Introducción
Los Vuvis además honran a sus padres primordiales con la máscara Disummba, Dissumba o Disumba, ‘madre de la humanidad’ y de Nzambe Kana ‘padre de la humanidad’. Una vez el rito termina, las máscaras se guardan en el santuario Ebanza donde se reúnen los iniciados masculinos. La madera la impone el culto, ligera para no impedir el baile, la de ‘musangacer cropioides’o combo combo, que llaman ellos.
Las raras figurillas de los Tsogho se usaban para los ritos de la sociedad Bwiti y para el culto hereditario Mombe, como los bustos de relicario, o Moumba Bwiti.
Sus mascaras triangulares recortadas en la parte superior se utilizan básicamente en los ritos nocturnos de llamada del espíritu Moghondzi. Como antes se ha visto.
Mugala
Los Vuvis siguen el rito mayoritario y los iniciados, a posteriori, se agrupan en otra sociedad la Mugala en la que en exclusiva se interpreta el relato épico del Muett.
Con estas salmodias de los relatos épicos, transcurre el tiempo donde la noche nunca interrumpe la liturgia, sino que le otorga una parte fundamental de misterio y misticismo.
El rito de iniciación del Bwiti, encamina primeramente al iniciado a consumir corteza o en mejor caso, raíz de la tabermanthe iboga, arbusto perenne con alto contenido de alcaloides y principalmente de la ibogaína, poderoso alucinógeno de rápido y gran efecto. Durante el proceso, la absorción de una gran dosis de alucinógenos permite a los recién llegados obtener espectaculares visiones, las cuales son utilizadas hábilmente por los nganga, sacerdotes brujos o brujos sacerdotes, para validarse.
Bwiti
En origen, el rito tenía principalmente una función terapéutica conocida como ‘rito de la pena’, pues se elegía a novatos que se iniciaban y que hubieran pasado por algún desgraciado accidente o incidente inexplicable, que sospechosamente y la mayoría de las veces, se atribuía a que habría estado causado, malévolamente, por un brujo o alguno de sus acólitos.
Las dosis de la ingesta variaban en función de conseguir como resultado, un coma, que al despertar, propiciara la sensación de haber sido ‘aprobado por el otro lado’.
Que lejos de parecer una transición o camino a la muerte, dolorosa y para nada placentera, supusiera una perspectiva distinta ante ese dilema y fuera una clave para el futuro lejos de esa idea.
Este ‘pasar al otro lado’, es el objetivo de la iniciación, que se celebra por lo general una vez en la vida.
La pérdida del miedo a la muerte y como consecuencia, el sorprendente efecto de esta medida sobre la existencia, explica por qué el culto se ha extendido a todas las etnias del Gabón.
Los nganga
El rito, es dirigido por el Nganga, el maestro, el adivino, el que trae el regalo, el director de ceremonias, el consultor y el terapeuta, todo en uno.
Hay más de una docena de apelativos que colgarle y que definan su función. Depende de la naturaleza de lo que haya que tratar, consultar, maldecir o bendecir.
Según los términos filosóficosque hemos visto más arriba,del Eboga primero, Kangara, intermedio y Maganga, el tercero último y trascendente, que significa ‘ardiente’ el que quema, deriva de hecho el vocablo Nganga, que vaen funcióndel nivel o grado de este maestro o adivino en referencia a esos dos últimos grados. Tras los ritos de iniciación, Donge o Disummba, los nuevos miembros son aislados del mundo exterior durante un periodo de entre una y tres semanas.
Después de este tiempo ya se les considera adultos, preparados para Bokayé. Este término significa el primer y último aliento, la relación de Dios con la muerte. Dikombo es el origen, el inicio. Dikombo Bokayé es por tanto y en sí mismo la respiración, el hálito de vida.
Sociedad secreta el Ndjembe
Origen Myene y pueden participar de las danzas y ritos comunales.
Honran a Dissumba ‘madre de la humanidad’.
Mabundi es esa mujer que participa en la iniciación Bwiti dentro de su sociedad Ndjembe. Este término también integra, por extensión, a las mujeres que bailan en la danza Misókó.
En Dissumba, se habla de mabanjie las mujeres Dissumba, significa que la mujer es ancestro primordial del Mitsogho Bwiti. El Dissumba es, por tanto, la forma de Bwiti más mística, a menudo descrito como el culto a los antepasados, o ‘rastro de la madre’. ‘Donde el arbusto debe consumirse en gran cantidad’.
Ritos de paso
Hemos visto hasta ahora los diversos ritos de paso, de la infancia a la edad de compromiso como adulto, de los pueblos Myene de Gabón o los situados en su órbita de influencia, como los Vuvis con los MiTsogho, idénticos en general y el resto de los Myene.
Comprobando que como en el resto del mundo, este ritual consiste en apartar a los muchachos, de ambos géneros, de sus correspondientes entornos, para enseñarles lo que serán sus nuevas obligaciones a partir de que realicen la ceremonia de aceptación como nuevos iniciados, reitero que los conceptos, no los medios ni modos, son iguales a los de cualquier otro lugar del mundo.
En ellos, a los niños se les hace ver que están dando un ‘paso’ trascedente en su vida, donde se acaba una etapa, pero que tras el fin se abre la nueva puerta a esa incipiente vida a la que aspiran, tras ver cómo lo han hecho otros antes que ellos y aprender de estos para obtener el respeto que ellos ganaron entre los de su género, como solidarios, generosos y trabajadores, pero sobre todo entre los miembros de su género opuesto.
Paso, solo uno pero trascedente, que les cohesiona socialmente y permite a los varones dejar la protección materna para adquirir su estatus masculino, aprendiendo a ser hombres maridos y padres, y alcanzar si lo son, el máximo respeto; y a las muchachas, la responsabilidad que conlleva el ser adulta y ser garantes de que cumplirán su compromiso como buenas hijas, esposas y futuras madres, pero de momento como encargadas de cuidar instruir y manifestar su cariño a los más pequeños que quedan en sus manos. Los ritos de paso, distintos en cada género, son esenciales para aprender el rol de cada uno en la sociedad en que viven.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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