Estilo Tenenkum
Esta cultura, se sitúa en los aledaños del pueblo del mismo nombre dentro de la región de Moptí, en el delta interior del río Níger dentro del territorio Malí. El río se divide en dos brazos al que vierten y cruzan innumerables afluentes y escorrentías que durante la temporada de lluvias cubren la llanura de inundación con cerca de un metro de agua.
Es la zona más fértil del país y gran parte de la historia de Malí está enterrada bajo años de limo. En el corazón del Delta se encuentra el gran montículo de Jenné Jeno, donde se funda la ciudad del mismo nombre que ya hemos visto cómo los arqueólogos de la Universidad de Rice en Houston, en la década de 1980, fechan la fundación alrededor del siglo III aC, convirtiéndola en la ciudad más antigua del África subsahariana floreciente durante el primer milenio.
Actualmente se cree que una mejor implantación de la actual Djenné que no sufre las inundaciones, propició el gradual abandono de la ubicación primitiva; su prosperidad en el medievo probablemente coincidió con la fundación y emergente esplendor de Tomboctú, en el extremo noreste de la planicie de inundación.
Estética
Sus obras son similares estéticamente a las Djenné, pero más sobrias y esquemáticas. Sus dataciones nos hablan de que se produjeron entre los siglos XII al XVI, y su descubrimiento tuvo lugar durante la década de los años 70 del siglo XX.
- 1ª.- Este personaje genuflexo, que apoya las manos sobre las rodillas en una expresión de concentración u oración, hace clara referencia a las habituales posturas de postración, en los momentos de plegaria de las distintas culturas de Malí. Mantiene restos de engobe rojo y es de destacar dentro de lo esquemático de la pieza, un potente concepto de fuerza, la amplia y longilínea boca, la poderosa y protuberante nariz y el inusual tratamiento de los ojos. Fue recogida en la villa de Thial en la región de Natamato.
- 2ª.- Posiblemente debido a la influencia islamizante, contraria a las iconografías, o según otros expertos, a una especie de paso de transición transcurridos ciertos años después de la muerte del representado, vemos este busto desmembrado y decapitado.
Parece ceñido con cinturón y provisto de un importante símbolo de virilidad como es el prominente ombligo; observamos también una especie de gola en el inicio del cuello, bien siguiendo la corriente de dotar de imponentes cabezas a sus personajes, o en nuestra opinión porque tal vez portara una armadura, pues se observa así mismo una especie de bandolera similar a las que sujetaban carcaj y espada en los guerreros de aquella época, por lo que desde nuestro punto de vista y por estas razones creemos que se trataría de la imagen de un guerrero.
siglo XII
En esta época del siglo XII el imperio Malí estaba en su apogeo. El legendario rey Sundiata, amplió y enriqueció el territorio, creó la caballería comprando caballos árabes y convirtiéndola en un poderoso ejército.
Malí. Nació en 1190 en Nian, reino mandinga y murió en 1255. Era hijo de Nare Aghann Konate y Sogolon Jat. Comenzó como una pequeña ciudad estado al sur del Imperio de Ghana en los siglos XI al XII, uniendo numerosos reinos más pequeños bajo el pabellón e influencia unificadora del Islam. En su apogeo, se extendió a lo largo del actual Malí y el norte de Guinea, controlando un territorio similar a vez y media el español.
Existe documentación escrita, por historiadores árabes, que coinciden en que casi la totalidad de los emperadores malienses remontan su ascendencia a Bilal, el Muecín personal de Mohammed, Mahoma, uno de cuyos siete hijos se dice que se estableció en la zona, cosa no confirmada. El éxito del Imperio se basó en permitir que cada pequeño reino se autogobernara, pagando un impuesto por el mantenimiento del orden común y las transacciones económicas entre ellos efectuadas en mercados controlados por el emperador.
la explotación de las minas de oro
A lo que se sumaba la explotación de las minas de oro, tres de las cuales eran muy productivas, el comercio del cobre que se utilizaba como moneda; así como la sal, potestad del emperador y otra forma principal de moneda dentro y más allá del imperio, pues era incluso más valorada que el oro en las regiones del sur, donde la sal era tan escasa como necesaria para la conservación de alimentos.
Todo ello conllevó a impresionantes construcciones en sus más importantes ciudades que atrajeron a grandes filósofos matemáticos médicos y artistas, que pusieron al Imperio en boca del mundo en esos siglos. Pero como siempre la ambición de los que nada habían construido pero sí esperaban gobernarlo colapsó el Imperio, debido a las intrigas palaciegas y la fragmentación causada por los múltiples herederos al poder. Gran parte del territorio quedó en manos del pueblo Bamana.
Y se sabe ahora que numerosas culturas fueron absorbidas o creadas a rebufo del imperio pero desaparecieron con él. Entre ellas la de los Bura, Djenné, Koma, Bankoni, Djennenke y Tenenkum. Lo que da idea de la envergadura del imperio pues algunas están en Malí, pero otras en las actuales Niger, Nigeria, o Ghana, con la extraordinaria y diversa gama de muestras de estas culturas que han dejado para refrendarlo.
Sin embargo, el hecho de que fueran culturas minoritarias y socialmente aisladas dentro de la hegemonía maliense, ha propiciado la falta de toda información sobre ellas, a lo que hay que sumar el saqueo y con ello el destrozo de sus asentamientos y el expolio de muchas y tal vez sus mejores obras, lo que limita aún más las posibilidades de conocerlos mejor.
3ª.- Perro, caballo o tal vez mono. De esta pieza se desconoce todo lo respectivo a su función. Identificar su uso es, por lo tanto, un ejercicio de conjetura etnográfica.
Si es un caballo, puede manifestar una idea de riqueza o una muestra de estatus, ya que los caballos son tradicionalmente propiedad de élites sociales. Por lo tanto, podría ser una pieza religiosa o devocional, un altar, una ofrenda, o tal vez una figura utilizada en rituales mágico religiosos para tal vez, atraer la prosperidad. Alternativamente, podría tener únicamente como objetivo el servir para el ritual fúnebre y acompañar al difunto en la otra vida. Si es un perro, podría ser una ofrenda más común o una pieza de altar.
Es más pequeño que otros ejemplares y puede representar una pieza doméstica, aunque no se puede descartar ningún tipo de función. Cualquiera que sea su significado, es una pieza impactante y poderosa de arte africano antiguo.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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