Historia del reino Kongo
El Reino de Congo, se fundó alrededor del año 1390 d.C., a través del matrimonio de Nima a Nzima, de los Mpemba Kasi, con Luqueni Luansanze, de los Mbata, que consolidó la alianza entre dos pueblos bantúes de lengua y aspectos comunes. Como hemos visto, se extendía por el oeste de África central en las actúales zonas de la Cabinda, norte de Angola, República del Congo, zona occidental de la República Democrática del Congo y el sur de Gabón.
El reino en idioma Kikongo se llamó Kongo dya Ntotila o Wene wa Kongo; en portugués Reino do Congo. Y se desarrolló alrededor del enclave de Mbanza Kongo, en lo que hoy es el norte de Angola, a 6º16’04” Sur y 14 ° 14’53” Este, que se convirtió posteriormente en la capital y que más tarde fue rebautizada como São Salvador.
Durante su expansión, llegó a extenderse por el oeste desde el Océano Atlántico hasta las orillas del río Kwango al este, y desde el río Congo por el norte hasta las riberas del río Kwanza por el sur. El reino se distribuía en provincias, al estilo portugués que gobernaba el manikongo, versión portuguesa del Mwene Kongo, el señor o rey. Ciertamente su poder quedaba patente por la pleitesía que recibía de los reinos vecinos, como los de Kakongo, Matamba, Ndongo y Ngoyo.
A mediados del siglo XV, el Reino de los Kongo era el más poderoso de una serie de estados a lo largo de la costa del oeste de África. En la segunda mitad del siglo, grupos bakongo del actual Kongo Kinshasa cruzaron el río Congo hacia la actual Angola y conquistaron los territorios donde establecerían la capital del reino, la Mbanza Kongo.
Siglo XV
Parece que parte de su éxito en la conquista de nuevos territorios se debía a su interés por mezclarse rápidamente con las gentes de los pueblos conquistados, lo que ponían en práctica consiguiendo una rápida asimilación y la aceptación de los hasta entonces líderes políticos y religiosos, a los que de algún modo respetaban.
A mediados de siglo XV, el manikongo, rey de los Kongo, gobernaba las tierras del norte de Angola y una parte importante de ambas riberas del río Congo, hasta más allá de la actual Kinshasa. El reino Kongo fue el primero en la costa oriental de África central, en entrar en contacto con los europeos.
El primer contacto sucede en 1483 cuando el explorador portugués Diogo Cao, alcanzó la boca del Río Congo. Después del desembarco inicial, Portugal y Kongo intercambiaron emisarios. Impresionado por los emisarios que volvieron de Portugal, Nzinga Nkuwu, el manikongo, pidió a la corona portuguesa misioneros y ayuda técnica a cambio de marfil y otros productos.
Deslumbrado por la cultura europea, en 1506 el manikongo adopta el cristianismo y se hace bautizar con el nombre cristiano de Afonso. Sin embargo, los desmanes y abusos de los portugueses, esquilmando las riquezas del Reino Kongo, llevarían de inmediato a Afonso I del Kongo a entrar en conflicto con la corona portuguesa.
el comercio de esclavos
En la historia del Reino Kongo, el aspecto más conflictivo y duradero de esta explotación era el comercio de esclavos. Las necesidades de los portugueses en las nuevas tierras conquistadas, especialmente Brasil, les llevaron a considerar al reino de Kongo exclusivamente como una fuente de esclavos. Las quejas de Afonso a la corona portuguesa sobre los efectos de este comercio en sus tierras eran sistemáticamente ignoradas.
En 1520, la mayoría de los misioneros había vuelto a Portugal, y la mayoría de los blancos que quedaban era comerciantes de esclavos que despreciaban la autoridad del manikongo. Además del comercio de esclavos, el pueblo Kongo se enfrentó a otros desafíos durante el siglo dieciséis. Después de la muerte de AfonsoI en 1540, el reino soportó un periodo de inestabilidad que culminó en un levantamiento en 1568.
Aunque la historiografía portuguesa ha atribuido durante muchos años la rebelión al levantamiento de los Jaga, un grupo indefinido motivado por los jefes religiosos tradicionales que estaban perdiendo autoridad, todo parece señalar a grupos bakongo apoyados por comerciantes portugueses como los autores del levantamiento, con el fin de hacerse con el control del mercado de esclavos y de las rutas comerciales.
En todo caso, el ataque a la capital, a la que ya se había cambiado el nombre de Mbanza Kongo por el de San Salvador, y sus alrededores, obligó al nuevo rey, Alvaro I, a exiliarse.
Siglo XVI
El gobernador portugués de São Tomé, respondiendo a las súplicas de Alvaro I,
combatió a los invasores desde 1571 hasta 1573, ocupando la capital y reteniendo el territorio hasta finales de esa década.
Aprovechando la inestabilidad política del reino de Kongo, Sebastião, el rey portugués, había concedido el área sur del reino en régimen de colonia, a Paulo Dias de Novais, un socio de los Jesuitas portugueses y explorador experimentado de la costa africana Oriental. En 1576, Dias de Novais, sin oposición organizada de los bakongo fundó Luanda, inicio de lo que sería la colonia de Angola.
Alvaro I y su sucesor, Alvaro II, aprovechando la época de estabilidad del Reino de Kongo, continuaron extendiendo su autoridad a nuevos territorios, mientras la invasión de los portugueses quedó confinada a la zona del sur del Reino de Kongo hasta finales del siglo XVI. Después de la muerte de Alvaro II en 1614, los conflictos por el acceso a tierras cultivables entre Kongo y la colonia portuguesa de Angola agriaron las amistosas relaciones anteriores, y en 1622 el gobernador portugués de Angola lanzó un ataque contra Kongo.
Aunque no obtuvieron el éxito que esperaban, sí se marcaron dos objetivos que tendrían repercusión en sus relaciones durante los próximos años: por una parte, habían capturado un gran número de esclavos lo que les animó a nuevas incursiones; y por otra, volvieron con el convencimiento de que el Reino Kongo atesoraba grandes riquezas de oro y plata, una creencia que supuso que durante los cincuenta siguientes años se mantuvieran los conflictos.
siglo XVII
Esto tuvo como consecuencia una creciente xenofobia por ambos lados que hizo que los comerciantes blancos, sobre todo los del interior, abandonaran el territorio. Se rompió con ello el engranaje comercial y privó tanto a la colonia de Angola como al Reino Kongo de los beneficios que hasta entonces el comercio había traído y a sufrir el aislacionismo debido al miedo.
A partir de comienzos del siglo XVII, las intrigas palaciegas por la sucesión y el descontento general del pueblo Kongo con sus gobernantes, a quienes se acusaba de abusos y corrupción, facilitaría el que poco a poco cada vez más jefes locales fueran cogiendo mayor autonomía y haciéndose con el control del comercio local , origen del desmembramiento y posterior desaparición del reino de Kongo, a pesar de algunos movimientos, que como el encabezado por Kimpa Vita, conocida como Dona Beatriz, intentaron recomponer el país.
La historia del Reino Kongo entre 1390 a 1491 resulta harto complicada, primero por la falta de documentos escritos de la época y después por la parcialidad de las fuentes orales pues provenían todas de europeos. Lo que nos lleva a cuestionar los informes e incluso datos, sobre todo los contables, que no cuadraban con los de la metrópolis o los de desembarco en América. No parecen establecer mayor rigor los historiadores locales, como el cronista congoleño Petelo Boka, tal vez el más conocido, que basa sus suposiciones en la organización de los clanes pero en un período de la historia más reciente.
mancomunidades
Se reconoce generalmente que el Reino de Kongo se instauró por el acuerdo voluntario de ciertos potentes grupos clánicos, y otros obligados, de una u otra forma, por estos.
Algunos historiadores prefieren llamar a estos grupos o estados asimilados al Reino de Kongo como ‘mancomunidades’, ya que se formaron, en parte, por acuerdos mutuos, como alianzas matrimoniales o de cooperación en lugar de por la fuerza. Posteriormente y ya asentado, el reino consiguió su mayor expansión a través de la conquista.
Como se ha adelantando, el mito sobre la fundación del Reino de Kongo comienza con el matrimonio de Nima a Nzima con Luqueni Luansanze, la hija de Nsa cu Clau, matriarca y jefa de los Mbata. Su matrimonio solidificaría la alianza entre los Mpemba Kasi y los próximos Mbata, una alianza que se convertiría en la base del Reino de Kongo.
Nima a Nzima y Luqueni Luansanze tuvieron un hijo llamado Lukeni lua Nimi, quien fue de esta manera el primero en ser nominado como Mutinù o rey. Se presume que Lukeni lua Nimi nació entre 1367 y 1402 d.C., por lo que los historiadores basan la datación de la fundación del Reino de Kongo en algún momento alrededor de 1390 d.C.
Mbanza Kongo
Hay historiadores que apuntan que el orígen del Reino comenzó en la región de Mpemba Kasi y que fue Lukeni lua Nimi quien construyó la ciudad de Mbanza Kongo como capital. Sin embargo, otros especulan que con anterioridad ya otros gobernantes controlaban un territorio mayor, antes de que Lukeni lua Nimi se convirtiera en Mutinú, y que simplemente se limitó a trasladar la capital.
Y que fue también durante este período cuando los vecinos Mbata aceptaron la protección y subordinación voluntaria del Reino de Kongo. Se presupone, aunque no hay evidencias que el Reino de Kongo tenía tratados similares de protección con otros estados vecinos más pequeños.
La fusión con Mbata y las alianzas llevadas a cabo con esos otros grupos o estados, propició que el incipiente Reino de Kongo conquistara a los Mpangu y Npundi al sur nombrando delegados reales al modo de virreyes, sólo bajo las órdenes del rey.
Tanto los Npundi como los Mbata posteriormente agrandaron del mismo modo sus propios territorios, lo que a su vez expandiría los límites del Reino de Kongo; en una evaluación sobre el Reino se calculó que en 1490 este tendría alrededor de 3, tres millones de personas lo que parece algo exagerado. Se cree que el Reino de Kongo tuvo seis reyes antes de 1490, incluyendo en la lista a Nima a Nzima, aunque este nunca hubiera sido nombrado rey.
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