Introducción
La caída de ingresos por la prohibición de la esclavitud en 1830 y la incipiente industrialización en Europa, necesitada del aceite como lubricante pero también muy apreciado para fabricar jabón, favoreció las exportaciones que según datos reseñados, proporcionaron 1.000.000.000, mil millones de libras en 1840.
Este comercio del aceite de palma y luego sus semillas proveniente del País Igbo se concentró en la costa, donde eran abundantes las palmeras que tamizaban el dosel del cielo de los Awka, Nagwa, el Reino de Nri y otros pueblos Igbo. Pero al poco, este comercio trajo grandes cambios económicos y sociales en las zonas del interior, aunque sin afectar a la esclavitud y su comercio, que muy al contrario, aumentó.
el Delta del Níger
Mientras que la semilla de la nuez de Kola era ya en sí un alimento, con su aceite los Igbo, y otros muchos pueblos africanos, aderezaban o cocinaban otros alimentos; del sangrado se extraía un extracto que fermentado producía el vino del palma y con el ramaje tapizaban las paredes y cubrían los techos de sus casas.
Para las familias Igbo resultó tan propicio como fácil llevar sus productos, aceite o nueces, a través de la tupida red de afluentes y arroyos que desembocaban en el Delta del Níger y venderlo a los comerciantes europeos. La rápida expansión de estas exportaciones, sobre todo a partir de 1830, se debió en gran medida a la abolición de la esclavitud y como consecuencia inmediata, por miedo a causas jurídicas e hipotéticas detenciones, a la caída de la compraventa de esclavos, aunque luego, solapadamente, estas se mantuvieran durante casi otro siglo.
Esto afectó de inmediato, por dicho miedo, a pie de costa en los puertos de atraque, pero al esclavo que seguía en el interior lejos de controles, no le sirvió para ser manumitido, tan solo cambió de trabajo y de temer, que no era poco, ser trasladado a otros continentes. Su nueva ocupación pasó a ser cultivador y productor de ñame en las plantaciones del norte del País Igbo y comercializarlo en los mercados del llamado ‘cinturón de palmeras’.
Comercio Igbo
Tampoco cambió, el que los mercaderes de Aro siguieran controlando el comercio en el interior del país y en la intermediación de los derivados de la palma y de esclavos en las inmediaciones de la costa, en una especie de mercado libre previo a las aduanas, cosa ya de los industriales europeos y su sistema, abierto a la corrupción y los sobornos.
El resultado de este cambio, llevo a que en un corto lapsus de tiempo para aquella época, entre 1815 a 1840, las exportaciones de aceite de palma se multiplicaran exponencialmente, pasando de 800 a 20.000 toneladas por año. Este comercio quedó en manos de los británicos, mientras que el más arriesgado de los esclavos quedara, sobre todo, en las de sus aliados portugueses.
El aceite, como se ha dicho, se había vuelto imprescindible en la ya emergente industrialización por lo que su comercio se expandía sobre todo por el Imperio Británico, necesitado entre otras cosas por la enorme expansión del ferrocarril que los ingleses habían creado, para trasladar, desde allá donde estuvieran los productos que la metrópoli demandaba. Para producir todo este aceite, casi la totalidad el País Igbo pasó de productos como el ñame, de economía de subsistencia a la producción de aceite de palma como cultivo comercial.
Esta enorme expansión comercial, llevó a que las regiones del Delta del Níger y Calabar, con su enorme red hidrográfica, pasaran de ser conocidas como ‘fuente’ de esclavos a hacerlo como ‘ríos de aceite’. También produjo cambios sociales, impulsando a que jefes de clan, productores a fin de cuentas, también quisieran establecer su red comercial imitando lo que veían hacer a los colonos, solo que en vez de llamarlos ‘oficinas’, los definieron como ‘casas’.
Jefe de clan
Estas ‘casas’ no dejaban de serlo literalmente, pues albergaban a la familia y a su vez a los ‘empleados’ que a pesar de su condición se sentían así ‘deudores’ de sus amos. Este jefe, ‘maestro de comercio’ podía permitir que algún miembro de su clan se estableciera a su vez en una zona que abarcara mayor territorio o red fluvial, siempre y cuando pagara religiosamente una cuota estipulada.
Aparte de la lealtad a su jefe de clan, y sabedores que la carne es débil y la avaricia mala consejera, para desalentar a los rivales y a aquel leal que quisiera dejar de serlo, el ‘maestro’ se hacía con un ‘buque de guerra’, una gran lancha que permitía la carga de varias toneladas de mercancía además de unas cuantas docenas de hombres que pudieran defender dicha mercancía o si se daba el caso, también el enclave del puerto que utilizaban.
La avaricia que insinuamos antes, condujo a que aquel que ya se podía costear una embarcación de este calado, se instalara por su cuenta creando su ‘casa’, lo que conllevó a la proliferación de ‘casas’, que trajo una competencia tan feroz, que no pocas veces acabó en auténticas batallas navales entre las tripulaciones de estas grandes barcazas.
La impune incursión británica les llevó a que en 1850, crearan a su conveniencia un ‘Tribunal de Equidad’ en Bonny, que supervisaba el cónsul británico John Beecroft, que se ocupara de los litigios comerciales. En 1856 se instauró otro en Calabar, basado en un acuerdo con los Efik que prohibía a estos interferir con los comerciantes británicos. Dado que estos tribunales contenían mayoría de miembros británicos, sumado al despliegue de la ocupación militar, era más un hecho que hipótesis la impuesta soberanía británica en la Cuenca de Biafra.
Zonas comerciales
El enorme tamaño y diversificación del Delta con sus manglares y zonas de inundación,ocultaba en realidad a quienes llegaron de nuevas de donde provenía tanta agua, pero las mortales infecciones a que se exponían, malaria entre otras y que además los Igbo no estaban dispuestos a desvelar cómo por dónde y hasta dónde llegaba ese caudal, no les dejó más camino que enviar a alguien, y ese alguien fue un escocés, Mungo Park, que entre 1795 a 1805 lo intentó por dos veces, pereciendo ahogado en Bussa, con toda la tripulación cuando su barco naufragó.
Enviaron otra expedición fluvial en 1842 en la que pereció una tercera parte y no fue hasta 1850 en que se pudo combatir la malaria con quinina que MacGregor Laird, tras viajes hasta entonces poco aventurados, lo consiguió, pudiendo los ingleses subiendo por el Níger instalarse en Onitsha. Hay que aclarar que el control lo ejercían compañías mercantiles, como la Royal Níger Company, amparadas eso sí por la administración colonial que además surtía sus fuerzas contratando población africana como por ejemplo Hausas.
el Protectorado de los Ríos de Aceite
De esta manera en 1884 se constituyó el ‘Protectorado de los Ríos de Aceite’.
En 1894 el ‘Protectorado de la Costa del Níger’. En 1896 a 97 derrotaron y se anexaron el Reino de Edo. En 1901 a 2 lo hace con la Confederación Aro. En 1903 se hacen con Kano y dominan el Califato de Sokoto creando el Protectorado del Norte de Nigeria. Todo ello aprovechándose de la animosidad de pueblos que nada tenían entre sí y con los que tras derrotarlos los ocupaban como fuerza de choque a su disposición. El 1º de Octubre de 1960 se declara una Nigeria ‘unida y soberana’ de título que no de facto, pues siguen las disputas étnicas.
Sin incidir y como dato, el hecho de abolir la esclavitud y esa previa manera paternalista de acceder a territorios, parece no haber duda que tiene una doble lectura, a la que muchos arguyen que fue una estratagema para impedir que otras potencias pudieran hacerles sombra y así hacerse con todo el control de lo que en realidad les interesaba, todo lo susceptible de ser comercializado.
Y si el deterioro social y enfrentamientos étnicos, al menos ahora dialecticos, continúa, a pesar de estar ubicados en sus propios territorios ahora Estados autónomos; en la Nigeria de hoy, también lo hace el colonialismo pues por ejemplo y en el territorio Igbo, en los Estados del Delta, Bayelsa, Anambra, Imo, Rivers, Enugu, Ebonyi, Abia, Akwa Ibom y Cross Rivers.
Comercio Igbo o comercio de Nigeria
Toda esa zona que los Igbo consideran y quieren como su futura nación y que incluso declararon su independencia y que llaman Biafra,con una dolorosa pérdida de seres humanos entre 1967 al 70; la compañía petrolífera inglesa Shell, en un territorio de 22.000 km2 con más de 30.000.000 treinta millones de personas de 40 grupos étnicos distintos, desde enero de 2016 ha producido tal contaminación por vertido de hidrocarburos que podemos ver en la foto por satélite, que a pesar de las reclamaciones aún no ha resuelto ni el impacto ni las indemnizaciones, todo ello teniendo en cuenta que a día de hoy aún se lleva junto al resto de compañías extranjeras con las que explota lo extraído, el 60% de la producción.
Este ‘capítulo’ sobre los Igbo, es tanto historia como comercio de Nigeria, aunque la historia se escribe por los logros y estos siempre son económicos no nos equivoquemos, aunque se disfracen de epopeyas, actos heroicos o conquistas, siempre está de por medio lo económico, sino del ser humano.
Ésta es de los Igbo sí, pero en su integración en Nigeria.Y si antes hemos hablado de Nigeria, retomemos a los Igbo y aquel reino que definió y marcó su origen. El Reino de Nri.
Asimismo, como íbamos diciendo…sobre todo, Nri fue una tierra santa para aquellos Igbo que se acogieron a sus consignas y leyes. Al punto en que su concepto superaba en tal grado a los cristianos, que a los misioneros no les quedó más remedio que como casi siempre sucedió, echarse en brazos del poder de la fuerza, porque Nri ya era ese paraíso, en la tierra, donde además de poder trabajar y realizarse, ‘los pecados y tabúes podían ser absueltos sólo por entrar en él”.
La gente de Nri
Entre las normas no escritas entre muchos pueblos africanos y los Igbo no eran extraños a ello, los niños nacidos con malformaciones o enanismo, e incluso si un niño, antes de pasar la iniciación, en una caída se rompía un incisivo o diente de la mandíbula superior, al no estar considerado aún un ser humano, se suponía que era un augurio de mucho infortunio y se les sacrificaba, excepto si eso sucedía en el territorio de Nri y sus influencias.
Hasta el punto que muchos otros Igbo o gentes de pueblos lejanos que querían a esos niños como sus hijos que eran, acudían al Reino para que se les hiciera una limpieza ritual de manera que de vuelta a sus entornos esos niños quedaban exonerados y recibidos como a cualquier otro, respetando lo prescrito por Nri.
La gente de Nri creía que en el sol residía Anyanwu la Luz y Agbala la Fertilidad. En lo que es fácil coincidir en que hoy, también tienen razón.
Anyanwu en Igbo significa ‘ojo del sol’ y es el nombre del Alusi o espíritu del Sol, la Luz y el Fuego. Muchos Igbo también usan Anyanwu como apellido. Agbala es un espíritu queconcita en él los de todos aquellos seres, humanos o no, cuyo comportamiento o cualidades benefician o lo hicieron, al resto.
Agbala
Podría decirse que es la Bondad. Agbala es el enviado de Chukwu o Chineke la faceta del Dios Creador que escogió a esos seres que se acoplaron a Agbala tan solo por el benéfico valor de sus hechos: “No conocía la política. Trascendió la religión, la cultura y el género, y trabajó con los humildes y los verdaderos”.
Creían que Anyanwu, la Luz, era el símbolo de la perfección humana que todos deben buscar y Agbala a quien se confió la tarea de guiar al ser humano allí.
Como ya vimos, Nri propugnaba la paz, verdad y armonía, y haciéndolo patente en su entorno, no fue difícil que sus Mbùríchi o embajadores, negociantes hábiles pero también conocedores de las prácticas rituales de Ozo, como el Ikenga, difundieran allá por donde pasaran esta ideología manteniendo o incrementando la influencia, y no olvidemos, prosperidad, de Nri.
Pudiendo identificar a los Mbùríchi, hombres cultos y solventes por las escaras rituales, Ichi, que llevaban en la cara. Creían en una fuerza sobrenatural, Ana y Ajana que por encima de Nri, libraba purificando la Tierra de los actos criminales y abominables con que cualquier ser pudiera mancillarla.
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