Mgbedike o Agaba son los nombres que se dan a estas mascaradas que simbolizan a espíritus masculinos. Las máscaras podían llamarse igual que la mascarada: Agaba el más conocido entre ellos, Mgbedike el mas usado por los blancos y Agu neche Enyi por ejemplo, cuando ellos dicen que para recrearla han simbiotizado al leopardo y el elefante, y por tanto pudiendo tener tantos nombres como imaginación. Dicen que el significado metafórico sería ‘Momento para valientes’.
Mgbedike | Foto de G. I. Jones de 1930 con enmascarado al que llama Agaba |
Eran portadas por hombres maduros o incluso a veces ancianos. Aunque las máscaras presentan algunos rasgos humanos, ponen énfasis en denotar fuerza, poder, físico y místico.
De la misma importancia que la máscara es el traje, a través del cual hacen referencia al mundo del bosque y lo que este encierra, como medicinas que solo el sanador conoce, adosando al traje algunas muestras. Las máscaras y trajes de los Mgbedike presentan a menudo materiales de sacrificio, libaciones o misteriosas excreciones y resultaban ennegrecidos con el hollín de la hoguera de media tarde, previa a su actuación.
Los rasgos faciales de la máscara pueden ser simétricos, pero agresivos e intimidatorios, a veces con ojos desencajados, boca y nariz desestructuradas intentando semejar la idea que se tiene del mal. De la frente nacen amenazadores cuernos y otras protuberancias orgánicas; y la boca, desmesurada, presenta numerosos y enormes caninos.
Agu neche Enyi
Se les otorgan nombres concretos que describen su peculiaridad como el ‘maléfico’, ‘violento’ o ‘ávido de sangre’; concretamente Agu neche Enyi significa, “el leopardo se crece con su amigo”, con los que de entrada provocaban recelo si no miedo. Su representación trataba de causar pavor arremetiendo contra los asistentes; armados de cimbreantes varas o látigos e incluso a veces con cuchillos, había unos asistentes cuya única función era controlar su ardor en sus embestidas contra el público, pues para amedrentar las Mgbedike no requerían de refuerzos.
Por lo general, no tenían una máscarada propia, si no que podían presentarse en cualquier festival pues su objetivo era amedrentar a aquellos que se mostraban antisociales, indicando con su agresiva apariencia que siempre aparecería él que les superaría.
En realidad era una curiosa manera de controlar a los indisciplinados, rebeldes o excesivamente bulliciosos. Aunque ante una posible batalla salía a enardecer los ánimos, hasta el punto de exaltar a los concurrentes que con sus alaridos, atemorizaban ya de paso a los enemigos, si ya con tan solo ver a tan temible espíritu no lo estaban. Aunque parece que esta no fue su principal función y sí la otra.
G.I. Jones
Agaba o Mgbedike en fotos de William Buller Fagg 1946 | Foto Edward Duckworth 1949 |
“Las criaturas con cuernos encarnan, además, la tenacidad, resistencia y resilencia”
En el festival de Imoka en Awka. Foto The Guardian | Fotógrafo desconocido |
las influencias
Y ahora veamos las influencias. Hace casi 30 años tuve oportunidad de ver un curioso carnaval en Madrid un fin de semana de mediados de Agosto, ese día, luego estuve en varios más, se cerraba al tráfico una calle muy típica la de Bravo Murillo, desde Cuatro Caminos hasta Estrecho.
El Carnaval, que ellos celebran el 27 de Febrero en su tierra, era una ‘fiesta mayor’ para mis numeroso amigos dominicanos, pero lo que más me llamó la atención fue que aunque todos, ellas y ellos se esmeraron, fue otro amigo, español, el único que se había traido un traje y máscara desde la Isla. Se me quedó grabado. Ellos llaman a esta mascarada la del ‘Diablo Cojuelo’, relatada ya así desde 1520 por fray Bartolomé de las Casas, personaje extraido del Quijote, descrito por Cervantes
“…con espejos, cascabeles, cuernos y vejigas”.
No voy, ni es este el momento de entrar en semiótica, símbolo y simbología, colores y su ascripción y la iconografía del ayer y hoy de África en América, solo exponer las influencias.
Sí hacer notar que estas fotos son ya del siglo XXI e ‘in situ’, casi todas en la provincia de la Vega, en la República Domincana.
Aquí si se puede percibir el vibrante colorido y exageración en las formas en esa curiosa manera de percibir el ‘Mal’, y aunque me consta que son bastante superticiosos, capaces de reírse por un día de él. Aunque para nada sus máscaras, entre dragón oriental o dibujo Disney, intimidan tanto como las que les dan origen en la tierra de los Igbo.
Bartolomé de las Casas
Está claro que De las Casas, permitiría en las carnestolendas que los esclavos que había en la islas se solazaran de alguna manera, e igual que se rezaba a santa Barbara, para aquellos africanos sublimación de Shangó, o al ‘Niño de la Bola’ como si el mismísimo Olodumare o Ashé del Orisha fuera; o Toni Malau, reinterpretación de San Antonio tenido como poderoso fetiche de los Kongo que se puede aún ver entre gentes de Brasil y otros pueblos de la Amazonía, pues soslayó esto, sin saber que en realidad estaban rememorando su tradicción.
Y es curioso porque la máscara de la que hablamos y vemos, es de origen Igbo, pueblo vecino de los Yorubas de cuya religión derivan las creencias sincréticas en América, aunque en realidad el mayor numero de esclavos nigerianos parece ser eran de origen Igbo, lo que a los esclavistas importaba bastante poco.
Obviando que los dominicanos reivindican más un origen taíno, aunque el propio De las Casas cita su exterminio poniendo nombre al último taíno que muere por infecciones, mal nutrición y excesivo trabajo que habían llevado aquellos colonos primigenios, y repudiando o como poco olvidando un origen africano, que sí reconocen los cubanos, por ejemplo, espero que alguno de los amigos cubanos, dominicanos, venezolanos o mejicanos que suelen leer esto nos ilustren.
a | b | c |
Agaba Mgbedike Igbo
- a:Máscara Agaba Mgbedike Igbo de inicos del s XX en el Museo de Arte africano de Indianapolis
- b: Máscara del Diablo Cajuelo en la Vega, República Dominicana en 2018 por Ivan Amador
- c: Agaba Mgebedike realizada por Ezeki Ngwo en Awkuzu entre 1940 a 50 en el Fowler Museum en UCLA
Sin ganas de agobiar pero si presentar otras fotos de campo y de piezas en grandes museos terminemos esta máscarada de Agaba o Mgbedike, el ‘Momento para ser audaz’.
Foto Edward Chadwick 1930 | Fotograma de ‘Un día en Udi’, pelicula ganadora del Award de la Academia Britanica de cine en 1949. Photo Crown Film Studio, 1940 |
e: Foto de Agaba por G.I. Jones 1931 | f: Mgbedike en la Yale University | University g: Mgebedike de Iwezen de Ogbunike sobre 1918. Museo Metropolitano de Arte de NY |
Si en la foto e, Jones nos muestra un alarde interpretativo de la involución del mundo animal con inumerables componentes de la fauna que los Igbo tenían a la vista, no es muy diferente aunque sí más sobria la de la f que se muestra en la Universidad de Yale.
Sí se rompe aquí, aunque es verdad que no es díficl encontrar otras similares, la que en la foto g vemos del Metropolitan de NY con la simbiosis, siempre con múltiples cuernos, de las fauces de un cocodrilo, con un intimidante simio, parece la pose de reto de un gorila sobre la cabeza y de frente, y lo que mi imaginación percibe como la enorme cabeza de un hipopótamo, que tras el búfalo dicen es el animal que mas muertes de humanos produce en África.
carnavales de origen africano
Y una acotación: Al margen de la mascarada de los Tiznaos, que celebran durante su carnaval los dominicanos, existen algunos carnavales de origen africano, cuyas celebraciones generalmente no están relacionadas ni con las carnestolendas ni con las fechas patrióticas. Estos carnavales son conocidos como «carnavales cimarrones» y el más conocido de ellos es el de Cabral, que se celebra en Semana Santa.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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