Cultura
No sé cómo llamar a sus manifestaciones sin meternos en su piel ¡Ay!, sus ojos para ver qué ven, sus manos para sentir qué tocan o sus pies para saber por donde transitan.
Conocemos muchas de esas manifestaciones, les hemos puesto nombre y sabemos de sus rituales, lo que no sabemos es qué pensaron cuando se vieron necesitados de recurrir a hacerlas y porqué surgió esa necesidad. Creo que eso es donde debemos centrarnos pues son objetos que entienden de cómo solucionar aquello a lo que no encontramos solución o respuesta, que se escapa al sentido común, lo desconocido.
El universo Igbo consta de tres estadios, el mundo de los vivos, el de los no nacidos y el de los muertos, entre estos los que fueron honorables y fallecieron siendo debidamente enterrados pasan a ser ancestros Ndichie y capacitados, se ocupan de proteger a sus descendientes.Ndichie se llama también por tanto a las manifestaciones en forma de figuras que representas ancestros, que creo mejor veremos en el apartado de funerales.
Alusi
Alusi,Arushi, Anusi o Arusi según el dialecto, son otra cosa. Ya dijimos que son como facetas o caras de Chukwu o Chineke, Dios, o sus ‘presentificaciones’*5 en el mundo de los vivos. Ya sabemos que para los Igbo todo guarda, tiene o sirve de residencia a un Alusi o espíritu, que lo protege, se protege y nos protege incluso de sí mismo.
Pueden ser creados ante cualquier compromiso, enfrentamiento o dificultad que necesite una respuesta mental o física.
Cada uno tiene su propia liturgia y ritual, sacerdote, acólitos y fieles. Los hay directamente entroncados a la deidad de más relevancia, o a Odinani, las leyes entroncadas en la religión, situados en un segundo plano y con cometidos específicos, por lo que existen mientras son necesarios. M.D.W. Jeffreis quien los estudió a fondo dice que:
“Al igual que los humanos, pueden poseer esclavos, animales y tener hijos”
*Nota 5: palabra inventada para referirnos a la interacción de un espíritu en el mundo real.
Panteón Igbo
Alusis del panteón Igbo, puede decirse que los principales son:
Ala conocida también como Ani, Ana, o Ale, según el dialecto, es la faceta o espíritu que encarna la Tierra, la más venerada y respetada del panteón Igbo. Responsable de la moralidad, la fertilidad y los antepasados muertos que se almacenan en su vientre, el inframundo.
Ala literalmente es ‘tierra’ en Igbo por lo que cualquier crimen o tabú contravenido es Nsọ Ala, ‘profanación de Ala’. Se dice que fue la primera en ser creada por Chukwu ocupando por lo mismo el más alto sitial entre los Alusi. Ala está representada en los Mbari o templos de más importancia del Owerre Igbo, pero suele vérsela en santuarios más pequeños, en las plazas públicas comunales y por supuesto en los hogares de sus devotos. Se considera que es la esposa de Amadioha, espíritu o Alusi del cielo.
Sus símbolos son Eke la pitón y la luna creciente.
Amadioha o Igwekaala
Amadioha o Igwekaala también llamado Amadiora, Kamalu de la contracción de Kalu Akanu, Kamanu, u Ofufe, es el Alusi del Cielo del Trueno y el Relámpago. Se dice que Amadioha simboliza el ‘libre albedrío o voluntad del pueblo’. Es uno de las más populares Alusi de los Igbo.
A menudo se asocia con Anyanwu, el Alusi del Sol. Mientras que Anyanwu es más relevante en el norte, Amadioha lo es al sur. Es el más fuerte de todos. Se le representa con un carnero blanco y su color es el rojo. Su día es Afor, tercer día de mercado de los cuatro semanales de los Igbo.
Es tenido como el más gentil de entre los Alusis pero también el más cruel. Los santuarios a Amadioha todavía existen en diferentes partes del País Igbo, pero el santuario principal se encuentra en Ogboro Ama Ukwu o Ihiokpu como se llama en Ozuzu, en el área de Etche en el actual estado de Rivers, Nigeria.
Aunque se encuentra allí, no es el patrón de la gente de Ozuzu. De hecho, se dice que Ozuzu es la ciudad en la que Amadioha ‘vive’ y utiliza de cuartel general terrenal. De ahí salió para expandirse a otras partes del País Igbo.
Dios justiciero
Amadioha es sobre todo y para todos un dios justiciero, se expresa con el trueno y castiga con el rayo, o entre truenos y relámpagos lanza ‘piedras del trueno o el rayo’*6 a la Tierra. Aquellos juzgados culpables por Amadioha son ajusticiados por un rayo que les deja una marca negra en la frente, o son atacados por un enjambre de abejas*7. Tras esto la propiedad de la víctima es por lo normal requisada por los sacerdotes de Amadioha, quedando su cuerpo sin enterrar sin duelo ni funeral, pues se considera que el castigo Dios lo tiene por justo.
En algunas partes, se suele maldecir por Amadioha y si se utiliza su nombre para jurar y alguien solivianta o rompe el juramento se expone a pena de muerte. La limpieza ritual para Amadioha es difícil y muy costosa, se le puede desagraviar tan sólo transfiriendo la maldición a una cabra viva que se suelta fuera de la comunidad quedando a merced de las fieras. El carnero es la ofrenda común. El clan sacerdotal de Amadioha es conocido como Umuamadi, ‘hijos de Amadioha’.
*Nota 6: Los meteoritos, de pequeño tamaño al penetrar la atmosfera, han sido desde antiguo recogidos y utilizados por casi todos los pueblos africanos con diverso fines, extraer hierro, contrapesos de redes y telares o monedas, llamadas Sokpe en algunas zonas.
*Nota 7: En este caso, dichos meteoritos, ennegrecidos por la fricción al entrar en la atmósfera se utilizaban para ajusticiar a los reos cuando tenían de estas piedras, o en su falta, se le llevaba ante las colmenas a las que se ataba, para luego irritar a las abejas que a cada aspaviento del reo, respondían con mayor furor.
tradiciones Igbo
En el panteón Igbo, Amadioha también es considerado el dios del Amor, la Paz y la Unidad y se le ruega para que propicie los cultivos, el nacimiento de niños y la benevolencia. Aparte de las manifestaciones anteriores de Amadioha, representa, a diferencia de otros cultos africanos, una esperanza ante situaciones críticas.
También es considerado un Dios creador. En algunas tradiciones, los seres humanos fueron creados por él tras enviar un rayo que golpeó un árbol de algodón de seda, del que al partirse surgieron un hombre y una mujer.
Amadioha está considerado consorte de Ala, madre de la Tierra. En algunas tradiciones Igbo, se dice que fue la primera pareja Alusi creada por Chukwu. Los dos son a menudo honrados con casas Mbari, hechas con barro. Amadioha es típicamente representado como un galán de piel clara*8, de temperamento desenfadado y patrón de los ‘Igbos de piel clara’ y de ‘alto estatus’. Mientras que Ala es considerada legisladora de Odinani, las leyes salidas de Nri entroncadas en su religión y la sociedad Igbo, Amadioha es el protector y ejecutor de la ley.
*8 Nota: Es algo peculiar en la pigmentación de este pueblo que comparte un mismo ADN, pues unos tienen la dermis típica de cualquier africano occidental, similar por ejemplo a la de los yoruba, mientras que otros parecen blancos tostados al sol de la playa. Esto no es banal, pues si con alguien se llevan mal es con los yoruba unos, que los tienen bien cercanos, y los otros con los blancos de los que no es que tengan buenos recuerdos. Esta diferencia, de carácter genético es causa de burlas que no siempre terminan en risas.
Amadioha en el Panteón Igbo
Del mismo modo, Amadioha es también el Alusi protector de los talladores. Y es curioso, dan una peculiar dualidad a la máscara, llamando a la parte interna Jamike, siempre, y dotada de personalidad propia, al margen de la imagen externa que tenga.
Y antes de que el danzante se la ponga venera a Amadioha como ‘el Alusi de los tallistas’ y lo identifica como:
“El Alusi*9 que aniquila a los malos espíritus que habitan los árboles, enviándoles rayos y permitiendo a los tallistas usar la madera”.
Así mismo, Amadioha puede tener espacio en el santuario personal, como espíritu audaz y de carácter propiciador de riqueza, y a la vez representando al jefe de familia.
Se sabe que en época precolonial en el poblado de Ozuzu, se tomó a Amadioha allí llamado Kamalu, como oráculo, y de tal prestigio, que la gente viajaba de todos los puntos del País Igbo para visitar a Kamalu Ozuzu, que así se conocía al oráculo, con el fin de que resolviera disputas y dictaminara en controversias y juicios cruciales. Y tanta fe se le mostraba que acudían a sabiendas de que quien saliera declarado culpable se exponía a ser vendido como esclavo. Las exclamaciones con las que se acudía decían:
Amadioha magbukwa gi traducido “Amadioha te castigará”
Chi m le kwee. Oh wuru si o wuni mere ihea, amadioha magbukwe m
“Mi Dios por favor vea. Que me mate Amadioha si es verdad que hice eso”.
Los misioneros
*9 Nota: Los misioneros ya en el siglo XIX habían cristianizado toda la región, socavando sus ancestrales creencias aludiendo a sus múltiples deidades como algo inconsecuente e ilógico. Las traducciones antiguas y derivadas de aquellas las actuales, tradujeron todo el ritual africano que se refiriera a lo ‘no natural’ como deidad, dios, o cualquier término similar que se acoplara a lo recogido en las tradiciones cristianas.
En este caso, Alusi se encuentra siempre traducido como dios o deidad, cuando ellos son monoteístas, creen en un solo dios, Chukwu, o Chineke y como el cristiano, apoyado en advocaciones o facetas precisas e ingentes santos. Pero Alusi es la faceta o cara con que dios soluciona algo concreto; faceta o espíritu, pero no deidad, aunque ellos, obligados a utilizar el inglés, al leer aquellos textos asuman ahora lo de deidad pues así fue lo que se les trasmitió por sus ancianos obligados a olvidar sus creencias. Alguien puede tener espíritu de concordia y a la vez de aventurero y ser una misma persona.
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