Filosofía
Filososfia en sí,es aquello que atañe directamente al humano en su día a día.
Y si importante es cubrir las necesidades físicas, eso pasa más habitualmente de lo que se quisiera por solicitarlo a las fuerzas desconocidas que lo impiden, o no nos lo permiten como quisiéramos. Tal vez por ello los Igbo recurren a sus Alusi o ancestros y a ‘proteger’ sus casas con determinadas esgrafías o símbolos dibujados sobre las fachadas de sus construcciones.
Los Igbo creían en la existencia de un espíritu personal y de alguien que lo creó y lo otorgó, un dios que creó el mundo y a los Igbo. Este mismo Dios Creador para atender mejor a sus obras creó una serie de entes, auxiliares menores, establecidos en un mundo paralelo de tan solo espíritus, creando un efecto espejo, dado que la costumbre era que si se pretendía acceder a alguien poderoso, cuanto mayor era su rango más se necesitaba de sus acólitos y sirvientes para llegar hasta él.
Antes de acudir por tanto a la Deidad Suprema, mejor era recurrir a los espiritus menores y contentarlos previamente con aquello que les resultara grato.
Chi
El dios personal, o Chi, que cada persona honraba no era el espíritu más importante al que un Igbo honraba, sino que era otro, más cercano, visto como un espíritu protector algo así como un ángel guardián, proveniente de una encarnación previa cercana, posiblemente un abuelo en el caso de un niño varón, o una abuela en el caso de una niña.
La deidad suprema, o Dios, de la religión Igbo era, es Chukwu, que parece ser una corrupción de la palabra Asaba* 20, Chi-ukwu, que significa el más alto o el de más alto Chi. Tanto los hombres Asaba, literalmente ‘los del delta’, como el resto de Igbo honran y adoran dos poderes, uno el poder más grande y más alto: el Gobernante del Universo, y el otro poder es el Chi personal a través del cual Chuckwu o Chi-ukwupromueve nuestra existencia en este mundo.
*20 Nota: Asaba, importante ciudad y población del Delta del Niger, con el ‘asaba’ como dialecto propio
Achebe
La importancia de esta relación puede ser ilustrada por Okonkwo’s, el personaje principal de la novela de Achebe, Things Fall Apart, y su veneración por su propio Chi.
“Él, relata Achebe, … al igual que los demás de la tribu, tenía un pequeño santuario construido cerca de su granero, llamado una ‘cabaña de medicina’, dedicado a las ofrendas de sacrificio y adoración a su Chi. Allí, también oró en nombre de sí mismo, de sus esposas y de sus hijos. Los sacrificios comunes incluían nueces de kola, la comida de ese día hecha especialmente y vino de palma”.
Muchos proverbios en la cultura Igbo referencian la existencia de un Dios Supremo y Creador. Los proverbios también indican que la misma palabra, Chi, en según qué contexto hace referencia a tres entidades espirituales diferentes: el Ser Supremo, el Dios Personal y el Destino.
Es posible que espíritus malévolos, como brujas, magos y perversas divinidades o Dila presenten dificultades que imposibiliten que una persona cumpla su destino. Y por esto los Igbo tienen conciencia del respeto a lo oculto y su peremne introspección en su Chi, los ancestros y aquellos entes que le ayuden en su propósito de conseguir sus metas e impidan que otras fuerzas frustren su destino. Esto sugiere que el Destino de una persona no es, estrictamente hablando, una predestinación, sino más bien un plan que requiere mucho esfuerzo, humano y sobrenatural, para llevarlo a buen fin.
Espiritualidad de los Igbo
La creencia en un mundo espiritual pleno de entidades incontrolables, pero benéficas, forjó las actitudes vitales de las personas Igbo. Lo que evolucionó en ceremonias y rituales de solicitud y agradecimiento mediante oraciones y sacrificios, utilizados, a su buen enteder, como actos gratificantes para estos seres, esperando que con ellos les preservaran de penurias y contrariedades y a su vez le propiciaran su destino. Entre estos rituales prevalencian dos:
- 1º Omumu na Igu Aha: Literalmente ‘parir y nominar’. Lo que implica dar a luz y nombre al niño recién nacido. Omumu na Igu Aha es importante en cuanto que con el niño viene un alma que debe ser distinguida de las del resto de individuos que conforman la familia mediante su nombre propio. Entre los Igbo el nombre dado a un niño guarda en sí mismo un profundo significado. En la cultura Igbo tradicionalmente el nombre de un niño debe reflejar los acontecimientos, esperanzas y experiencias que se dieron el día en que nació.
- 2º Echimechi: Literalmente ‘acceder a la jefatura’. Echimechi es culturalmente entre los Igbo un valor muy respetado. En las tierras Igbo, es una de las maneras de dar a conocer en las distintas comunidades que un individuo a logrado una cierta posición en esferas específicas de la vida, y es por tanto competente para participar en los procesos de toma de decisiones en los asuntos de su comunidad o incluso su región. Echimechi es un título que, en su ‘mayor grado’, refleja a quien por su saber hacer ha sido elegido jefe titulado. Los jefes titulados son las únicas personas que se espera usen ‘gorras rojas’ como distintivo en las comunidades Igbo, debiendo ser respetados por propios y extraños. Pero de estas dos cosas ya se ha hablado anteriormente.
Echimechi
¿Pero qué pasa cuando es una mujer la que opta a Echimechi, el título y correspondiente estatus?
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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