Organización social
Antes del ascenso de los mantsemei en los siglos XVII y XVIII como jefes de guerra, la autoridad judicial suprema descansaba en los sacerdotes de las lagunas Sakumo, Korle y Nai, y cada pueblo tenía su propio sumo sacerdote o wulomo, plural wulomei. Como en la mayoría de las sociedades preindustriales, había poca distinción entre la autoridad religiosa y secular.
Ningún objeto divino está asociado con los dioses a quienes representan los wulomei, responsables de interpretar a la gente los deseos de los dioses y de verter libaciones semanales o diarias. Tienen la última palabra con respecto a lo que está bien o mal; para muchos, su autoridad sigue siendo influyente aunque no absoluta. Se visten de puro calicó blanco y se supone que están libres de cualquier fechoría; los hombres incircuncisos y las mujeres que menstrúan tienen prohibida la entrada en sus residencias o compuestos; cualquiera que entre se supone que debe hacerlo descalzo.
Los wulomei
Los wulomei merecen yreciben más respeto que los mantsemei, que son representantes de la antigua autoridad secular. Los mantsemei originalmente recibieron su autoridad de los wulomei, quienes delegaron algunos de sus deberes seculares en estos sacerdotes menores, los mantsemei, quienes magnificaron su posición en base a utilizar la parafernalia de la autoridad política de los Akan, como los famosos emblemas heráldicos y los parasoles.
Durante la era colonial, la autoridad de los mantsemei se vio denostada por su liderazgo ineficaz y, a veces, por su cooperación con el régimen colonial, así como por la desunión y las rivalidades. Además de las tropelías y corruptelas en la transacción de tierras y bienes, lo que ha otorgado a todos los mantsemei una reputación de venalidad.
Estructura política
Políticamente se han estructurado para que cada trimestre coordine un mantse; su clasificación entre sí depende de muchos factores, incluida la antigüedad del puesto, la edad y la personalidad del titular del cargo, y la autoridad y las gratificaciones delegadas por el gobierno. Los británicos utilizaron a los mantsemei como autoridades designadas para la imposición del gobierno ‘indirecto’, quitándoles el derecho de imponer la pena capital. El Abola Mantse fue nombrado jefe supremo, o Ga Mantse, el ‘padre del pueblo’, pero esa autoridad sigue siendo en gran parte tan solo ceremonial.
Como hemos adelantado, los Ewe mantienen un sistema patrilineal en su sistema social, lo que se refuerza mediante la creación de aldeas, más o menos grandes, en función del linaje que alberguen.
Cada linaje está encabezado por el más anciano varón.
Los Ewe veneran a sus antepasados masculinos, y tradicionalmente, las familias tienen claro su árbol genealógico en base a estos antepasados varones.
La propiedad
La tierra propiedad de una familia Ewees considerada un regalo ancestral, y un regalo ellos dicen que nunca se puede vender ni permutar. Su aversión a ningún tipo de control político les ha creado el halo de feroces ante cualquier atisbo de sumisión. Su independencia les lleva a no detentar ninguna identidad de grupo, de ahí la enorme diversidad de nombres con que se reconocen, aunque siempre acompaña el sufijo ewe a su patronímico, los anlo son anlo ewe, como los avinor ewe, por ejemplo; y aun con su jerga particular con el gbe como idioma común, nunca han apoyado una concentración de poder dentro de una aldea y menos a través de un gran estado.
Las decisiones de la aldea fueron y son tomadas por un consejo de ancianos, y después de su experiencia con el poderoso déspota del siglo XVII, Agorkoli del reino Notsese se han negado a apoyar políticamente a ningún rey por fuerte y poderoso que fuera. Esto, además de perjudicarles por falta de una idea de estado que respondiera unificado como tal, les ha incapacitado para responder a las yihad y guerras que siguieron en y después del siglo XVIII.
El sacerdote tradicional
El sacerdote tradicional, asume al efecto, el poder político en primera instancia en cada región.
No ha sido sino hasta tiempos contemporáneos, que los Ewe han intentado cerrar alianzas en su grupo, apostar por reconstruir su cultura común y su identidad lingüística, en los tres países donde se encuentran.
Aunque conceptualmente patrilineales, son las mujeres Ewe quienes se dedican tradicionalmente al comercio, tanto al por menor en sus tenderetes de mercado, como si es un al por mayor con envergadura como para poseer flota propia, es un negociado en manos de mujeres.
Mayoritariamente la propiedad de las tiendas y las transacciones son gestionadas exclusivamente por las mujeres, y esto incluye tanto el comercio de alimentos, como útiles, textiles o cualquier otro producto.
el concepto de honestidad de los Ewe
Tienen arraigado el concepto de honestidad, hasta tal punto que es un aspecto notable de la cultura Ewe, su negativa a culpar a otros de los hechos que de ellos hayan provenido.
Reconocidos etnólogos e historiadores estatales como Rosenthal y Venkatachalam, han efectuado profundos estudios donde demuestran, la “profunda angustia y voluntaria aceptación de la culpa” por el papel de sus antepasados en la ignominiosa trata de esclavos. Se han esforzado extraordinariamente para reconstruir identidades, conmemorar a los antiguos esclavos y hacer que los antepasados de esos esclavos también sean reverenciados como deidades.
sistema político actual
Su sistema político actual se deriva de la necesidad de una organización militar para lidiar con los conflictos de los siglos XVII y XVIII. Cuando la República Francesa se hizo cargo de esta región como colonia subsidiaria, los Ewe se dividieron en clanes o cacicazgos más pequeños. Cada uno era autónomo pero reconociendo que todos eran un solo pueblo. Los Anlo son uno de estos cacicazgos.
Los cacicazgos diversos como el de los Anlo Ewe, con una población de algo más de seis millones de habitantes, habitan el sur de Togo, el sur de Benín, el suroeste de Nigeria y el sureste de la región Volta de Ghana.
Mientras que la mayoría de los Ewe se encuentran en toda la mitad sur de Togo y el suroeste de Benín.
Son una sociedad patrilineal gobernada por una autoridad jerarquizada y centralizada. Hablan Anlogbe, un dialecto de la lengua Gbe.
Se dice que el sufijo nlo, de Anlo, se deriva de la palabra Ewe, ‘nlo’, que significa ‘enrollarse’ o ‘doblarse en uno mismo’, posiblemente por su dedicación a la agricultura y su facilidad para agacharse a poner el plantón.
La gente Anlo Ewe
La gente Anlo Ewese estableció en el extremo más occidental de la región, en la ciudad de Anlo.
Conviene precisara que son gente Ewe, posiblemente una familia, clan o linaje, puede que en parte o en todo, que vive en Anlo, ciudad que este grupo fundó.
La mayoría de los grupos se asentaron formando aldeas en las regiones costeras de Togo, Benín, y con un menor asentamiento en el sureste de la región del Voltade Ghana, muchas de las cuales estaban asociadas con el comercio de esclavos, lo que afectó a las poblaciones Ewe.
Los Avenor Ewe se establecieron al norte de los Anlo y hasta ahora se les encuentran en los Distritos Sur y Norte de Akatsi.
La migración
La migración del norte se debió a las frecuentes incursiones de esclavos lo que forzó a la dispersión de la gente Ewe por todo el sur de Togo, el sur de Benínhasta al sudoeste de Nigeria. Las aguas poco profundas y muchas islas de la ensenada de Benín proporcionaron un refugio seguro a todos. Solo permanecieron en sus asentamientos los más agresivos y mejor armados comerciantes de esclavos.
Los Anlo Eweadoptaron los métodos de organización militar de los Akwamu, incluyendo su sistema de ala, consistente en un sistema de defensa ataque.
El pueblo Anlo había creado tres alas, al estar dividido así por su ubicación geográfica. Los Lashibi, que provenían desde el oeste, defendían el flanco izquierdo, los Adotri el centro, y los Ay del este, que defendían el flanco derecho.
Todos estaban bajo el gobierno de una autoridad ‘central’ que gobernaba libremente, un rey llamado Awoamefia.
El rey
Históricamente, el poder de la autoridad central rara vez se invoca; sólo en tiempos de guerra o en la necesidad de asesoramiento judicial grave.
El rey es elegido de entre uno de los dos clanes reales, ya sea el Adzovia o el Bate; la selección no sigue la tradicional regla monárquica de la primogenitura. Los clanes rotan la designación de reyes, impidiendo que un solo clan se mantenga en el poder. La selección es hecha por los ancianos del clan de entre varios candidatos presentados por las diversas secciones del clan. El rey elegido tiene una posición de divinidad viviendo en reclusión, sólo tratando con los tres altos jefes a cargo de las regiones geográficas.
Estos tres jefes, así como los sub-jefes y jefes de estado en sus respectivas áreas tienen jurisdicción en la investigación de crímenes y en la resolución de disputas locales. Las partes involucradas tienen el derecho de apelación al rey después de que se haya dictado una sentencia en un tribunal inferior. El Awoamefia es asistido por dos consejos en las decisiones de apelaciones y asuntos generales. Uno está compuesto por los ancianos de cada clan; el otro está integrado por los tres jefes militares. Históricamente el consejo de ancianos es el más influyente, dado que el consejo de ancianos pertenencia al pueblo y esto hacía pensar a los Anlo que el poder del rey provenía de haber sido investido por el pueblo.
“Du menoa fia me o. Fiae noa du me”.
“El pueblo no vive con el Rey, es el Rey el que vive con el pueblo”.
Si el rey no actuaba a favor del pueblo, este tenía derecho a reemplazarlo.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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