El poder del miedo
No hay cosa que más miedo nos cause que aquello que nos perjudica o pensamos que puede hacérnoslo, que desconocemos qué es y de dónde puede venir. Las tradiciones escultóricas de estos pueblos arriba mencionados, y del resto de África, pero también en épocas determinadas de todos los del mundo, están dirigidas a conseguir protección contra estos males de origen desconocido, intercediendo ante entes que se piensa vagan invisibles e inaudibles a nuestro lado, como los espíritus que protegen ríos, montes, o árboles y también de los que antes vivos, pasan una vez muertos a ser como conseguidores o inductores, mediante los poderes espirituales recabados, a interceder por los hombres.
Figuras como las de las fotos de este capítulo, fetiches o buffu, la de abajo del tipo mikisi mihake, tenían una contribución que realizar, que no era otra que recibir y retener el último aliento y espíritu de un moribundo, que quedaba retenido en el interior de la figura mediante un tapón de resinas o ceras. Esto hacía que estas figuras tuvieran la consideración de animadas, vivas y dicen que incluso capaces de movilidad, de dislocación, de cambiar de lugar por medios propios.
Espíritus
Lo que cierto o no, hacía pensar que se debía a que era fruto de la fuerza vital que encarnaban y que era parte del proceso que utilizaban para solventar algúna necesidad de un descendiente vivo en apuros. Cuando se acumulaban y entraban nuevos ‘espiritus retenidos’, lógicamente parientes más cercanos, considerados más conocedores de las últimas necesidades de los parientes vivos, y se arinconaban los otros, había que deshacer el tapón de ceras o resinas para que el espíritu de ese pariente más antiguo vagara, libre, sin tener que acudir a las demandas de sus descendientes. Pasaba si había sido influyente o relevante, a ser un ancestro. Era cuando o se quemaba la pieza, o ya en el siglo XX a proceder a su cesión o venta.
Mikisi Mihake
- Figura a: Bufuu. Que guarda en el receptáculo que sujeta en su vientre el espíritu de su ancestro y que se acerca mucho, a mi enteder, a los Luba Lulua. Desconozco su procedencia.
- Figura b: Bufuu del tipo Mikisi Mihake ex colección Quackelbeen subastada por Sotheby’s el 5 de diciembre 2007. Ellos mismos determinan que tiene características de los Luba Hemba.
Esto me lleva a hacerme varias preguntas: una es que si allí pasa como en todas partes, imaginemos una iglesia española, y si la gente sabe reconocer a todos los santos que allí se ven, o si alguien es capaz de precisar de las estaciones del Via Crucis cual es la séptima; ¿pasa lo mismo entre los africanos’ . Otra es que si los Songye, Pende, Congo, Tshokwe y pueblos que les rodean y usan fetiches propios ellos los tienen y que características propias les dan. He encontrado algunos que se ‘atribuyen’ a los Luba, pasemos a verlos.
Fetiches
El misionero Frederick Stanley Arnot en su ‘Seven Years Pioneer Mission Work in Central Africa’ de 1889 relata que:
“Un comerciante de cobre llamado Kalasa se convirtió en un amigo cercano del antiguo jefe de Sanga. En determinado momento, el hijo de Kalasa, Msidi, más conocido como Msiri, visitó el país Sanga en lugar de su padre, donde encontró que la gente peleaba con los baluba, que les estaban invadiendo desde el norte. La partida de Msiri tenía cuatro armas de fuego, armas desconocidas en la zona en ese momento, y unos pocos disparos de los cañones puso a los Baluba en fuga. El viejo jefe, agradecido, fue dando distintas parcelas de intervención y poder a Misiri hasta que finalmente le nombró e hizo su sucesor. Tras saber de los Baluba fui a instalarme un tiempo con ellos”.
Y tras esto comenta que:
“Los adivinos y sanadores luba usan una serie de figuras humanas esculpidas, que llaman nkishi bufuu que utilizan para solucionar problemas o con otros propósitos particulares: usualmente para brindar protección general; con otros prevenir robos o atrapar a los ladrones; y algunos con el propósito de que ayuden a la recuperarción de cosas perdidas. De las dos figuras que traje, una sirvió para asustar a los ladrones, c, mientras que la otra, d, parece sirvió para revertir la esterilidad.
nkishi bufuu
Un nkishi bufuu se considera una pieza de madera inanimada hasta que se carga con bijimba, sustancias mágicas, que generalmente consisten en pequeños fragmentos de cosas y experiencias que juntas crean lo que los pueblos luba y tabwa llaman ‘un pequeño mundo’. Bijimba puede estar encerrado en un cuerno insertado en la cabeza de la figura, incrustado en pequeños agujeros tallados en las orejas, sienes u otros puntos de articulación de la figura. Al cargar una figura de esta manera, un espíritu pasa a habitar la figura y dotarla de poderes extraordinarios, para que pueda ayudar al adivino en sus intentos de cambiar el mundo para mejor”.
Bueno nunca he visto algo parecido, como tampoco fetiches o figuras como estos que aquí traigo y que se salen de la norma de lo que se ve habitualmente como factura de una mano luba. Es posible pensar que muchas tallas se encontraran en demarcaciones distantes, por muchas causas: como que alguien la llevara de amuleto en una caravana, y que muriera; o se regalara, cambiara o vendiera por a saber que causa.
Pues hemos visto en este rincón del Congo, entre los Luba, tejidos de Salem en USA, de perlas indias y luego europeas que han servido de monedas o intercambios; o esclavos que han pasado de uno a otro extremo del continente, y que al igual que los que acabaron en América, necesitaban de sus propios exvotos para mantener esperanza. O que un tuareg en la frontera de Tunez te cambie pilas por una lukasa.
los songye
El e corresponde al documento donde están el c y d, aunque dice luba, no da datos de su utilidad. El f es propiedad del Institute of Arts Museum de Detroit. Y el g con raíces de pueblos kongo también aparece como Luba: lo único que los diferencia de aquellos es que el cráneo es simulado pues está tallado en madera.
El h es una maternidad que está depositada en el MetMuseum adscrita como Luba. Aunque hemos visto que en algún momento los songye estuvieron bajo la mano Luba, ciertamente se desligaron formando su propio reino, lo que no quiere decir que dejaran ambos influencias de unos en otros, como se puede apreciar en esta figura que aunque el museo la conceptúa luba, se ve en ella la enorme influencia songye, ¿o fue del revés.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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