Nama
Nama es la cuarta etapa: Se trata de adquirir los conocimientos guardados en el Nyama, necesarios para entender la Naturaleza, y sin profundizar en el ser humano, ya lo hacen las otras desde diversos ángulos.
Sí es necesario conocer los recursos que encierra y saber extraerlos, preservándolos, sin que la Naturaleza sufra daños, y aprender que la interacción que ambos tienen se mantenga dentro de un tácito acuerdo.
Interrumpo aquí la somera explicación para adentrarme en el ‘Profundo Universo Mandé’.
Varios, que no un despistado experto que pasara por allí, y abalados por importantes universidades, empezaron por cuestionar, para acabar evaluando, estudiando y abalando aquello dicho y hecho por los ‘rudimentarios’ africanos: los aspectos astronómicos, los que los animales muestran, y la evolución que se aprecia desde que una simiente brota y porqués de su distinto crecimiento dependiendo de una u otra zona, de si pasa por allí una cabra, o cómo en función de cómo migra un astro engordan los granos, y no es broma ni mucho menos exageración lo que expongo.
Basan sus rituales, por ejemplo, en una cosmogonía bien y dilatadamente observada, llegando a relacionar sus cultivos con la luz que emite Orión en su deambular nocturno y dicen:
“Orión es de hecho la constelación que, durante la estación cálida, cruza la noche o Wɔrɔ Chyɔ y desaparece hacia el oeste”.
Y lo describen como: “… un sol nocturno que cruza el cielo de este a oeste. Un poco antes de la siembra, de mayo a junio, su desaparición, como una penetración fertilizante del sol en la tierra, resulta fecunda”.
la hermandad de Nama
Suena esto muy bucólico pero encierra realidades vitales como alimentar y preservar a la familia y las familias de los hijos y a las de aquellos que conocemos. Así, los afiliados a la hermandad de Nama se ocupan de evaluar la rotación de cultivos o qué terrenos dejar en barbecho, por ejemplo, diríamos que son como ingenieros agrónomos, aunque también se recurre a ellos ante mordeduras de serpientes, alacranes o arañas, pues son expertos conocedores de los antídotos necesarios en cada caso. Sus conocimientos así como su puesto se trasmiten hereditariamente.
Veamos solo algunos retazos más, porque los libros son muchos y los datos recogidos que nos dan G. Dieterlen, D. Jonckers, Ph. Jespers o M. Cartry entre otros, son muy cuantiosos:
Y nos dicen:
“En la hermandad de iniciación Nya, hay un gran número de altares portátiles que se consideran los receptáculos de los poderes intermedios entre Dios y los hombres. El papel que desempeñan estos altares es una parte esencial de la estructura del sacrificio y ayuda a aclarar algunos de sus aspectos más ocultos. Estos altares, 266 en número y distribuidos en paquetes, salen, llevados por los poseídos por los Nya, con motivo de dos grandes eventos anuales de sacrificio, durante las cuales son revividos por la sangre de las víctimas sacrificadas”.
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