La leyenda
Cuenta la tradición oral que hace muchos, muchos años, vivía en el pueblo de Bamba una intrépida jóven, que perdida en sus pensamientos, y sin mirar su deambular, se extravió, encontrándose en un paraje hasta entonces, para ella desconocido.
Oteando a su alrededor, atisbo semioculto entre árboles y juncos, un lago al que se acercó presurosa a calmar su sed, más cuando ya estaba cerca, se vio deslumbrada por miles de brillantes ascuas que de sus aguas emergían.
Aquellas aguas, cuajadas con aquellos deslumbrantes fulgores, la atraían sin poder refrenarse; al acercarse, observo que miles de peces de brillantes escamas parecían agradecer su compañía saliendo a saludarla.
Sin nigún recelo, bebió hasta saciarse de aquella agua que cristalina, permitía observar miles de pares de ojos observándola complacidos, y entre las cabriolas que los mas aventurados hacian saltando entre sus manos.
Tras el asombro inicial, agradecida pero aun perpleja, la muchacha se dio cuenta que el sol ya doblaba el arco y tenía que volver a su casa. Intento serenarse y orientarse.
Al mirar alrededor percibió familiares formas que le hablaban de un entorno conocido.
el pueblo de Yanda
Al poco de iniciar el camino consiguió ubicarse. Divisó cercano el pueblo de Yanda, donde su hermana mayor acababa de instalarse y poco más allá, Bamba, su pueblo y su anhelada casa familiar, donde estarían su madre, padre y hermanos más pequeños.
Emprendió camino, ansiosa por contar lo sucedido hacia el primer poblado, Yanda, hacia la casa de su muy querida hermana donde esta vivía con su hombre.
Con apurado paso, respirando con el ansia que produce el ahogo, derrumbose ante su hermana echándose en sus brazos.
Al verla tan sofocada, su hermana la hizo sentar y mientras le preparaba un reconfortante te con dulces y almendras que sabía tanto le gustaban, atropelladamente, a trompicones, la joven le contaba su descubrimiento.
A duras penas consiguió refrenar a su jóven hermana y comprendió lo que le estaba contando, pues además le estaba indicando, con suma precisión, donde estaba tan especial y asombroso lugar.
el Hogón del pueblo
La jóven, tras medio sosegarse y recuperarse a medias, se acurrucó en el regazo de su hermana, agradecida por sus ánimos y cariño, le dio un fuerte abrazo y salió rauda a contarle el descubrimiento a sus padres.
La hermana mayor cuando ya caía el sol y volvió su hombre, le contó a este el peculiar relato.
Atónito, él la escuchaba recordando lo ímprobo de sus esfuerzos en el campo y tuvo la idea de reclamar ante el Hogón del pueblo, el jefe de los recursos en Yanda, la propiedad del lugar.
Mientras, en Bamba, el poblado principal, la jóven muchacha relataba el descubrimiento con todo detalle a sus padres, que escuchaban perplejos el relato, así como sus pequeños hermanos, que permanecían inmóviles y anonadados por el cuento y el énfasis puesto en contarlo.
De inmediato, el padre, cogió a la joven y la llevo a presencia del Hogón de Bamba, el distribuidor y jefe de los recursos, al que la muchacha repitió la narración.
El Hogón de Bamba, el principal de la zona, se dio cuenta inmediata de la importancia del hallazgo y de inmediato lo registró como propiedad a nombre de la muchacha.
hombres de Yanda
Al día siguiente, salieron hombres de Yanda y hombres de Bamba, dirigiéndose hacia el lugar y encontrándose por el camino. Los cordiales saludos de inicio se tornaron en recelo y después en altisonantes palabras. Pero fue cuando llegaron que ante lo asombroso de la realidad, que superaba con mucho la narración escuchada, no era un cuento, ambos bandos se enzarzaron dando pie a duros enfrentamientos.
Aquella situación se enconó y los enfrentamientos llegaron a mayores, lo que produjo graves disturbios.
Tuvo que reunirse el Consejo de Ancianos para dilucidar qué hacer y a quién pertenecía tan excepcional recurso. No tardaron mucho, pues la razón sólo tiene un camino.
No influyó que fuera más poderosa Bamba, que tuviera más número de habitantes, ni la mayor jerarquía de sus jefes, pero sí el origen del descubrimiento, quién y cómo, reconociéndoselo a la muchacha. Esto no implicaba en principio mas que reconocimiento, puesto que entre los dogón la propiedad es comunitaria. La disputa era por tanto, más por prestigio que por beneficio, pues cierto es que en la zona como en todo el resto del País Dogón y en una amplia zona de Malí y Burquina Faso, la propiedad individual no existe y los recursos se reparten con ecuanimidad.
Antogo
Desde entonces, una vez al año, en la temporada ya preestablecida, tiene lugar el ritual de Antogo.lo hizo una mujer, estas no pueden participar pues son consideradas impuras debido al ciclo menstrual.
Aunque como más abajo se explica, en este caso esa es la disculpa incuestionable, pues la realidad es que con ello también se les evitan daños innecesarios, porque aunque sea viuda y sin hijos, tendrá su parte.
Desde entonces, una vez al año, en la temporada ya preestablecida, tiene lugar el ritual de Antogo.
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