sociedad de los Fang
Su sistema hereditario es patrilineal, siendo un varón por tanto el trasmisor y el heredero, lo que regula a su vez su orden social. De ahí parten dos primeras normas: la exogamia, o prohibición de casarse con parientes con algún grado de consanguinidad y la poligamia, la posibilidad de que el varón pueda tener más de una esposa.
Esto es muy importante teniendo en cuenta de donde parten, por donde fueron y donde están. Importante para ellos así como para todos los pueblos que comparten dichas normas.
La exogamia rejuvenecía sangre y lazos, en pueblos que se movían desde épocas previas a Alejandro Magno, siglo III aC., donde la presión conquistadora de pueblos de Medio Oriente ya conllevaban movimientos desplazatorios de los oprimidos buscando huir de posibles calamidades y encontrar asentamientos menos conflictivos dirigiéndose hacia el oeste.
Nilo Blanco
Esto quiere decir que se encontrarían con gentes de distintos lugares, posiblemente con otra cultura, creencias y conocimientos. Si se dice que clanes fang, al igual que otros pueblos situados en los aledaños del Nilo Blanco, pudieran sentirse obligados a moverse sobre el siglo X, no puede obviarse lo que unos y otros aprenderían y absorberían entre sí.
Y claro está, hasta los años 50 del siglo XX mucho más. Esto conviene recordarlo cuando veamos y se discuta sobre sus obras, donde parece que solo las tenidas por ‘puras’ se tienen por auténticas, qué gran error clasificar la cultura de ese modo, y menos estas, cuyas obras raramente se acercan a los cien años.
Retomando el orden social, en la sociedad Fang, el individuo o Bot, puede quedar clasificado en cuatro unidades sociales inferiores al clan o Ayong:
- Nda bot o familia. Es la unidad familiar menor, básica y plenamente vigente de la cual forman parte el padre o Esa bot, las esposas y los hijos y personas dependientes.
- Nvogo bot o ‘gran familia’ compuesta por gentes de linaje común, agrupando varias familias dentro de un mismo poblado. Cada Nvogo bot posee un jefe, Nkukuma, y una casa de reunión, conocida por casa de la palabra, Aba’a.
- Avom bot o linaje. Es la unión de diversas familias que conservan el nombre del antepasado común que fue su fundador.
- Etunga bot o estirpe. Agrupamiento de todos los linajes que reconocen un antepasado común.
Relevancia de la identidad
En la sociedad Fang. este esquema de familia, gran familia, linaje y estirpe, perpetúa su identidad siempre y cuando mantengan las observancias del matrimonio exogámico, el provenir de un antepasado común y rendir culto a los ancestros divinizados.
Dando por hechos los dos últimos, el ‘mandato’, de no poder contraer matrimonio dos personas con consanguinidad patrilineal en ninguna de estas escalas o grado de parentesco, llevó a que si en otros tiempos el grupo Ntumu era conocido como Mobum y lo componían diez clanes, los Asok, Ebà, Efak, Essàkoran, Essàkunan, Essamangon, Essàmbira, Essandon, Essanguac y Esseng.
Demográficamente los más numerosos, consta que sobre los años 60 del siglo XX, los Esseng con 68 poblados en la región continental de Río Muni, provenientes todas sus gentes de la estirpe de Nsué azeme más conocida como Etunga bot, y siendo por ello el más importante grupo en Guinea Ecuatorial, formando el clan del que emergió el grupo Mobum, pasara a ser denominado Ntumu al sumarse y absorber al grupo de clanes hoy mayoritarios en el sur de Camerún y Guinea Ecuatorial.
La tradición en la sociedad Fang era fundamental para mantener estos cánones, pero difuminándose esta, tiende a desaparecer la cultura diluyéndose en el mundo global, por ejemplo, entre los fang el Melan o culto a los ancestros se ha ido marginando y con ello el relatar los ndán ayong o nombres genealógicos como divertidas letanías a la caída de la tarde, para ver cuál de los niños gozaba de más memoria, lo que era algo recurrente; pero James Fernández ya apuntaba literalmente:
“Las genealogías Fang ofrecen una profundidad media de quince generaciones, y en la década de los noventa ya era difícil, en Guinea Ecuatorial, encontrar a alguien que fuera capaz de remontarse más allá de cuatro o cinco generaciones”.
memoria genealógica
Sirva como ejemplo para entender esta situación la corriente que siguieron diferentes estados coloniales, como España en Guinea Ecuatorial, el intentar reducir la identidad personal de los fang de sus numerosas nomenclaturas genealógicas a una sola, imponiendo el bautismo y que los misioneros añadieran un nombre cristiano previo al del fang, aculturizándoles al privarles de su memoria genealógica que recordemos podía alcanzar los quince patronímicos.
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