Matrimonio Luba
Como en cualquier cultura, sobre todo antes del actual mundo global, lo normal era que los y las jóvenes en disposición de casarse estuvieran dentro de un entorno conocido, por lo que posiblemente entre estos entornos incluso las familias se saludaran a diario.
Esto no impedía el que sus familias indagaran a fondo cómo resolvían sus vidas las familias del ‘otro otra’. Y como en todas partes, no siempre se cerraba el acuerdo, o de repente a uno no le complacía determinada actitud y en el último momento se echara atrás.
Aunque no había al respecto una norma por la que la mujer debía aceptar la voluntad de sus padres respecto a la elección de su marido, es cierto que sí se ejercía un control familiar.
Lo que llevaba a que si se daba esta posibilidad y uno de los dos involucrados no aceptaba la propuesta, podía darse el caso que se fugara con quién realmente quería, lo que dejaba a los padres sin otra opción más que la de aceptar, cuándo o si regresaban, lo que en realidad suponía una unión de facto.
La mujer Luba
Según Mukenge:
“Cuando una mujer Luba acepta una propuesta de matrimonio, ella invita al hombre a reunirse con sus padres y pagar la dote. Los padres de la mujer invitan a todos los familiares cercanos y extendidos de ambas familias a reunirse en una fecha concertada. Ese día, el padre de la mujer le pregunta si ella acepta el matrimonio. En general, la respuesta es siempre sí.
El hombre y su familia presentan la dote, que generalmente consiste en una suma de dinero, la dote real, ropa y calzado para los padres de la novia, dos cabras, una de las cuales se entrega a su madre por la virginidad de la hija, bebida, y accesorios. En el pasado, la cabra no se entregaba a la familia de la novia si la mujer no era virgen, pero en la actualidad esto no suele practicarse.
Depende de la familia decidir cuáles serán los accesorios, pero siempre incluyen aceite y sal. El padre de la mujer considera si la dote y los accesorios satisfacen los deseos de su familia, y si son insuficientes, indica la cantidad correcta que debe agregarse a la dote. La pareja puede vivir junta, incluso si la dote está incompleta, pero el hombre tiene que completar su pago antes de la fecha acordada con sus padres.
Después de la entrega de la dote, comienza la celebración y las familias se conocen entre sí. La mujer se va a vivir con la familia de su nuevo esposo durante un mes, después de lo cual regresa con su familia solo para regresar a la casa de su esposo con las provisiones para su nuevo hogar”.
Mukenge sobre el matrimonio Luba
Mukenge indica en su artículo que:
“El hombre generalmente tiene que depender de su familia para pagar la dote ya que el costo es ‘demasiado alto’ para pagarlo él solo. Y utilizan la venta de maíz, el principal cultivo alimenticio entre los Luba, para financiar la compra de ganado, generalmente cabras y pollos, y parte de él para pagar las dotes”.
Señala que en la actualidad, las cabras son ‘rara vez’ utilizadas para el pago. Además, indica que:
“Para evitar la explotación del novio y su familia y el expolio de su patrimonio por la familia de la novia, lo considerado tributo por derecho ancestral, los antepasados obligan a transferir el producto del propio trabajo de uno a otro, por lo que convertirse en el beneficiario de la novia crea una correspondencia obligada. Pues lo que se pretende con la novia es tan solo obtener una esposa para un miembro de la familia”.
La poliginia
Escuchando de nuevo a la Enciclopedia Británica, esta nos aclara:
“La poliginia a gran escala era el camino de los antiguos jefes sagrados, la poliginia a pequeña escala es el ideal de todo hombre; La monogamia es la norma y está ganando terreno con la cristianización. La alianza matrimonial sigue un patrón semicomplejo: la futura esposa no puede provenir de ninguno de los linajes de los abuelos de Ego, ni tener un bisabuelo común con él, ni ser un pariente cercano por matrimonio, como hermana de la mujer, hermana del marido de la hermana, hermana del hermano, hermana de la esposa, y así sucesivamente.
Según Tshilemalema Mukenge, ex profesora en el Departamento de Estudios Africanos del Morris Brown College en Atlanta: La familia ocupa un ‘lugar central’ en la vida personal de cada Luba y en la organización social, económica y política de su sociedad. La familia es fuente de legitimidad, otorga reconocimiento social, estatus, aceptabilidad e identidad, y determina los derechos y privilegios de un individuo en la sociedad.
Los Luba son ambos patrilineales, en ese descenso, la herencia de los derechos de propiedad y la adquisición de la ciudadanía se determinan a través de la línea del padre, y es ‘patrilocal’, por lo que un hombre y su esposa se asientan entre los miembros del linaje paternal del esposo.
En la práctica la poligamia Luba pasa por que ‘la primera esposa ocupa una posición preeminente con respecto a las otras esposas’. Mukenge, primavera de 2010, 21 a 26”.
Levirat0 y Sororat0
Como muchos otros pueblos bantúes los Luba practicaban el levirato y el sororato.El levirato en sí es la costumbrepor la que un hombre se casa con la mujer de un hermano fallecido.
Sororato es cuando el hombre se casa con la hermana de su esposa fallecida. Según Mukenge en ‘Les anges du ciel’ 26 de abril de 2014; primavera de 2010, 22 a 24: “En sí, el matrimonio se preserva a través de estas prácticas, por lo que la pérdida de un padre ‘no se convierte en una interrupción importante en la vida’ de los niños. El representante de ‘Les anges du ciel’ indicó que el levirato era una obligación en el pasado, pero que hoy tiene lugar si la mujer da su consentimiento”.
La profesora indica que:
“Es bastante inusual que el levirato se aplique contra la voluntad de la viuda en las ciudades, pero podría serlo”.
Y continua apuntando:
“Un matrimonio no es un contrato entre el hombre y la mujer, sino una ‘alianza’ entre sus familias que se espera dure más allá de la vida de los cónyuges”.
Y Mukenge nos indica que:
“Los niños Luba son criados como hijos e hijas de muchos padres y madres”.
Algo muy arraigado en toda África. Al ser frecuente el levirato, el hijo de una hermana a veces puede heredar una de las viudas de su tío. Estos sistemas llevan a crear reglas que mejoran y equilibran herencias y sucesiones, como por ejemplo, cuando un hombre fallece, sus posesiones se distribuyen entre sus hermanos e hijos, pero el mayor tiene prioridad sobre el más joven. Consecuencia de que este, puede hacerse cargo de su viuda y por tanto de sus hijos.
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