la Omu
El cargo femenino más relevante para los Igbo de la región occidental y de Onitsha era el de Omu. Ser la Omu implicaba ser Nneomumu, madre de la sociedad, y al que se accedía principalmente por ser una mujer hecha a si misma, de gran poder económico conseguido por su habilidad, carácter y sin embargo conducta intachable, valoradapor encima de su relación con el rey o cualquier otro hombre.
Sin embargo este cargo institucionalizado de Omu, no estaba reglado uniformemente pues cada sociedad lo desarrollaba a su libre albedrío, aunque siempre prevaleciera la coherencia. Lo que nos dice que lo coherente no es nuestro propio concepto sino que depende del contexto en que se desarrolle.
Como ejemplos: En Ubulu Ukwu, una Omu debía pertenecer a la familia real, pero en Asaba, Igbuzo y Ogwashi Ukwu, entre otras ciudades, las Omu eran elegidas. En Onicha Ugbo, era obligado que la mujer accediera antes a Ozo, para ser Omu. Y en otros regímenes quien dictaminaba era un oráculo.
Emblemas reales
Una vez nominada, la Omu vestía y lucía los mismos emblemas de un rey masculinoy disponía de su propio compuesto real, aunque las casadas volvían a su casa familiar, donde en uno y otro caso instalaban su propia corte y consejo femeninos. El que una Omu decidiera sobre asuntos femeninos, por lógica y como sucedía a la inversa, sus decisiones afectaban a los hombres de la comunidad, aunque ni su poder ni influencia era igual en todas partes ni tampoco comparable al de sus homónimos varones.
Tampoco sus consejeras alcanzaban el estatus de los Ndichie del rey. Aunque con la disparidad de criterios que hemos visto, no nos debe extrañar que en Onicha Ugbo, entre otros lugares, algunos Ozu, hombres y mujeres que a su vez accedieron al título de Onwene, preeminentes, prestaran compromiso de lealtad a las Omu.
Su ascendente era tal que a algunas Omu se les permitía una cierta cercanía a Ofo.
“…entre los Igbo y siempre en todo su territorio, todas las clases de Ofo están reservadas a los hombres. Solo los hombres son aptos a manejar estos objetos rituales sin profanarlos. Algunos de estos símbolos de Ofo, considerados como muy sagrados y poderosos no deben ser ni siquiera vistos por las mujeres. Como lo es el Ofo Ataka que se encuentra en Nnewi, un Ofo muy especial”.
ritualizar el Ofo
Pero como en todo hay excepciones, y al igual que entre los adivinos u hombres medicina, algo en principio exclusivo de hombres, también hay mujeres, como no va a haberlas para ritualizar el Ofo, o ‘Bastón de Dios’.
Christopher I. Ejizu 1986, en “Ofo: Símbolo ritual Igbo”. pág. 52, nos dice:
“…exoneradas de su genero son las mujeres casadas categorizadas Umu Ada, o Umu Okpu en la región del noroeste, así como también las mujeres de alto grado de edad en las ciudades de Nsukka, Arondizuogo y otras, quienes llevan pequeños Ofo o en pequeños paquetes de ramitas, para utilizarlos en eventos concretos como reuniones o para solventar disputas. Estos Ofo, de pequeño tamaño utilizados por mujeres, suelen conocerse como Ofo Nkiti. Unaslo guardan en sus santuarios Chi personales, otras en sus bolsos de mano”.
La cultura Igbo entiende como iguales a hombres y mujeres, aunque son conscientes de las diferencias físicas. Por eso ellas no pueden participar en cuestiones especificas de hombres como ir a la guerra, cazar, trepar a una palmera, partir las nueces de kola o participar en una mascarada, al igual que los hombres deben abstenerse de participar en actividades especificas de mujeres o inmiscuirse en sus asuntos.
En esencia, hoy igual que antaño.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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