Sanación
Existe una cierta confusión con este tema, dando pies a varios supuestos. Uno apuesta que aunque dado el amplio territorio y las concomitancias que se dan con otros pueblos que practican la misma sociedad femenina aunque el nombre o término varíe, sea Sakrobundi, Sandogo, Bundu u otro, se sabe que dentro de ellas hay un elegido y cerrado circulo de expertas en hierbas y preparación de pócimas y ungüentos destinados a curar heridas infecciones fracturas e incluso determinadas enfermedades víricas.
Otros que son ciertos subgrupos senufo, cercanos a los nafana y lobi, que poseen una sociedad antigua y ampliamente reconocida de especialistas en curación que utilizan la medicina tradicional para curar enfermedades. Sea como sea y quienes sean, si coinciden en que ese círculo o grupo son conocidos como Nö kariga.
El concepto de la muerte de los senufo
El concepto de la muerte de los senufo, se muestra como algo difuso o poco concreto desde perspectivas como las nuestras. Ellos no ven la muerte como algo natural e inherente al ser humano*3 vivo. Para ellos es algo anormal derivado de la intervención sobrenatural o producto de la magia.
Alguien que enferma y en el transcurso de ella muere, ha sido objeto de un maleficio producto de un grave acto de brujería, con la intervención de espíritus malévolos, algún ancestro o espíritu del bosque muy enojado, o que alguien cercano, casi nunca el fallecido*4, ha soliviantado algún tabú. Y ante esta realidad anormal, el funeral se suprime y simplemente se entierra al fallecido.
Esto quiere decir que la muerte, no siempre tiene que conllevar el que el fallecido tenga un tratamiento acorde a su estatus con la parafernalia que acompaña al funeral en esos casos. Incluso si la persona es extremadamente longeva y digna de ser reconocida como tal, el ritual encierra previamente prevenciones contra eso actos ocultos, sólo tras estos nada más morir y trascurrido tiempo, se le honra agradece y ayuda en su tránsito al otro lado.
Funeral
Un funeral no deja de ser un ‘Rito de Paso’, el penúltimo como veremos, que le procura al individuo su conclusión en su experiencia y cocimiento sobre lo espiritual, lo intelectual y social, este pleno conocimiento es el que le otorga, en realidad le otorgan pues el funeral se lo hacen los vivos, la posibilidad de escindirse, separarse del mundo de los vivos y transitar y conocer aquello que estaba oculto.
Son estos vivos los que lloran la pérdida, sean parientes o la comunidad, y los que mediante las danzas, música, tonadas fúnebres y esculturas logran que el fallecido, ya pleno de sensibilidad y conocimiento, que agradezca tal cariño y esfuerzo mostrándose generoso con los que aquí ha dejado, entablando una relación dilatada y continua que aúne a los muertos con los vivos. Unos les honran y otros a cambio les benefician.
Decíamos antes que era el penúltimo rito de paso, sí, porque como todo africano creen en la reencarnación, es un círculo cerrado donde no se sabe qué es lo primero y qué lo último.
El número mágico en África
El número mágico en África el 7, es también el que marca el tiempo, en años, en que el senufo fallecido tiene para optar, entre ser antepasado y honrado por siempre dadas sus generosas aportaciones a los vivos, o se reencarna en el nuevo cuerpo de alguien que provenga de su clan.
*Nota 3: No es lo mismo un humano que un animal al que la muerte sí entienden pone fin a su vida y que sí se puede sacrificar en beneficio de la comunidad.
*Nota 4: El que no sea el fallecido el causante, tiene que ver con que es más fácil controlar a un vivo que enfrentarse al hipotético poder obtenido más allá o ganas de venganza del muerto.
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