Cultura
Cultura es lo que piensa, dice y hace una persona en función de lo que aprende día a día. Casi siempre resulta imposible deslindar un tema como este, de ese día a día. En 1481 Diogo Câo sube por el cauce del Kongo dya Luangu, que él bautiza como Río de Gabao; en 1483 conecta con el manikongo o rey kongo Nzinga Nkuwu, sin duda avisado tiempo antes de tal circunstancia.
Tras una amistosa entrevista se dilata la estancia y en ese transcurso el rey se decide a enviar junto con Diogo una embajada a Portugal, donde se les muestra a los enviados lo mejor que el reino portugués podía ofrecer. A su regreso, en 1485, vuelven junto a frailes católicos y artesanos de varias especialidades.
Unos y otros inician su función sorprendiendo primero a la corte del Reino Kongo y tras ellos a los ciudadanos. Poco tiempo después, el manicongo decide su conversión al catolicismo así como establecer como oficial dicha religión al conjunto del reino, él es bautizado como João I.
La cultura portuguesa, con sus herramientas y técnicas de carácter europeo, produjeron una notable sorpresa por lo novedoso, pero con poca respuesta debido a los diferentes conceptos, herramientas y materiales básicos, pero sobre todo a las necesidades.
Sí se produjeron como en otros países africanos, hermosos trabajos en marfil del que tanto gustaban los portugueses y las cortes europeas, y algunos modos de tallar la piedra.
Relación diplomática del manicongo
Sí se desarrolló una importante relación diplomática entre la monarquía del manicongo y diversas cortes europeas.
En 1518 se llevó a cabo la consagración en Roma, por parte de León X, de Don Enrique, hijo de Afonso I, como obispo titular de la antigua ciudad cartaginesa de Útica, en el actual Túnez, siendo el primer obispo autóctono del África negra.
En 1492, se había iniciado en trabajo de cantería y una argamasa similar a la europea la construcción de la primera iglesia del Reino Kongo, bajo la advocación de San Salvador y que fue elevada al estatus de catedral en 1596, ya bajo el rey Álvaro II del Kongo, convirtiéndose en una de las primeras iglesias y catedrales católicas del África subsahariana.
Hemos visto anteriormente cómo contribuye o se ve obligado el Reino Kongo a contribuir a los gastos derivados de la paulatina colonización portuguesa. Ante la situación económica con que se ve enfrentado, Álvaro II se ve obligado a solicitar del Papa, en ese momento de 1613, Paulo V, que indique al rey de Portugal que se hiciera cargo del costo del mantenimiento de los obispos y los canónigos de la catedral, obviamente todos portugueses, y todo hay que decirlo con pobre resultado.
Los carmelitas descalzos
Los carmelitas descalzos establecen una misión en el Reino Kongo en 1584 que mantienen hasta 1588. Entre 1610 y 1612 establecen su misión los dominicos. Los jesuitas en 1621, reinando Álvaro III, fundan una escuela en la que incluyen una biblioteca, que mantienen funcionando hasta 1678, unos años antes del comienzo de la guerra civil en que entró el Reino Kongo.
Hemos podido ver también como la deriva entre las creencias impuestas y las tradicionales, lleva a una sincretización de ambas, que por parte de los más ortodoxos, a finales del siglo XVII e inicios del XVIII, acaba reputando como herejes o iluminadas tanto a Apolonia Mafuta, la profeta del pueblo como a Dona Beatriz Kimpa Vita precursora de antonianismo.
Culturalmente, en cuanto a ilustración o procesos racionales, poco más se puede decir que esté documentado, al que no hayamos aludido aquí o veamos a continuación en el apartado ARTE. No porque no hubiera gente con talento, que es seguro existían, pero documentado, más que lo reflejado hasta ahora lo desconozco, es como si sólo hubieran vivido para guerrear o ser esclavizados.
siglo XVIII
Se ha mencionado como el Reino de Kongo a partir del siglo XVIII, había pasado a ser un Reino descentralizado que dependía en gran medida de esclavos para obtener mano de obra y de fuerza militar con la que mantener el control y negocio.
Este siglo vio como los clanes resurgieron para tomar papel protagonista como actores políticos, a la hora de aceptar, o no, al que se postulaba como Rey, especialmente porque los clanes se aliaban para elegirlo. En tan conflictiva e inestable situación, como parte de un acuerdo de paz entre las dos facciones más beligerantes, el rey Manuel II del linaje Kimpanzu fue coronado rey en 1718. Su reino cubría el área que incluía São Salvador y Kimbangu.
Después de su muerte en 1743, el rey García IV, miembro de la facción Kinlaza, asumió el poder. Durante el reinado de García IV, la ciudad de São Salvador fue nuevamente reconocida como la capital de todo el Reino, terminando así las rivalidades finales de la guerra civil.
las facciones de Kimpanzu y Kinlaza
Esto no iba a durar, y en 1763 el Reino vio una renovada lucha interna cuando Álvaro IX y Pedro V reclamaron el trono. Esta disputa llevó a renovadas hostilidades entre las facciones de Kimpanzu y Kinlaza, y en 1781 se libró una batalla que comprometió a unos 30 000 soldados las afueras de São Salvador.
La facción de Kinlaza salió victoriosa y José I se convirtió en rey, más tarde en 1785, le pasó la corona a su hermano Alfonso V. Se cree que Alfonso V fue envenenado en 1794, pasando Henrique I a ser coronado como el Rey de Kongo.
Esto cuentan los libros de historia del ReinoKongo en su apartado Cultural, si bien es cierto que en el de Arte difícilmente encontraremos otro con más temática.
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