Máscara Ngil
Ngi era la principal y más temida de las hermandades fang, que se extendía desde el norte del País Fang, sur de Camerún con los Ntumu, hasta el territorio de los Betsi al sur en Gabón.
Ngi se ocupaba de vigilar que la paz no fuera alterada y para ello actuaba además como policía y juez persiguiendo a los perturbadores, criminales y a los brujos por acogerse a un Evú, o espíritu, pero maléfico. Y para ello necesitaban una enseña que los identificara, la máscara Ngil.
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- 1ª: Pierre Vérité nacido en 1900 compró su primera pieza africana en la década de los 20. Se subastó parte de su colección en Christies París en junio de 2006, alcanzando esta Ngil de los Fang 5.900.000 €. Indiscutiblemente es una hermosa máscara.
- 2ª: Máscara Ngil de los Fang Ntumu, Museo Etnológico de Berlín-Dahlem, Guinea Ecuatorial, antes de 1895, madera clara y caolín. Las escaras han sido pirograbadas.
- 3ª: Depositada en el Museo de Artes Primitivas, Louvre, París. Expuesta en ‘Afrique Les Forets natales. Arts d Afrique equatoriale atlantique’ en el Musèe du quai Brany-Jacques Chirac. Paris.
El macho alfa
Ya explicamos qué representa las máscara Ngil. Ni más ni menos que al gran gorila de espalda plateada. El macho alfa. El que cuida se ocupa regaña protege o muere si hace falta, con tal de salvaguardar su familia. Inteligente y por ello precavido, cuidadoso hasta lo tierno pero enérgico ante el díscolo.
Este enorme herbívoro se caracteriza por la capa de pelo blanco que desde sus hombros le baja hasta mitad de la espalda, algo muy vistoso. Pero encierra algo menos vistoso a primera vista, pero que infunde tremendo respeto entre aquellos que ansían ocupar su lugar, es el tamaño de su oblonga cabeza.
Caracteristica que solo se da entre los machos adultos y que les va creciendo a medida que llega su edad madura, donde más fecundo y poderoso llega a ser, desbancando entonces al ‘rey’ anterior, y con notable normalidad pues casi nunca pasa más alla de alardear del ronco sonido de sus torso al golpearse con los puños, enseñando a la par su tremenda dentición.
Y qué causa tal deformación craneal que ni hembras ni los demás machos alcanzan? pues un enorme hueso en forma de cordillera que del occipital, casi le llega al arco ciliar, alcanzando, como yo personalmente he visto, casi los siete cms de altura, y sobre el que se desarrolla una hercúlea musculatura que le permite quebrar casi cualquier rama, aunque parezca en un principio imposible, es la llamada ‘cresta sagital’.
Cráneos de gorilas machos con cresta sagital. 1º absolutamente desarrollada del hueso occipital al ciliar. 2º gorila en fase de maduración donde le falta por desarrollar casi la mitad de su cresta sagital. |
el origen de la hermandad Ngi
Todo lo dicho, percibido por las gentes con las que confluye en su entorno, entre muchos otros los Fang, sirve de imagen ideal de comportamiento, promoviendo a las gentes a imitar sus modos y maneras dado que ven cómo la harmonia tan solo se quiebra cuando llega el momento de sustituir al líder.
Puede que esto fuera el origen de la hermandad Ngi, pero también puede que algunos humanos quisieran prevalecer con malas artes, por lo que ante el riesgo de perder la harmonía, ubicación, territorio y pura existencia vital, fueran pervirtiendo las normas sensatas hasta llevar a la hermandad al paroxismo de lo violencia brutalidad y deshumanización racional. O eso al menos pensaron aquellos que en los primeros años del siglo XX decidieron erradicarla.
Esta perversión, previa su erradicación, conllevó a rituales entre los Fang del sur de Camerún, Guinea Ecuatorial y norte de Gabón los grupos Beti y Bulu Ngumba, por un lado y al este, el otro extremo, los Ntumu y Betsy, todos en realidad. E imitando los rituales del culto Byeri en los que usaban reliquias ancestrales, ellos subliman estos restos y deciden que mejor para sus rituales de Ngi utilizar restos humanos, sí, pero de desconocidos.
Raptados unas veces, comprados, aprisionados en las trifulcas en las que se invadían otros poblados, criminales o acusados de ello, todo daba igual. Eso sí, parapetados siempre tras prácticas específicas que tan solo pretendían combatir la hechicería maligna. O eso se dijo en los tribunales de los blancos.
Gabón
Entre los primeros en advertir su deriva estuvieron el padre Henri Trillesa principios del s.XX, en el transcurso de sus viajes por Gabón, y posteriormente Günter Tessmann en sus incursiones por el Río Muni. Cada uno por su lado y momento observaron cómo una hermandad reguladora que en principio velaba por el orden y la buena praxis, se transforma en no mucho tiempo, queda saber pero nadie lo apunta tan siquiera qué papel jugaron ahí los colonizadores.
Si en principio se trataba de mantener controlados a los perturbadores y alejados a los hechiceros malévolos con parece ser ceremonias y rituales tal vez estrambóticos pero inofensivos, lo que se transluce de las transcripciones posteriores a los años 20 del siglo XX, son ceremoniales nocturnos donde aparecía un aterrador individuo enmascarado con afilada y larga cara blanca entre piruetas espectaculares. Personaje cuyas evoluciones con libre disquisición consistían en apresar individuos por aldeas y pueblos que de inmediato eran considerados hechiceros siendo juzgados y castigados.
Instaurados los Ngil casi como milicias, sus brutales intervenciones comenzaron a provocar un gran malestar en los pueblos, cuando para lo que se les requería era para promover la paz. Por eso, la presión de las misiones religiosas que lo prohibieron a sus fieles, y todos los blancos lo eran, y en función de la potencia colonizadora, entre 1910 y 1920 acabó por erradicarse.
Según los informes, de:
“ ‘Importante sacramento de regulación y derecho social’, se transmutó a una especie de inaceptable ‘Inquisición’ ”.
Elaboración de la máscara Ngil
En cuanto a su elaboración y configuración: la madera debía ser flexible y ligera y antes de cortarla ser previamente honrada y solicitada la conformidad al árbol para hacerlo.
En cuanto a su configuración resalta la forma longilínea y la pronunciada y bulbosa frente, que conforma, al perderse, los arcos ciliares, bajo los que la faz se convierte en un remarcado corazón, casi barroco, de cuyo epicentro cabe destacar la nariz, idealización en muchas culturas del mundo de conocimiento, que vemos delgada y usualmente más de un tercio que la longitud total de la máscara.
Y eje vertical y horizontal del que parten los varios volúmenes, los emergentes y los esfumato, en cuya parte cóncava principal bajo la prognata frente sirve de eje divisorio para dejar entrever a cada lado pequeñas hoquedades que permiten al vivo mirar como si fuera el Nsissim del espíritu que encarna; espíritu que no necesita hablar ni oir para comunicarse, por lo que los orificios correspondientes o no se muestran o son imperceptibles.
Este hipertrofiado órgano, a veces la mitad de ancho que el total de la máscara, marca la comunión con la entidad espiritual que en ella se guarece, el inquisidor justiciero de la comunidad. Son peculiares las escarificaciones, remarcando las cejas, en las mejillas, comisura de los ojos y labios o en la frente, anuncian en cada caso la pertenencia familiar; son hechas con un sistema de pirograbado, calentando un puntiagudo hierro y dibujando con el la madera.
Suelen ser importantes indicativos: las capas de caolín del largo uso dado, y la oxidación del conjunto la confirmación de que el objeto es muy antiguo. Sea como fuere una máscara Ngil, es verdad que siempre resulta armoniosa. Es curioso que eso pareciera aterrador a los Fang.
Caolín
Todas las máscaras Ngil se bailaron siempre recubiertas de caolín, pues el blanco es el color del mundo de los espiritus e imprescindible, cual conexión de wifi, para comunicarse con ellos.
Para terminar este apartado permitidme mostraros, seguro que no la más elegante o hermosa, pero sí tal vez de las ubicadas en España, una de las más antigua máscaras Ngil en manos privadas, al menos que yo conozca. Los exámenes biotécnicos que se le hicieron, Facultad de Biología y de Termodinámica en la de Química de la Universidad Autónoma de Madrid sobre 1980, que la dataron con un más menos 7% entre 1890 a 1915.
La trajo a mi familia un joven teniente de artillería destinado en Guinéa Ecuatorial cuando yo aun no había nacido y él se iba a casar con la hermana mayor de mi futuro padre, sobre 1938. Trajo a su vez, que yo haya tenido pero por desgracia he perdido, un recipiente de barro cocido cuyo mango era el cuerpo y enrrollada cola de un pequeño mono y cuyos brazos encauzaban el líqido formando el caño, al que yo utilicé muchos años para dejar los pinceles una vez limpios.
Estas hermandades, Só y Ngi, diferenciaban a los integrantes de la hermandad, de aquellos que aunque participaran en los actos públicos que ellos organizaban, no lo eran. Los primeros, iniciados o aspirantes accedían a los rituales privados y los demás, la comunidad, tenían acceso abierto para participar en la ceremonia entonando canciones, durante las que aparecía un enmascarado cuando el ritual predisponía a la danza. Aunque completamente oculto, se sabe que el enmascarado debía ser siempre un hermano de alto rango, lo que se descubrió cuando estas manifestaciones se prohibieron y se detuvo a algunos enmascarados reicindentes.
Función de la máscara Ngil
La máscara Ngi aparecía en la aldea por las noches, su función consistía en juzgar y castigar a los culpables de transgredir normas con palizas y confiscación de bienes; y a los criminales, brujos o inductores de maleficios se les obligaba a beber Minkal, una venenosa pócima que probaba, tarde normalmente, la responsabilidad que tenían.
Con faz de rasgos antropomorfos, la nocturnidad y el que la máscara estuviera recubierta de blanco alumbrada por hachones, le confería al enmascarado una apariencia sobrehumana aterradora, pues siendo el blanco el color atribuido a la muerte y los espíritus, era el paradigma ideal.
Só y Ngi se prohibieron por varias causas abiertas por denuncias que tomaron en cuenta las administraciones coloniales de los distintos países que contralaban cada zona, entre 1910 y 1920, Alemania e Inglaterra en Camerún, Francia en Gabón e Inglaterra y España en Guinea Ecuatorial.
No está muy claro si fue por la presión de los misioneros de las distintas iglesias cristianas, o si como se publicó en los periódicos de la época, resultaba que ambas hermandades se extralimitaron al juzgar y ejecutar a algunos que consideraron culpables.
Les Pahouins Monographie Ethnologique
Tessmann, Günter, en ‘Les Pahouins Monographie Ethnologique d’une tribu d’Afrique de l’Ouest, en AAVV, Fang’, París, Dapper, 1991, p. 253.39, nos relata:
“Partiendo de la cosmogonía fang que revela el origen de la vida, existían varios tipos de sociedades protectoras que incluían los ritos del bien y del mal, asociados a los cuatro elementos que forman los pares de opuestos: sol-luna, agua-fuego. Cultos vinculados a estos principios que enlazaban el mundo de la magia y de las creencias religiosas con el arte”.
Parece no haber dudas que el interés primigenio de estas sociedades era preservar las tradiciones y sus reglas sociomorales, y que alterados sus principios y dictaminado por la justicia colonial, se prohíbe y desaparece la hermandad Só a principios del s. XX, recayendo sobre Ngi, el compromiso de preocuparse por sus normas cometiendo los mismos excesos, siendo igualmente prohibida pocos años después.
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