orígenes Fang
Mitos aparte, los Fang o Pamue que decimos en español, aunque el término más lógico sería el de Pahouin como Thomas Edward Bowdich en 1819 adelantó que ellos se llamaban, fueron y son un poderoso grupo de ayong o clanes, cuyo origen dicen es el mítico ‘País de las Nubes’ o Mvog etanga en la antigua Nubia, situando a esta en la confluencia del río Bahr al Ghazal, afluente occidental del Nilo Blanco en el hoy Sudán del Sur. Ya entre los siglos XV y XVI, por la presión islamista, se expanden por una buena parte del centro de África.
Quien me resulta muy fiable, el incuestionable profesor George Peter Murdock, que avala esos datos, les ubica tras su salida primigenia y como a casi todos, siguiendo esa línea que entonces discurría entre la sabana y el bosque, migrando hacia ese triángulo que forman los actuales Chad, Camerún y la República Centro Africana.
De ahí y por las zonas navegables del Ubangui y Mbomou unos clanes, y a pesar del terror que les infundía por medio del bosque otros, se subdividen y penetran mirando siempre al suroeste, hacia Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón y la República del Congo, llegando al Gran Río o Mang, el mar, en este caso el Océano Atlántico.
Africae Tabula Nova
Esto lo relata en ‘Africae Tabula Nova’, en 1570, Abraham Ortelius, lo que recoge Ondua Engutu en 1948 en ‘La Peregrinación de los hijos de Afiri Kara’ la principal leyenda literaria fang referida a su origen, escrita en bulu uno de los pueblos que conforman los fang.
En ella Dulu Bon be Afiri Kara, narra que el patriarca Afiri Kara, de donde dicen procede el nombre de ‘África’, tuvo siete hijos: Fang Afiri, ancestro primordial de los Fang; Okak Afiri, progenitor de los Okak; los gemelos Mevú y Nden Afiri, padres de los Mevu méNden; Bulo Afiri, padre de los Bulu; Ngue Afiri, madre de Ogwono Afiri, padre a su vez de los Yaundé u Ogwono; y Ntumu Afiri, progenitor de los Ntumu.
Curiosamente ntumu significa ‘ser humano’ y como ya sabemos entre los bantús el plural de los sustantivos se forma con el prefijo ba, de manera que BaNtumu significa ‘los seres humanos’ incluido el artículo delante, ya que su idioma carece de ellos.
Lago Chad
En su tránsito desde el entorno del Lago Chad hacia el sur, en algún momento giraron hacia el oeste a tierras menos pobladas, antes de llegar al océano. Es fácil entender que la orografía o necesidades básicas, avituallarse de agua, pesca o frutos, les obligara a moverse a derecha e izquierda, avanzar o retroceder, lo que socialmente influenciaría en dispersiones o uniones de los componentes de cada comitiva, reestructurando unidades familiares y clanes.
Estos cambios favorecieron una dinámica que provocó un complejo proceso de integración racial y cultural que les caracteriza y que se refleja en sus numerosas manifestaciones estéticas.
A quienes se encontraron los fang en su periplo, ya en el bosque, fue sobre todo a los binga, término que se quiere ahora haga referencia a todos los pigmeos, pero que son un pueblo concreto, y recordemos que el prefijo Ba hace referencia al artículo ‘los’ o sustantivo ‘pueblo’, y también a los baya en el este y en menor medida a los yele o giele al norte y también pigmeos, con los que establecieron enormes relaciones, incluso de mestizaje, que aunque no se les haya prestado atención sí les dejaron gran poso e influencia.
origen nilótico
De origen nilótico como se ha dicho, se mueven y migran obligados por ‘gentes a caballo’ los musulmanes que por aquel entonces, siglos XVI y XVII, invadían territorios con el objetivo de expandir el Islam y su poder creando sultanatos. Los Fang unas veces usando su opulencia o persuasión y otras la mera violencia, iban ocupando los pueblos por los que transitaban hasta lograr ubicaciones satisfactorias, formando asentamientos desde la región de Yaundé en Camerún pasando por Guinea Ecuatorial hasta la cuenca del Ogoué en Gabón y la R. del Congo.
En el centro de Camerún se instalan clanes Mabea, Ntumu y los Bolul o Bulu.
Al noroeste de la República del Congo o Brazaville, clanes Ntumu y Betsi.
En el noreste de Gabón, clanes Betsi, Mabea, Ntumu, Okak y los Mekè, Mekeny, Melan, Muai y Nzaman.
En Guinea Ecuatorial clanes Mabea, Ntumu, Okak y los Ngumba..
Encontrando solamente oposición en los poderosos pueblos que les fijan limites, los Bamileké en Camerún y los Bubi en Guinea Ecuatorial.
el curandero o Nganga
Aunque en tiempos de paz ejercía el liderazgo el hombre jefe del patriclan, en estas épocas de sobresaltos podía ser elegido un líder que siempre debía refrendar la familia. Este líder, era actor principal a su vez de los dictados morales y la ejecución de sus ritos, estando en un segundo plano el curandero o Nganga como hombre de gran prestigio.
Creen que los cráneos, huesos largos y falanges, mantienen el control sobre la vida del pueblo. Estos restos depositados en la casa de los muertos, auténtico santuario y contenidos en unos recipientes cilíndricos de corteza de árbol protegidos por la imagen idealizada del difunto, reciben en su conjunto el nombre de Eyema Biery, siendo el recipiente de corteza sobre el que se sustentan y que recoge los restos el Nsek, también escrito Nsok o Nsuk.
El Eyema Biery recibe este nombre cuando ya contiene depositados los huesos y restos del difunto; antes de la inserción de dichos restos, aunque con la figura del difunto incorporada se denominan Mwan Bian, sirviendo en este caso, incluso aunque el proceso de depositar los restos se dilate, como potente medicina para infantes. Esta pieza puede llegar a servir como altar migratorio, según afirman L. Stephen y J.W. Fernández, 1971.
Siendo la figura, Biery, reconocida como el ‘guardián del relicario’.
Estas piezas se conservan fuera de la vista de mujeres y no iniciados con castigos que pueden llegar a la muerte si son violados.
movimientos migratorios
Estos movimientos migratorios fueron comunes en la mayor parte de los pueblos de la selva ecuatorial africana, como los azande o mangbetu, entre otros. La asimilación cultural con otras tradiciones, el contacto y la simbiosis con otros pueblos también de origen sudanés, como los duala, balengui, djimu, ndjem, baseke o venga entre otros, que les precedieron en su éxodo y que ya se encontraban adaptados relativamente a la vida del bosque, contribuyeron a su adecuación a la vida forestal en un entorno que era difícil y hostil para un pueblo procedente de la sabana.
Esta disgregación produce una gran permeabilidad entre los grupos fang: “… mis padres eran ntumu, pero mis hijos, nacidos aquí, serán mmvai …”.
Así, por ejemplo, en el centro y el sur de Guinea Ecuatorial, los Okak son mayoría; mientras en el norte, ubicados en el sur de Camerún, dominan los ntumu.
Los fang, a pesar de ser un pueblo asentado en el bosque, entraron pronto en contacto con los blancos. Sobre 1830 tienen los primeros contactos y ya en la década de los 40 estos se incrementan con la llegada de misioneros norteamericanos, exploradores y militares franceses y aventureros diversos. En esas épocas, los fang ya eran dueños y señores del bosque que les circundaba gozando de relativa calma.
unidad social
No disfrutan hoy de una unidad social real, pues su dispersión por cuatro países distintos lo dificulta, máxime cuando suman más de tre millones de personas.
En el sur de Camerún llegan a ser el 23% de la población, en Guinea Ecuatorial el 75%, en Santo Tomé son el 10%, en el norte de Gabón el 33% y el 38% en el noroeste de la R. del Congo.
Hoy las particiones coloniales les mantienen circunscritos en un territorio de 180.000 km2: al norte en Camerún en el centro y sobre todo el sur limitados al norte por el río Sanaga y al este por el curso medio e inferior del Dja; al sur por la desembocadura del Ogoué en la provincia de Estuario en el noroeste y la de Woleu Ntem; en la R. del Congo al noroeste del país limitados por el Río Congo y por el oeste con el Océano Atlántico. En Guinea Ecuatorial mayoritariamente en la parte continental y en escaso número en la isla de Santo Tomé.
Los pahouin o fang tienen, como bantúes, si no de origen si de sucesivos mestizajes al menos culturales, un relato que casi todos los pueblos del entorno llaman Nvet y que difiere tan solo en ciertos nombres propios. Este relato les da origen pero sobre todo narra los sucesos y acontecimientos de su epopéyica transición, migración traducimos nosotros, de su punto de origen a los lugares donde acabaron por ubicarse.
mestizajes culturales
Con descendencia patrilineal, tienen como premisa principal la exogamia, la regla de no contraer matrimonio con ‘nadie de dentro’, y eso no es como sucede en nuestro código civil, que puede llegar a permitir uniones entre parientes de 3º grado como tíos con sobrinos inclusive.
Sin embargo para un Bantú esto es o fue imposible de todo punto, teniendo que pertenecer a un clan que no tuviera ningún lazo de sangre, por lo que era más que frecuente que en ese tránsito o migración y por la necesidad de sumar número y por tanto fuerzas, se dieran uniones de fang con cualquiera de otro pueblo con el que se cruzaran en el camino.
Esto está más que documentado como lo está el que en ese cruce se absorbiera lo valioso que los otros pueblos conocían, fuera inmaterial, cambios de rumbo en las creencias, como miedo a la magia, lo desconocido, cada vez que lo era sumado a lo propio; lo natural, adaptando el hábitat a sus necesidades, abriendo para cultivar por ejemplo claros en el bosque, que cambiaban cuando la tierra se agotaba; lo industrial, basta ver su formidables ballestas; o sus obras artísticas, que nacen de sus contactos con pueblos que habían llegado antes allí donde ellos llegaban y dominaban mejor la forja y por tanto el útil de hierro para tallar, recordemos su cuchillos claramente copias de los kota, si es que no encargados a estos.
los binga BaBinga
Esta mimetización parece que a los puristas duele, pero se debe, debemos pensar, que ‘no’ conocemos obras a ellos atribuidos a la llegada de Bowdich que los documenta en 1819, lo que sí hace con otros en Ghana. Y nada material se conserva de los fang hasta la llegada entre otros, de Tessmann, que aunque dicen que perverso, dejó un buen trabajo etnofotográfico.
Lo curioso es que los fang, en sus más antiguos relatos y hay mucha documentación, con quienes más se cruzan es con pigmeos, sobre todo con los binga, BaBinga, gentes que diríamos liliputienses, perfectas proporciones corporales pero pequeño tamaño. Término el de binga por cierto que la UNESCO trata que desbanque el de pigmeos por tener a este por peyorativo.
Y con los que parece gustaban del trato pero no del cruce, aunque sí parece lo hacían con los teke, que sí tenían clanes de pigmeos, como los tenían los kuba, recordad a los bushongo o los yaka o nkanu. Pero eso no quiere decir que en los fondos de grandes museos, provenientes de antiguas misiones algunas, se encuentren piezas que no se han podido clasificar por pura falta de con qué contrastar, desconocimiento, aunque hoy la tecnología les permita datarlas pero no certificar su función aunque si elucubrar, pero tienen tanto que quién, capaz, lo hace.
Veamos alguna cosa de esas que no queda claro qué y para qué.
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