Igbo y europeos
Los primeros contactos entre gentes Igbo y europeos se producen en 1434 con la llegada de los portugueses, estableciendo el punto de encuentro entre africanos y europeos en la desembocadura en delta del Níger, en que se fragua temprano un incipiente comercio con portugueses que va incrementándose luego con holandeses para terminar finalmente con los ingleses dilatándose hasta 1807.
Estos encuentros producen un curioso efecto, en el que los Igbo valoran por encima de la cohesión del grupo el interés por interactuar y transaccionar con el blanco, como si la feria y negocio fueran de la mano publicitados en un boca a boca motivado entre lo inusual y el intercambio y que desgraciadamente da paso a más de 200 años de comercio de personas sin que el pueblo Igbo, disperso, muestre oposición.
Ese 1807 se deroga la posesión de esclavos en Inglaterra, lo que impulsa a los comerciantes a fijar la mirada en otros productos, y aunque aún no renuncian a este, se tiende a manufacturas de derivados de la palma como aceite, sus nueces o textiles, la madera, marfil, o cultivos de especias entre otros.
Cronología de un encuentro
En este punto, percibiendo un interior productivo, los británicos comenzaron a combinar el comercio agresivo con el imperialismo agresivo y se niegan a quedar recluidos en la costa. El que Inglaterra en 1834 aboliera la esclavitud incluso en sus colonias, no tuvo reflejo entre otros en el territorio Igbo, en el que se siguió practicando incluso entrado el siglo XX.
Aunque se debe admitir la presión que los misioneros pusieron para que la tenencia y venta de esclavos cesara, y el que su influencia en la metrópoli propiciara el esfuerzo de los administradores para controlarlo, lo que se aprovechó para que a fines del siglo XIX se invadieran algunas regiones Igbo de la hoy Nigeria; algunos misioneros europeos a finales del siglo XIX recurrieron activamente a liberar esclavos, a lo que los amos, reacios, aceptaron solo si estos pagaban, lo que por lo general hubo que aceptar comprándolos.
La práctica de la esclavitud había aumentado considerablemente durante el siglo XVIII propiciada por los europeos, sobre todo por los británicos en los estados costeros al océano Atlántico pero sobre todo alrededor del Delta del Níger, que permitía acceder fácilmente con barcazas con un timonel y dos hombres armados y hacinar hasta 20 personas acercándolas hasta los cargueros.
Tampoco se quedaba ahí la cosa pues los autóctonos también se habían acostumbrado a este sistema tan simple de hacerse con mano de obra gratis y no hacían ascos a hacerse con esclavos bien en redadas o, aquellos que se lo podían permitir, comprándolos a los comerciantes esclavistas.
la Confederación Aro
Notable sin embargo fue el surgimiento de la Confederación Aro en el área de Cross River y la tradición Igba ohu de comprar a todo cautivo de guerra, deudor o exiliado, para su propio fin, fuera este como sirviente o trabajador, lo más común, o en casos excepcionales pero que requerían a veces de hasta más de 20 personas, como sacrificio en honor de un fallecido preeminente; esclavos a los que se enterraba vivos junto a los cadáveres de estas influyentes personas de la comunidad, para que estas, bien vestidas, avitualladas con sus comidas y bebidas preferidas, tabaco, asiento, sus armas y demás útiles personales, estuvieran adecuadamente instaladas y servidas en la transición al otro lado.
La esclavitud en el área igbo continuó hasta la derrota de los Aro en 1902. Aunque hay que poner en valor a comunidades como la de Agukwu Nri donde hacia cientos de años que había sido prohibida la esclavitud.
En 1857 los comerciantes de aceite de palma británicos instalan una oficina en la ciudad de Onitsha, lo que aprovechan misioneros cristianos para instalarse junto a ellos poniéndose al frente el obispo Samuel Ajayi Crowther africano de origen Yoruba y el Igbo, reverendo John Taylor.
1870
En 1870, los británicos, que ocupaban ya gran parte de África, penetran en el territorio más llamados por lo conocido de su tecnología sobre la fundición de metales, que por cualquier otro interés sobre un territorio que poco o nada ofrecía, lo que produjo el que los Igbo, tras el trato impuesto con estos ingleses y con poderosos vecinos como los Edo, Yoruba o Hausa, se recluyen, ahora sí, en su propia identidad, aunque curiosamente se abrieran al cristianismo y lo que este ofrecía en sus escuelas, pero cuyos conocimientos les permitían interactuar con más solvencia con los mercaderes blancos.
En 1900 Onitsha y lo que gestionaba la British Níger Company pasa a integrarse en el Protectorado Sur de Nigeria que absorbe además el de la Costa del Níger.
Y a la vez que el gobierno colonial británico va ocupando el territorio Igbo estableciendo puestos de control, lo van haciendo los misioneros cristianos, con escuelas e iglesias, tomando el puerto fluvial de Onitsha como base logística.
la Oficina Colonial británica
El control de esta área pasó entonces del Foreign Office a la Oficina Colonial británica, de manera que mucho antes de que se conquistara oficialmente, el País Igbo estaba siendo tratado como una colonia británica. Entre 1900 y 1914, cuando se fusionan el norte y el sur de Nigeria, hubo veintiuna expediciones militares británicas en territorio Igbo. En 1928, por primera vez en su historia, las gentes Igbo fueron obligadas a pagar impuestos, ya eran un pueblo sometido.
No todo el mundo sufrió la esclavitud, se calcula que lo fue una sexta parte de la población, el resto se aprovechó del interés por determinados artículos, volcándose en suministrarlos, haciéndose ricos. Y en esto, en el mercado, las mujeres, tradicionalmente, eran expertas.
Confederación Aro
El pueblo Aro está considerado un subgrupo Igbo interrelacionado con los Akpa e Ibibio que una vez asentado, originó el reino de Arochukwu en el actual estado de Abia, Nigeria.
Hoy se distribuyen por numerosos lugares del sureste nigeriano y están clasificados como Igbos orientales por su ubicación, orígenes mixtos, cultura y dialecto. Idealizaron como divinidad al oráculo Ibini Ukpabi, siendo un factor clave en el establecimiento de la Confederación Aro como potencia regional en el delta del Níger y sureste de Nigeria entre los siglos XVIII y XIX.
La historia de los Aros es anterior a la migración Igbo y la fundación del reino de Arochukwu.
Los Igbo del clan Eze Agwu en su expansión entran mediado el siglo XVII en la región donde se ubicaban los Aro. Previamente desde el Benue lo habían hecho los Ibibio fundando Obong Okon Ita e Ibom al oeste del río Cross.
El territorio era un volcán, con constantes enfrentamientos entre los Aro e Ibibio y las acometidas Akpa e Igbo que años más tarde acaban por hacerse con el control total, asimilando los Igbo a todos los demás. Lo importante era controlar el mercado del aceite de palma y el de esclavos.
Durante el siglo XVIII los Aro cruzan alianzas entre sus diversos clanes asediando asentamientos Igbo incluso en sus territorios ancestrales. Su resolución nace de su convencimiento en lo que promulgan los sacerdotes de su renombrado Oráculo Ibini Ukpabi. Llegan aforjar alianzas con entre otros los Ohafia, Abam, Abiriba, Afikpo y Ekoi creando la Confederación Aro una potencia militar y económica sin igual en la región.
Hegemonía de los Aro
Su hegemonía sin embargo siempre se vio amenazada por los europeos y saltan chispas con los británicos desde bien entrado el siglo XIX. En 1901 las refriegas dan paso a batallas y la guerra Anglo–Aro se desata hasta que a pesar de la resistencia de la Confederación Aro, en 1902, esta cede sin más. Y aquí, depende quién lo cuente encontramos versiones,
Para los ingleses aceptaron sin más la derrota. Para otros, incluidos los Aro, curiosamente fue no por sentirse perdedores y amenazados sino por su arraigo a la tradición, en este caso la que imprimía la sociedad Ekpe, el culto sagrado nacido al este del Rio Cross del que los Aro eran fervientes seguidores, que pregona la justicia y el entendimiento, y que su oráculo, Ibini Ukpabi, tenido como divino, propiciara esas mismas virtudes habiendo mediado entre ellos y sus aliados y vecinos, apaciguando el territorio incluso antes de la invasión británica.
Tuvo un enorme valor, el que se difundieran los mensajes tanto por los símbolos del Nsibidi*2, usado casi en exclusiva por la sociedad Ekpe, como otra escritura y grafismo corporal, el Uli*2.
*2 Nota: Como en otros trabajos, seguimos un guión, y veremos cada uno de estos temas ahora insinuados, como el Nsibidi o Uli, en sus apartados correspondientes.
A pesar de que en 1834 Inglaterra aboliera la esclavitud incluso en sus colonias y estemos ya discurriendo por la primera década del siglo XX, en toda la región se seguía practicando si no con descaro sí semi encubierta. Se utilizaba el santuario de Ibini Ukpabi como corrompida tapadera para seguir vendiendo esclavos.
Ekpe
La ascendencia y lo que de justo y moral preconizaba Ekpe, cedió el puesto introducida por los Aro, ellos y sus cercanos vecinos, a las actividades vejatorias de las mascaradas Ekeleke que traspasaron el delta occidental del Níger, extendiéndose hasta más allá de Oguta.
Incluso popularizaron y pusieron de moda, haciéndose notar, al vestir a la moda ‘George’, claramente a la usanza inglesa, tal vez para complacerles, tal vez para decir ‘estamos a vuestra altura’ o las dos cosas; este era un tejido de seda o algodón con un patrón bordado alrededor de los bajos de las perneras de pantalones o faldas o en la cintura, insertando a veces aleatoriamente encajes.
También añadieron a su folklor y ahí sigue, su famosa danza guerrera Ikperikpe.
Sea como fuere esto dio pie a los británicos a ocupar el resto de lo que se convirtió y es hoy el este de la actual Nigeria.
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