Arte Luba Hemba
Por otro lado, e insistiendo y precisando aún más, el arte Luba y el Luba Hemba, que a veces son tan difíciles de separar, se centra en el ‘retrato de la mujer’ al que le dan categoría de promesa o juramento más allá de lo material, involucrando lo religioso y espiritual. Muchos de estos objetos, bastones o figuras por ejemplo, se dejaban a los reyes o jefes que se unían al Imperio Luba y simbolizaban ‘la firma’ del acuerdo y compromiso y la cesión de autoridad territorial sobre su feudo.
Por otra parte y de un nivel mas espiritual o… está el Dibulu
Todo este preámbulo viene al caso, porque nuestro amigo Francisco José López Díaz, Paco, tras mi comentario sobre el Mito del Origen Luba, me enseño una pieza de este pueblo que él posee. Aunque después expondré diversos textos sobre los luba, como su filosofía de vida y por supuesto de arte, su cultura, etc.
cayado o báculo
Dejadme que hable de esta pieza:
Los especialistas anglófonos, y los demás dan por bueno, llaman staff a aquello que en español definiríamos, como cetro, bastón, cayado o báculo. No sé inglés, pero sé que staff, significa ‘personal’, pero personal es un pañuelo, sombrero o zapato. Permitidme por lo tanto que llame a estas varas talladas, báculos, por lo que de sagrado, ceremonioso y ‘personal’, significan.
Ellos llaman a este báculo, Dibulu, y también se ‘lee’ ritualmente, de arriba hacia abajo, por delante primero, lo espiritual; luego por detrás, lo material, para saber quién lo posee y qué hizo, informando de aquello sustancial que ataña a su dueño.
Obviamente no es un objeto que sirva para apoyarse. Ved las fotos.
Centrándonos en el de nuestro amigo Paco, vemos que está coronado por una cruz con un Cristo, debajo un escudo que muestra un ave, claramente una paloma, símbolo del espíritu santo, después un tramo cilíndrico; por detrás, en el mismo escudo de la paloma, la cabeza de un leopardo.
Yo no soy un experto, en nada, solo un investigador, mi opinión es eso, sólo una opinión.
Kimpa Vita
Retomemos otros estudios y recordemos a Kimpa Vita, Dona Beatriz, o doña… Aquella muchacha que murió quemada como Juana de Arco en 1709, la Juana de Arco africana. Que hasta el último minuto defendió sus ideas, ideas que se articulaban en torno a tres ejes:
- 1º.- El rechazo a la cruz y otras imágenes de Cristo que muchos africanos veían como potente fetiche, ella aunque manteniendo una idea como cristiana quería retornar a sus creencias ancestrales y ensamblar a su manera, ambas.
- 2º.- La noción de la africanidad de Cristo, según ella, demostraba que había nacido en Mbanza Kongo o San Salvador, y que cual salvador de su pueblo regresaría a liberar a los oprimidos.
- 3º.- El inminente restablecimiento del Reino Kongo, de lo que ella se encargaría, y con él la prosperidad.
Marina de Mello e Souza
La etnógrafa Marina de Mello e Souza experta, ella sí, nos dice:
“Mucho antes de la llegada de los europeos y el cristianismo, ya los congoleses utilizaban la cruz, en una interpretación simbólica del ciclo eterno de la vida y la muerte, de ahí que los crucifijos a la llegada del cristianismo, se convirtieran en ‘emblemas fundamentales de los jefes’ por su función de ‘conectar el mundo de los vivos con el de los muertos’ que ya anteriormente tenían como símbolo para ellos”.
Continúa:
“Esta imaginería, junto con las de Toni Malau y Nsundi Malau, habrían sido como talismanes, ‘desconectados de las relaciones de poder, *colonial, en las que los gobernantes, *africanos, eran el vínculo con los espíritus’, y por ello ‘proliferaron donde las relaciones de poder eran mediadas por el sistema colonizador, que había destruido las antiguas organizaciones sociales africanas y sus símbolos’ ”.
Souza sigue en su argumento, precisando que: “En estas imágenes, ‘son las tradiciones estéticas bantú, con su simplificación formal, las que prevalecen por encima del realismo’ de la imaginería popular portuguesa”.
la cruz
Observa que a menudo se prescinde de determinadas figuras que generalmente acompañan a estas imágenes en Europa, pero lo que sí está siempre presente es la cruz, por la importancia de este símbolo en la tradición pre cristiana congolesa.
También señala que, al igual que en las esculturas religiosas de los bakongo, en estas otras se aprecian tres partes bien definidas: cabeza, tronco y base circular o kinfuiti, que en kikongo significaría algo así como ‘tronco que funciona por o para la muerte’, lo cual denotaría una función de comunicación con el mundo de los muertos; El kinfuiti, esa parte final cilíndrica del Dibulu, que puede presentarse sola, fue un objeto sagrado, fundamental, dice:
“En liturgias especiales y rituales evocadores de los muertos, para sus ‘funerales o para convocarlos en ayuda’, utilizándolo sólo con ocasión de ‘conjuros que saquen al muerto’ de su sueño”.
Vemos tras esto la gran influencia que tuvo lo que aquellas gentes llevaban consigo, su conocimiento sobre mucho de lo que tenía que ver con lo físico, pero por encima de eso, esto otro trascendente y místico, cuyo poso se mantiene entre los habitantes del continente africano.
sincretismo
Aclaremos esto: Es un báculo personal, como todos, que creo reivindica un particular sincretismo que aún se mantiene en todo Centroáfrica, donde a las imágenes cristianas se las reconvierte en figuras que simbolizan conceptos básicos:
- A.- El Cristo es el salvador de los pueblos del Congo.
- B.- El espíritu santo encierra la tríada de mensajes, como que ese Cristo es el salvador, que es nacido en el Congo por tanto africano y que nos ayudará a recuperar aquello que fuimos.
- C.- El terminal cilíndrico, kinfuiti para los Luba, que aparece en muchas otras culturas africanas, alguna tan alejada como los Dogón, es un potente sistema de conexión con el otro mundo. Y hasta aquí lo místico pero no el final, este, por último y por detrás, es el poder material, el poder de un jefe y un guerrero, la cabeza del leopardo.
Por ultimo, referir que algunos dibulu están inbuidos de substancias mágicas para proteger la casa del jefe.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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