lo aguerrido que resultaron ser estas mujeres, eso sí, debían ser vírgenes o, al menos, sometidas al celibato.
Durante su reinado, Dahomey se extendió hasta la costa del Golfo de Guinea, estableciendo contacto directo con los europeos. En 1724 conquistó Allada y posteriormente el reino costero de Savi, que controlaba el importante puerto de Ouidah o Whydah.
No obstante, fue derrotado por los yorubas de Oyo, que ya habían devastado Porto Novo, con los que tuvo que pactar vasallaje y aceptar pagar un tributo anual de 41 muchachos y 41 muchachas destinados a la esclavitud, así como entregar diversas mercancías.
contacto europeo
El contacto con los comerciantes europeos dio a Agadja el sobrenombre de Hwito «el que toma el camino de los barcos».
Tras el contacto europeo, fue Agadja quien creó otro puesto administrativo, el Yovogan, que literalmente en el lenguaje gbe de los fon significa “gestor de los blancos”, algo así como un “director de relaciones con los blancos” y por tanto, encargado de gestionar los acuerdos y relaciones comerciales con los europeos. El máximo esplendor de la dinastía coincidió con este reinado, entre otras razones por establecerse en la costa y abrirse al comercio con los europeos.
Por otra parte, la organización política y social fue tomando un carácter institucional. Los antepasados del rey eran objeto de culto religioso con sacrificios humanos. El Estado, centralista y totalitario, pasó a controlar minuciosamente la reproducción y el número de habitantes, estableciendo por primera vez un censo.
Dahomey, que surgió casi de repente frente a la casi milenaria Oyo, no podía ser vista de otra manera que como una temible competencia, pues los dos poderosos pueblos aspiraban a controlar el principal tráfico de la costa, es decir, el comercio de esclavos.
Oyo y Dahomey
Además, ambos, Oyo y Dahomey competían ya brutalmente con los Ashanti, que habían conseguido asegurarse ese mismo papel en el oeste.
Dahomey no se doblegó del todo nunca, y prosiguió con sus incursiones por toda la región desde el Volta al Níger.
Durante el siglo XVII, se acrecienta el negocio de esclavos debido a la demanda europea, negocio al que Dahomey entra consiguiendo un importante medio de ingresos.
El Rey, que controlaba un estado con similitudes de feudalismo europeo, vendía a cualquier persona deudora, infractora o capturada en una batida en los estados conquistados, lo que por otra parte redujo los sacrificios humanos, como había sido costumbre anteriormente.
En su apogeo, se calculó que el comercio de esclavos reportó el equivalente a 225.000 euros al Rey de Dahomey.
A mediados del siglo XVIII, el reino optó por basar su economía únicamente en el tráfico de esclavos, instituido como monopolio real durante el reinado de Tegbessou, de 1740 a 1774.
Pero el país conocería luego un largo periodo de depresión. El rey poco propicio a revueltas, descuido al ejército que quedo mal pertrechado y sin recursos, y la captura y venta se resintió.
El asesinato de Agonglo
Tanto la guerra de Independencia norteamericana como la Revolución francesa, también incidieron notablemente en la merma económica. Además, el sistema de comercio establecido en los fuertes y haciendas europeos de la costa, también entró en decadencia.
El asesinato de Agonglo en 1797 y la caída de Adandozan en 1818 confirmaron la gravedad de la crisis.
Entre 1813 y 1833, los documentos avalaban que en esos veinte años en el reino de Dahomey se llegaron a exportar hasta 170.000 esclavos cada año, pero probablemente fuera una exageración debido a que la población del reino era de menos de 200.000 personas, de las que el 90% eran esclavos, y la capital, Aboméy, no pasaba de 30.000 residentes.
El ejército regular se componía de 12.000 guerreros, de los que 5.000 eran amazonas y en caso de guerra se duplicaba, a lo que había que añadir la intendencia y el séquito, en total unas 50.000 personas entre todos.
Deja una respuesta