La circuncisión
En Gbunde y Loma, todos los niños debían ser circuncidados antes de ser llevados a la escuela de iniciación de Poro propiamente dicha. Esto se podía hacer en cualquier momento entre la infancia y la pubertad. La operación la realizaba un especialista, que podía ser herrero.
Asimismo, en Loma , por ejemplo, los infantes eran llevados detrás de una casa del poblado. Se dice que no había más ceremonia que celebrar el hecho con una pequeña comida. La herida se lavaba con agua limpia, sin ‘medicinas’, tras lo que la madre del niño dejaba caer encima su propia leche. Acto seguido untaban una hoja, preparada de antemano, con una pasta que se hacía machacando ciertas hojas tostadas al fuego, tierra medicinal, cortezas y hojas astringentes, a lo que se añadía un poco de agua. El Zo que realizaba la circuncisión, solía tener disponible y a mano siempre, este ungüento. Sujeta esta cataplasma alrededor del órgano, a los dos o tres días se quitaba y se ponía una nueva. Esta cataplasma también se aplicaba a los mayores y en variadas circunstancias.
Por otra parte, en Gbunde, a estos chiquillos se les realizaba la operación en un lugar del Bosque donde se hubieran levantado refugios temporales. En los raros casos en que no se había circuncidado un niño justo antes de ingresar a la escuela de iniciación, él o sus padres podían haber tenido miedo, se le hacía en un lugar determinado de la arboleda. Se dejaba que la herida cicatrizase antes de que el niño fuera “pasado al Ge o diablo” para la iniciación propiamente dicha. El trato era el mismo que para los que se lo hicieron antes salvo que estos muchachos debían ser lavados cada día.
Los Mano
Los Mano tenían otra forma de realizar la operación y tratar la herida, y así lo describen:
“Se colocan dos postes en el suelo. A estos se sujetan dos palos cruzados: uno para un asiento, el otro para un reposapiés. El niño sube y se sienta. Un hombre lo sostiene por detrás, sujetando sus brazos al mismo tiempo. El médico agarra el prepucio y lo corta; pone jugo del árbol Lolo, ‘Harungana madagascariensis’, sobre la herida como astringente, y envuelve una hoja del arbusto Zâ, ‘Costus splendor’, a su alrededor como un embudo. Este se retira a los tres o cuatro días, y se aplica uno nuevo si se ve necesario”.
Algunos dijeron que después de la operación, un niño podía ponerse un delantal de hojas y bailar por el pueblo.Si bien parece improbable que estuviera de humor para hacerlo.
Schwab p.279 dice sobre esto:
“Hemos visto a jóvenes desnudos de la tribu Bassa del sur de Camerún subir al techo de una choza y bailar allí después de haber sido ‘cortados’, para mostrar a la gente del pueblo, de ambos sexos y de todas las edades, que habían sido “hechos hombres” ”.
Durante el tiempo de curación, se suponía que el niño solo debía comer arroz. Después, al volver a su casa, se hacía una pequeña fiesta a la que se invitaba a familiares y amigos. El médico recibía una o dos grandes esteras por su trabajo.
útiles para la circuncisión
El útil usado para realizar la operación era una cuchilla hecha por el herrero. Schwab cuenta:
“Vimos una delicada muestra adherida al cinturón de un herrero Alano cerca de Ganta, quien fue el Zo circuncisor del Poro local. Se negó a separarse de ella, diciendo que sería una “mala palabrería” o “mal acuerdo” para él hacerlo porque era ‘medicina’. Luego se ofreció amablemente a hacer una igual y se dieron la mano para cerrar el trato”.
Aunque estas navajas pueden cortar bien, sus filos para nada son comparables con cualquier navaja europeas de inicios del s. XX.
De hecho el propio Harley dice:
“Hemos sido testigos de cortes que podrían haber sido mejor llamados ‘aserraduras’, haciendo que los pobres muchachos aullaran al cielo”.
Circuncisión en Ge y Mano
El siguiente relato de las prácticas relacionadas con la circuncisión es de un joven alemán: Cuando el hijo de una familia iba a ir a la escuela del Bosque, el cabeza de familia convocó a todos los miembros y le dijo al padre: “Tu hijo va al Greegree, del Poro, en el Bosque. Tienes que venir para que cocinemos chuletas para Dios.
Tomaron arroz y pollo para hacer un gran festín y lo llevaron a la tumba de un antepasado jefe difunto. El padre dijo:
“Oh, mi padre muerto, debes llamar a todos los espíritus de los muertos, para que vengan y coman aquí contigo. Tu hijo debe ir al Bosque. Debes venir y ser Dios para nosotros. Tú debes ayudarlo para que pueda tomar su paso por el Bosque con calma. Debes traerle buena suerte.
El hígado, el corazón del pollo y parte del arroz, se ponen en la tumba como parte para los espíritus. Entonces toda la familia viva se sienta y come el resto.
Cuando terminan de comer, cada uno por turno toma un poco de agua fría y se la echa por la cara y el pie, mientras invoca la ayuda de los espíritus para el niño:
“Padre, debes ayudar a este muchacho. Este chico nunca ha hecho nada malo contra mí. No tenemos disputas. Debes ayudarlo a ser un buen muchacho y que tome la iniciación con tranquilidad.“
Por otra parte, la noche antes de que varios niños partan hacia el Bosque, cada familia observa el culto adecuado. Luego se junta parte del arroz de cada olla y se pone en el camino que lleva al pueblo. Un anciano relevante lo llevará allí para toda la gente y lo depositará, diciendo:
“Todos ustedes, espíritus de fallecidos que transitáis por este camino, servíos de este arroz. Y traed buena suerte a nuestros muchachos en su paso por el Bosque. Igualmente vosotras, hermanas y tías queridas cuyos espíritus también vagan por este camino, acudid y servíos de este arroz que os dejo en el camino”.
el diablo o Ge
Creían que si no se les hacía tal ofrenda, uno de estos espíritus femeninos podría aparecerse al niño esa noche mientras dormía, engañándole al darle alguna medicina fatal, diciéndole que era buena. Sin embargo podría causar su muerte cuando el diablo o Ge “se lo comiera”.
Este “se lo comiera” debe entenderse como que ha sido circuncidado y por tanto pasa a quedar a ‘voluntad’ del diablo; aunque dado que el espíritu femenino le ha envenado, justo tras ser circuncidado, moriría. Todo en teoría hipotéticamente.
Durante toda o gran parte de la noche hay baile y jolgorio en todo el pueblo. Esta es la última vez que su familia verá al niño hasta que salga del Bosque. A la mañana siguiente, antes del amanecer, los llevan ante la arboleda del Bosque.
Estos ‘hechos’ que parecen trémulos guiones de malas series de televisión, cuando se sigue indagando, se puede leer que estos ‘misioneros’ son en realidad investigadores especializados que encuentran una solución a su necesidad de saber, pues antes que misioneros fueron y son médicos o doctores en campos diversos. Y son ellos, reacios a crédulas mentes, los que de repente sí lo hacen, basta leer lo que a continuación paso a describir:
la escuela del Bosque
“Uno de los chicos que había estado recientemente en la escuela del Bosque. Dijo que la noche antes de irse, una hermana muerta se le apareció en un sueño y le dijo que si tomaba los huevos de un pequeño lagarto, mezclaba el contenido con tiza blanca y se lo frotaba en la frente, tendría buena suerte, “conviértete en el favorito de los iniciados, sé un gran hombre en el país y recibe regalos de todos”, le dijo.
Se despertó antes del amanecer e hizo lo que su hermana le había dicho. Cuando la procesión partió hacia el Bosque, las autoridades ordenaron a los otros niños que recogieran su silla y la llevaran a la cabeza de la procesión. La gente grande les traía regalos. Así que entró en el Bosque. Hubo mucho estruendo durante todo el día porque habían llevado tres cañones.
Al rato de ser circuncidado el niño empezó a sangrar profusamente y se desmayó, entrando en estado de estupor hasta que alguien alarmado lo hizo notar y se ordenó que se detuviera el acto. Se trató al niño y luego se le preparó una medicina, un poco más despierto, se le preguntó por el suceso sin clarificar nada hasta que alguien le preguntó si el espíritu de alguna persona se le había aparecido la noche anterior y le había dicho algo. Dijo que sí y repitió lo que le había dicho su hermana. Al poco comenzó a recuperarse de su estado de aturdimiento.
Lo mismo sucede con la persona que recibe una ‘dádiva’ de un espíritu. Se convierte en un favorito para todos, pero paga su euforia pasándolo mal cuando termina la operación”.
Según se dice, solía haber una sesión del Bosque del Poro cada tres años. Fuera quien fuera era un “niño pequeño” hasta que había sido iniciado. No podía tener propiedades. No podía ser condenado por un delito. Si se presentaba una denuncia contra él, la respuesta era: “Oh, él es un niño pequeño, es como una cabra. La cabra no tiene entendimiento”.
Veto del gobierno a Poro
El Gobierno ha prohibido durante varios años las sesiones del Poro en esta tribu, por lo que ahora hay jóvenes que no han tenido la oportunidad de ser iniciados. Un jefe joven y ambicioso de un pueblo cerca de Ganta no ha sido iniciado.
Cuando un día se haga una sesión de la escuela del Bosque, y este hombre y otros como él asistan, perderán todos sus bienes, también sus esposas, porque como “pequeños muchachos” no tienen derecho a nada. Cualquier deuda contraída por un no iniciado se cancela cuando va al Bosque. Si un iniciado regresara y tomara las esposas que antes tenía, el diablo lo mataría.
En los viejos tiempos, ningún no iniciado podía casarse legalmente antes de ir a Bosque. Incluso si su padre le hubiera dejado en herencia una mujer, no podía reclamarla a menos que un hermano mayor, un tío u otro pariente la tuviera en fideicomiso para él, hasta que él hubiera alcanzado la mayoría de edad al ser iniciado.
Se espera que estos jefes no iniciados vayan a una gran Zo y paguen una gran cantidad por ‘medicamentos’ lo suficientemente poderosos como para permitirles conservar a sus esposas y otras posesiones mundanas después de que terminen la escuela de iniciación de Poro.
ciclo de la escuela del Poro
Schwab, p.280, sobre lo anterior, precisa: Este ciclo de la “escuela del Poro” se llevó a cabo en 1943 y se hicieron arreglos para preservar el statu quo sin resultados fatales. En 1930 se realizaron dos circuncisiones para niños en pueblos cercanos a Ganta, país Mano, pero no fueron reales.
Durante la noche del 3 de marzo de 1928, la primera noche que estuvimos en Sakripie, país Mano, los muchachos locales salieron de su Bosque. Habían estado allí desde cuando se recogió la cosecha tardía del arroz, en noviembre. En la mañana del 4 de marzo vino a vernos un joven como de dieciocho años, de esta promoción. Por él supimos que el ciclo había permanecido en su Bosque durante todo ese tiempo sin salir de él ni una sola vez”. *Según esto, al menos 4 meses.
“Vivían en dos refugios que los dos hombres Zo circuncidores o Kpwe, habían erigido para ellos. Su madre le estuvo enviando comida durante todo este período. Él, a su vez, dejaba para su madre parte del pescado que había capturado con una red que ella le había enviado. También dejaba para su madre carne de los animales que cazaba con el arco y flechas que fabricó en el monte.
Su madre bailaba por el pueblo, plena de alegría, por su regreso a salvo, mientras mantenía sus ollas en el fuego, cocinando el pequeño banquete que estaba organizando para celebrar su reencuentro. Este joven no apareció ni con mucha ropa ni con mucho unte de caolín como los muchachos que habíamos visto en Kpelle tras sufin de ciclo y haber ‘salido’.
La Arboleda de la circuncisión en Gio
La práctica en Gio es sustancialmente la misma que en Ge. Lo siguiente es de un Gio miembro del culto Bô: En el Bô masculino lógicamente solo participan hombres. Antes de que un chico vaya al Bô se le llama Dua, cuando sale es Kpwea, el circunciso. Todos los niños deben ir allí para ser ‘cortados’. Si no lo hacen, ninguna mujer se casará con ellos. Son niños ‘sucios’, no son hombres. Ellas además dicen que el ‘corte’ consigue que su miembro sea “más duro”.
El Bosque se puede iniciar en cualquier momento. Si es en época de lluvias, se construyen albergues. Los chicos permanecen en ellos durante el día. Por la noche se van a sus propias casas. El Zo que está a su cargo también vuelve a la suya.
Hay tres tipos de demonios en el Bô. El Ge zo o De zo es el principal, si es que hemos entendido bien sus manifestaciones. El segundo es el Bô ze zo. Es el demonio circuncisor, el que corta a los muchachos en el Bosque. Hay de uno a cuatro de estos, dependiendo del tamaño del pueblo. El tercer diablo es el De ke zo, el Zo que hace ‘medicinas’.
Ge zo
Las mujeres pueden pronunciar el nombre de Ge zo. Este tiene un pregonero y ayudante que interpreta su discurso al pueblo. Este pregonero es también su mensajero. El discurso del diablo Ge zo se llama Ye.
Este demonio anda desnudo por el monte con los chicos, aunque hay quien niega esto. Cuando sale, debe ser visto solo por los iniciados. Estos gritan: “¡Ke yu! ¡Ke yu!” para advertir a las mujeres y los niños para que puedan correr y esconderse. Su pregonero habla a través de un bramador.
Por la noche, cuando los muchachos salen para irse a sus casas, también “hacen hablar al bramador” para advertir a la gente que se aleje. No deben ver mujeres y niños hasta que sean liberados del Bosque. Un Ge zo solo puede poner en marcha una escuela del Bosque cada vez. Cuando una persona importante o jefe muere, el Ge zo va a oficiar y ayudar a los miembros de Bô con los ritos funerarios, pero no acude si el funeral es de un miembro ordinario del culto. Es raro que en estos actos haya mujeres presentes.
Cuando llega el momento de que el ciclo del Bosque comience, los niños demasiado pequeños pueden ser excusados, pero si son grandes y quieren esperar más tiempo, deben pagarle al Ge zo un ave y una estera; pasado ese tiempo, si se niegan a ir, los atrapan y los llevan al Bosque. El diablo no puede entrar en sus casas para atraparlos pero si puede hacerlo afuera.
Gbunde, Loma y Mano
Los padres pueden enviar a sus hijos a otros pueblos para que los ‘corten’ allí, pero esto está mal visto, pues incluso son los muchachos, o padres, de otros pueblos, los que a veces prefieren el Bosque Gio. Mientras los muchachos o las muchachas, estén en el Bosque, no habrá guerra; toda la gente respeta el Bosque.
Esto es así en Gbunde, Loma y Mano. Los niños permanecen en recuperación en un refugio, solo unas pocas semanas hasta que han sanado del corte y el Ge zo considere estar listo para liberarlos. Unos sanan rápidamente, otros no. Pueden ser solo tres o cuatro semanas, aunque a veces se alarga.
En el monte, o Bosque, después de que han sido cortados, el Bô ze zo pone el ‘agua’, savia, de un pequeño árbol *sabiéndole conocedor seguro que astringente, sobre el corte. Luego hace un alargado cono con una hoja y cubre el órgano para protegerlo; como los niños los usan durante unas dos semanas, pueden cambiarlo cuando se quiera; después usan faldas de fibra de rafia.
Mientras están en el monte, los chicos van desnudos, salvo el cono de hojas o la falda de rafia, su Ge zo hace lo mismo. Las madres traen comida al Bosque y la dejan en la valla para sus hijos.
Mientras están en el monte, los muchachos pueden recibir diversa instrucción: como aprender a hacer bolsas o tapetes; a cazar y pescar haciendo un arco y flechas; o cómo obtener vino de palma y hacer que sepa bien aprendiendo a que fermente rápidamente. Son los muchachos los que eligen en qué quieren ser instruidos. Pero no se enseña nada sobre sexo o medicina, ni sobre religión o leyes. Aunque esto difiere en otros pueblos.
El De ke zo
Cuando llega el momento de dejar el Bosque, todos van al agua y se bañan. El De ke zo aparece con un gran recipiente lleno de ‘medicina’ “Agua Bendita” por así decirlo. Todos recogen un poco de esto con sus manos, y se masajean a fondo el cuerpo y las extremidades con ello. Se supone que da buena fortuna. Luego se visten y van a la ciudad. Se forma un gran revuelo en la ciudad, con tambores y bailes. Mientras esto sucede, sus familiares y amigos preparan un festín para todos. Después de la fiesta, aquel que deba hacerles regalos los lleva a los Zo, aunque preferiblemente ya, dinero, en lo que el jefe del pueblo también debe contribuir.
El Bô ze zo se queda con más de un tercio de todos estos regalos; el resto se divide entre las otras dos clases de Zo. Luego, el jefe le da al Bô ze zo una tela nueva, o su equivalente. Luego, cada familia lleva a su niño a casa, bailando a su alrededor a medida que avanzan. A él también se le dan regalos y se le viste con la ropa y otras prendas de vestir que le han dado. De ahora en adelante, durante un mes entero, no debe lavarse ni bañarse en presencia de una mujer.
Si un niño muere durante el ciclo del Bosque, se dice que el Ge zo se lo llevó porque nació brujo. A veces se les dice a sus padres que había jugado con cosas de brujas mientras estaba en Bosque, por lo que la gran medicina del Bô, que era más fuerte, lo ‘atrapó’ y lo mató.
los Gio
El Ge zo no pone marcas del demonio en los chicos como lo hace el demonio en Mano, porque a los Gio no nos gustan esas marcas. Queremos nuestros cuerpos suaves* de hecho no se observan escaras ni en hombres ni niños, ni tampoco relativas a ningún culto. No se obtiene un nuevo nombre en el Bosque.
Ni nos convertimos en personas nuevas como lo hacen los Mano, por lo que no somos liberados de las deudas que teníamos cuando entramos en el Bosque.
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