El Nya Bamana cuarta etapa de paso
Y nos dicen:
“En la hermandad de iniciación Nya, hay un gran número de altares portátiles que se consideran los receptáculos de los poderes intermedios entre Dios y los hombres. El papel que desempeñan estos altares es una parte esencial de la estructura del sacrificio y ayuda a aclarar algunos de sus aspectos más ocultos. Estos altares, 266 en número y distribuidos en paquetes, salen, llevados por los poseídos por los Nya, con motivo de dos grandes eventos anuales de sacrificio, durante las cuales son revividos por la sangre de las víctimas sacrificadas”.
Dando a entender que para 266 tipos de solicitudes, hay 266 maneras adecuadas de hacer y resolver y algo tan específico y utilizado de antiguo, será porque de algún modo les funciona:
“Los sacrificios que realizan Bamana, Minianka o Korogo entre otras gentes de Malí guardan una secuencia ritualizada de dones llamada Kara, que siempre va precedida de una ofrenda de agua pura y mijo e incluso cenizas, a lo que sigue la inmolación de un animal doméstico, como ‘actor principal’ de un rito de naturaleza mágica, durante el que circulan fuerzas vitales, Nyama, trasmitidas por sangre”.
El sacerdote de Nya
“El sacerdote de Nya, manipula las fuerzas cósmicas a través de un riguroso sistema de signos gráficos. Inscritos en una tabla, están directamente relacionados con los objetos religiosos, los Yapɛrɛ, regados con la sangre de perros. El objetivo cósmico del sacrifico caracteriza tanto al de los Dogón como al de los Minianka, pero no implica necesariamente matar una deidad o antepasado primordial.
Cualquier sacrificio, Padipienli o Padita, genera un ‘grafismo’; pero esta vez son signos grabados en una calabaza y corresponden a los animales enumerados en la oración previamente. El animal interviene así de tres maneras complementarias: como carne y hueso, como algo hablado y como algo inscrito”.

“La elección simbólica y la calificación de las especies a utilizar, merecen la máxima atención. Basta, para darse cuenta de esto, comparar cómo se cataloga al perro entre ‘diversos grupos’. Excluido del sacrificio por los sacerdotes, es utilizado solo por hechiceros, especialmente porque no es un rasgo de riqueza ni fuente de ganancias, siendo así el perro el animal sacrificial por excelencia en el culto de los Nya”.
Mitos
Ph. Jaspers relata un mito, aclarando la posición de este animal:
“Los secretos del Nya estaban en poder de los seres del bosque, descendientes primigenios. Durante un viaje de caza, el perro mató a una de estas criaturas míticas y entregó sus objetos de culto a los hombres. Tras lo que murió en el acto”. Dando la siguiente explicación:
“Es precisamente esta inexplicable muerte, la que de manera intensa se repite en cada sacrificio, constante y cuantiosamente. El sacrificio implicó primero la muerte de genios del bosque, intermediarios entre Dios y las gentes de la aldea, luego la del perro que, integrado tanto en la naturaleza ‘lo salvaje’ como con el humano ‘lo culto’, aparece como un mediador privilegiado entre ambos espectros.
El violento ciclo en el que se basa esta transmisión de las fuentes mismas de la vida, no se detiene ahí, ya que establecer el culto a los Nya en cada nueva aldea, conduce en más o menos largo plazo a la muerte de quien se apropió del poder. Al final de este proceso, el sacrificio anual del perro, reclamado por el Nya, adquiere todo su significado: es el sustituto paliador de la matanza de seres míticos o reales, una condición imprescindible para que se ubique y muestre el Nya en el mundo de los humanos.
Sacrificios
El sacrificio del perro deviene en deuda perpetua,como si esa vida mítica cuyo abrupto final propició el animal, tuviera que ser compensada a través de la gravosa cesión primero del ser y luego del tener.Perro y humano, el iniciador del culto, están condenados a una vida efímera;de alguna manera es auto inmolarse, porque el Nya fue arrebatado a sus verdaderos dueños, aquellos sucesores primigenios caídos, amantes del bosque, al precio de ser asesinados.
Y es aquí donde se hace patente el impacto económico”. Jonckers comenta que:
“La mayoría de los cultos anuales requieren del sacrifico de entre diez a treinta perros e incontables pollos. Lo que requiere de trabajos extras para hacerle frente, pues perros y pollos se adquieren en el mercado”.
el Cucumis prophetarum
Curiosamente, establecen la posibilidad de que quien no tenga medios para tales sacrificios sustituya la carne por un fruto silvestre, el Cucumis prophetarum o Crowford:
“En caso de indigencia, esta especie de pepino cubierto con nudos puede ser ‘sacrificado’, en lugar de un animal”.
Evans Pritchard desafortunadamente no aporta ningún dato de porqué esta planta es el único representante del mundo vegetal, silvestre o cultivado, que posee el privilegio de ‘representar’ la carne sacrificial, pero sí nos dice:
“Debe observarse, sin embargo, que el kwol o kwol yang, ‘pepino de la vaca’, invade los campos. La asociación simbólica privilegiada con el ganado se confirma cuando examinamos el rito sacrificial del cual el ‘pepino’ es el objeto. Con una daga se corta en dos partes, la mitad izquierda, mala, se desecha, mientras que la parte derecha, la buena, se coloca en la paja del corral de ganado, en la entrada, después de que el oficiante se haya frotado el pecho y la frente con el jugo”.
El Nãko
Jonckers apunta:
“El Nãko, el altar de los cazadores, recibe, además de la sangre de animales domésticos, la de aquellos salvajes capturados vivos, como la hiena, el orycterope o cerdo hormiguero, la boa y el antílope”.
De Heusch 1971 se suma y dice:
“El pangolín, animal singular, simbólicamente cercano al mundo humano por su carácter monoparental, como inmerso en el mundo animal donde es un monstruo taxonómico, asegura la comunicación, necesaria y difícil, entre el pueblo y el bosque, donde los animales viven cerca de los espíritus”.
A esto se podría añadir que tienen consideración de sacrificio la fermentación del grano, muerto por la cocción, evocando la resurrección de la deidad reorganizadora, así como que la carne se consumiera salada o asada. Dando al hogar donde se cocinaba el estatus de ara cotidiana y centro sacrificial, por tanto espiritual, formando parte integral de la actuación sobre todo el universo.
rito anti brujería nocturno
“También hay un rito anti brujería nocturno, durante el cual Orión exalta en el cielo el poder de los Nya. Le llaman Nya Tyɛrɛ saraka, ‘ofrenda de huevo de gallina a los Nya’; este rito tiene la función de proteger a la comunidad contra las malas artes de hechiceros.
Los oficiantes deben depositar frente al santuario de Nya un huevo de gallina en un pequeño recipiente con agua y esperar a que Orión desaparezca por el oeste. Afirman que la caída de la constelación aporta intenso calor al Nya. El huevo hierve instantáneamente siendo consumido por los oficiantes.
Los especialistas afirman que el Yapɛrɛde Orión cooperó con el Nya para queburbujeara el huevo en el momento en que Orión penetró en la Tierra, alrededor de las cuatro de la mañana”. Según los iniciados, el huevo ofrecido a los Nya representa el huevo cósmico inicial del que surgieron los ‘primeros antepasados’.
Sefɛlɛ
Al margen de cómo lo nombre cada pueblo del Mandé, ellos sí adjetivan, diferenciando, a un ‘antepasado’ de un ‘ancestro’, lo que para nosotros eran términos sinónimos.
‘Antepasado’ es, aquel anterior al pasado, al que se originó o creó en la ‘primera etapa’ o Dali folo al que llaman Sefɛlɛ. ‘Ancestro’ es aquel creado tras ser marginados los primeros, en una ‘segunda etapa’, o Dali Flana, dado que los otros no cuajaron o consiguieron el objetivo previsto. Son los Sefɛ.





1º Sefɛlɛ | 2º Sefɛ | 3ºWɔlɔtipya | 4ºYɛngɛnyɛcɔ | 5ºKlɛ tɔnyugɔ |
- 1º Sefɛlɛ, ‘Primeros Antepasados’, antes de lo que pasó, los Sefɛlɛ, aquellos que surgieron en la ‘primera creación’ o Dali Folo y no cumplieron los objetivos pretendidos. Honrados como obra primigenia pero descartados e imposibilitados de mezclarse con los de la segunda o ‘Ancestros’
- 2º Sefɛ, ‘ancestros’ creados en la segunda obra o Dali Flana, aquellos, Sefɛ, que sí cumplieron los objetivos del Creador. “Los Sefɛ ‘ancestros’ de la segunda generación mítica y dueños místicos de los Nya.” Ambos grupos, 1º y 2º decisivos en cuanto herederos sobre lo creado.
Antepasados
- 3º Orión hombre estrella.
- 4º Sirio, co-esposa de la Luna. Ambos grupos, 3º y 4º decisorios sobre la fertilidad de la Tierra y las mujeres.
- 5º cabeza del cálao, propiciador de la lluvia. Diagrama que aunque figura en la tabla de la que se sacó esta información, tiene un objetivo regulador distinto y no tiene funciones aquí.
Esto es básico, hasta el punto que los expertos preguntan y responden así: “Dada la posición excepcional de los Sefɛ en la genealogía mítica, los Sefɛson los gemelos de los Nya, uno puede preguntarse cómo el sacerdote organiza su Yapɛrɛ*3 en la parte superior del envoltorio.
¿Obedece el orden de sucesión de los signos de su diagrama 4-3-2-1? En realidad, no. Canaliza la salida del Yapɛrɛ modificando e invirtiendo el orden de sucesión de los signos en 4-3-1-2, de modo que el Yapɛrɛ del Sefɛ, signo 2, ancestros de la segunda generación, tapa el de los Sefɛlɛ, signo 1, antepasados de la primera generación.
Luego rodea el Yapɛrɛdel Sefɛ, signo 2, del anillo del Nankon el Yapɛrɛ de la hermandad de cazadores, susurrando el lema del anillo: “Maestro del arbusto y la aldea”. Atribuye con este gesto todos los poderes, sobre el monte y el pueblo, al Sefɛ, es decir, a la segunda generación mítica”.
* 3 Nota: Envoltorio con acúmulo de materias utilizado como fetiche.
Germaine Dieterlen
Germaine Dieterlen 1951:232, fue capaz de situar con sus informantes Bamana la posición de los Nya en todas las principales sociedades iniciáticas, de acuerdo con el siguiente orden:
“El Nya está en el nadir, acompaña al Komo en el oeste, al Kworè en el este, al Nama en el sur, al Kono en el norte, cada sociedad está relacionada con la organización universal de espacios y elementos”
Mitos y realidades se unen, como casi todo en las religiones, en diletantes discursos con fórmulas que resultan racionales si no partieran de supuestos idealizados y, es tal la desmesura de datos, el desmenuce del relato y de cómo precisa la liturgia que el ‘sacrificador’ debe llevar a cabo, como por ejemplo cuando deben colocar por estricto orden la posición de cada paquete que integra el sacrificio, en función de las 266 posibilidades, que aunque lo he leído varias veces, me es imposible, aun, hacer un relato coherente.
Entiendo que los expertos nos relatan, y regalan, lo que se les cuenta y ven, poniendo todo su esfuerzo y conocimiento en descubrir lo real, pero habiendo visto tanto, no sé si lo que ven es lo que quiere que se vea quien lo pide, o a quien se le pide. Dilema eterno.
Sea como fuere esto es antropología: conocer al ser humano y sus hechos, sean aquellos, estos o nosotros.
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