Los Diablos del Poro
Dejadme redundar, otra vez: ya se ha dicho que los primeros blancos que aparecieron en África con la mejor intención de darnos a conocer sus gentes, aparecieron sobre el XIX, y como intérpretes, solían llevar libertos de sus colonias americanas, hijos o nietos de esclavos como poco, que ya sabían qué quería el blanco con el que hablaban el mismo idioma. El inglés, pero ningún otro idioma y menos africano, pues lo normal es que además sus orígenes tuvieran un origen congolés o nigeriano, que no de una región dónde atracar un barco en esa época era una pesadilla casi imposible.
Esto viene al caso de que cuando estos blancos se introducen con la sana intención de averiguar cosas sobre los negros autóctonos, entenderse no era fácil. Imagínese alguien a estos blancos, que sin duda irían armados o protegidos por fuerzas coloniales, que llegan a un poblado perdido de África donde por lo general sus gentes, durante generaciones, han estado huyendo buscando tranquilidad. Llega alguien que les asusta por ser blanco e ir armado y le acompañan negros que para nada se parecen a ellos y que les tratan sin respeto, y les ‘parece’ que les preguntan algo que no entienden bien a qué se refiere, pero les contestan.
El negro impertinente y raro le parece que les vuelve a preguntar y ellos les vuelven a responder. Bien, veréis que utilizamos mucho la palabra Diablo, ‘Devil’ en inglés. Sabemos, ahora, que los habitantes autóctonos en realidad querían decir los ‘enmascarados’ u ‘ocultos’, pues llevaban máscara e iban ocultos.
Mantendremos lo de ‘Diablos’ porque así figura en toda la literatura hasta hoy, pero se han añadido ‘apellidos’ que definen y dan nombre a cada ‘oculto’.
Los diversos líderes de Poro y Sande
Otro pequeño desbarajuste es el que define el lugar. Veremos que para enseñar recurren a escuelas que ubican donde nadie estorbe, pero no todo el monte es orégano y hay lugares llanos, con ríos o exuberante vegetación, pero sus ubicaciones requieren estar aisladas y mejor con arboledas, modo de que no se vea qué hay o se hace al otro lado.
Pasa lo mismo para su definición, cada escuela veremos que pasa por ser Bosque, así, con mayúscula inicial; aunque pueda llevar adjetivo concreto o preciso, la escuela es, Bosque. Aunque esté en el monte. Y ‘arboleda’ es esa parte de la escuela o Bosque que oculta, más, lo que hay o se hace dentro: como ‘calvero’ es el sitio despejado donde realizar trabajos o aprender danzas o mimo, tanto en Poro como en Sande.
Los diversos líderes de Poro y Sande eran llamados ‘devil’, ‘devil bush’, término acuñado por misioneros blancos que pensaban eran, eso, el diablo o sus manifestaciones; ‘devil’ traducido del inglés es ‘diablo’, así como ‘devil bush’ es, ‘diablo del Bosque o monte’, pero cuyo significado real por lo que ahora se sabe sería ‘enmascarado’ aludiendo a ‘oculto’. Había diablos o demonios hombres y mujeres.
el Gran Diablo
Estos términos se aplicaban a diferentes clases de líderes secretos, de los cuales había un buen número. Quiénes eran, sólo lo sabían los iniciados, porque nunca aparecían desenmascarados en público. El líder principal, considerado un ‘gran maestro’ del culto, era designado como el “Gran Diablo”.
Su autoridad no sólo se extendía sobre todas las logias de una región, sino que era indiscutible en asuntos cívicos cuando decidía ejercerla. Pero sobre este parece que había una especie de “Gran Maestro Supremo” con poderes aún más amplios, y por encima por tanto del “Gran Diablo”. El temor que infundía provocaba que poco se oyera sobre él.
Alldridge, 1901, p. 171. Cuenta:
“Nos enteramos de que el “Supremo Gran Diablo Poro” de los Gbunde y Loma vivía en Lifiza en Gbunde. Él superó al diablo Zigida, el “Gran Diablo” de los Loma, “¡Era mucho más poderoso!”.
el Bele mele
El hermetismo, producto del miedo, hizo imposible precisar la posición real de estos dos mortales. Dijeron en Loma, que el “maestro supremo” era llamado Bele mele nafui, el “cuerno del carnero Nafui”.
“Él es el hombre y el maestro del más alto grado. Hace los mayores sacrificios por el bienestar de la sociedad y la protege de intrusos indeseables. Es el que más sabe de ju-ju y de todos los secretos de la sociedad”.
Fuera del bosque el Bele mele debía estar cubierto por completo desde su cabeza con una prenda de rafia que le envolvía, incluso haciendo invisibles sus pies. La prenda estaba cubierta con las plumas azules y amarillasdel gran “touraco moñudo”, Corythaeola cristota, otro gran comedor de plátanos. Además, ocultaba su faz tras una máscara de madera.
Diablos del Poro en Gbunde
El Gran Diablo. En Gbunde decían que el Gran Diablo de cualquier región,era el iniciado del Poro que a su mayor antigüedad, añadía el ostentar el más alto rango de los concurrentes. A veces incluso, como en Zigida, se dilucidaba esto por el concurso de dos herreros que lo atestiguaran. Teóricamente, nunca dejaba el Bosque. En realidad, era un ciudadano que, como los otros demonios, se ocupaba de sus propios asuntos cuando no estaba ejerciendo su función.
Nafui so, es Gran Diablo para los Gbunde, Loma y Kpelle. Usualmente o cuando se juraba por él se abreviaba y se le llamaba Namu. Pero su nombre real acaba en so, ‘apresar’, pues a veces llevaba un palo en cuyo extremo se sujetaban tres o cuatro ganchos curvos, muy parecidos a los usados por algunos miembros del culto del “leopardo humano”, pero con un mango más largo. Lo que veremos más adelante en el apartado del culto a esta secta de los “Hombres Leopardo”.
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