Introducción
Djeli como este músico que tensa sus tambores al fuego, preparándose para su actuación.
Actuación que unas veces constará en demostrar su habilidad como baterista, otras como danzarín y las más, tal vez, como narrador de insólitas historias que puede que no a los autóctonos, que lo habrán oído y puede que visto, pero sí os llamará la atención a vosotros que estáis leyendo esto… decídmelo luego, por favor.

Narración de Djeli
Emitía aterradores aullidos que presagiaban una lúgubre noche. Ellas habían estado discutiendo e incluso la mayor había arrojado su cazo a la cabeza de la joven y última esposa, que engreída creía que su lozanía, hermoso pelo negro, largas piernas y senos rotundos le bastaban para mangonear a las demás.
Hartas de sus malhumores, modos obscenos y gritos destemplados, el resto de esposas recriminaban su proceder. De nada valió la llegada del marido y su intento por apaciguar, sus cuatro esposas discutían acaloradamente y aquello no presagiaba un final feliz.
Los estridentes aullidos volvieron a oírse tal vez más cerca.
La disputa continuaba y la segunda más joven ya mostraba en sus brazos cómo las gastaba aquella joven muchacha a la que no gustaba sentirse una más. El marido, antes de marcharse, ya había advertido que tomaría una resolución drástica. Pero aquello parecía un anuncio hueco porque no tuvo el más mínimo efecto.
La disputa continuaba, e incluso parecían cada vez más exaltadas, pues sordos golpes contra la pared auguraban la rotura de algún reposacabezas, lanzado con furia.
El estruendo paralizo de repente a todas. Un gutural y atronador aullido había restallado contra las paredes, los árboles, los oídos…
Petrificadas vieron llegar un ser aterrador que se precipitaba sobre ellas. Era enorme, se abalanzaba como un baobab gigantesco, de enormes brazos y piernas y ojos llameantes.
Atónitas, miraban aquello petrificadas de terror. Incapaces de moverse vieron cómo se acercaba al rincón donde instintivamente se habían guarecido…
Bajó un brazo y extendió la nervuda mano… Y la agarró… estaba claro por su lividez y espasmos que el miedo había acampado en ella. El ente la desnudó y se la llevó…. El resto de esposas cayeron en la cuenta y de seguro, nunca más serían tan estúpidas.
Tal vez cuando la joven volviera, compungidas, la curarían y procurarían ser más comprensivas y recordar cómo eran cuando llegaron por primera vez.
Relato de Mungo Park
<< “Mumbo Jumbo: Es un extraño ente que emplean los paganos Mandingas con el propósito de mantener controladas a sus mujeres. Al permitirse la poligamia entre estas personas, cada hombre se casa con tantas esposas como pueda mantener convenientemente; y la consecuencia es que las disputas familiares a veces se elevan a tal altura, que la autoridad del marido no es suficiente para restaurar la paz entre las damas.
En estas ocasiones, se llama a la interposición de Mumbo Jumbo; y siempre es decisivo. Este extraño ministro de justicia, que o es el propio marido, o alguna persona instruida por él, disfrazado con una especie de hábito de mascarada, hecho de cortezas de árboles, y armado con la vara de autoridad pública, anuncia su llegada con atronadores y sombríos gritos que emite desde el bosque, cerca de la ciudad. Comienza su pantomima al acercarse la noche; y tan pronto como oscurece, entra en la ciudad y se dirige al Bentung o mercado, en el que todos los habitantes se reúnen de inmediato… la ceremonia comienza con cantos y bailes, que continúan hasta la medianoche, hora en la que Mumbo se fija en la delincuente.
Esta desafortunada víctima es inmediatamente apresada, desnudada, atada a un poste y severamente azotada con la vara de Mumbo, en medio de los gritos y burlas de toda la asamblea; y es notable, que quien más ardor y escarnio muestra, son el resto de las mujeres que emplean las más ruidosas exclamaciones en esta ocasión contra su infeliz hermana. La luz del día pone fin a esta indecente y poco edificante diversión….”
“Que las mujeres están engañadas parece evidente; porque el señor Park nos asegura, que es harto dificultoso colgar el vestido de Mumbo de un árbol a la entrada de cada pueblo; lo que difícilmente sería factible si las mujeres no estuvieran persuadidas de que es el vestido de algún ser sobrenatural”>> Dice el suplemento de la Enciclopedia Británica de 1803 Tercera Edición.
Mungo Park
El mismo Mungo Park relata:
<< “El día 7 salí de Konjour, y dormí en un pueblo llamado Malla o Mallaing, y el día 8 sobre el mediodía llegué a Kolor, un pueblo ya de un tamaño considerable. Cerca de la entrada observé, colgado de un árbol, una especie de hábito o ropaje del tipo que usan en las mascaradas, hecho de cortezas de árboles, que al preguntar me dijeron, pertenecía a Mumbo Jumbo … Este es un extraño bicho, común a todos los pueblos Mandingas, y muy empleado por los nativos paganos para mantener a sus mujeres controladas.
… Mumbo Jumbo, o mumbo jumbo,es un lenguaje confuso o sin sentido. La frase se usa a menudo para expresar críticas humorísticas a los mandos intermedios y jerga especializada como la jerga legal, que los no especialistas tienen dificultades para entender. Por ejemplo, “No entiendo todo ese mumbo jumbo legal de la letra pequeña”
También puede referirse a prácticas basadas en la superstición, rituales destinados a causar confusión o idiomas que el hablante no entiende.
Mumbo Jumbo es una palabra de África occidental a menudo citada por historiadores y etimólogos como derivada de la palabra Mandinka ‘Maamajomboo’, que se refiere a un bailarín masculino enmascarado que participa en ceremonias religiosas. En el siglo XVIII Mumbo Jumbo hacía referencia a un dios de África Occidental”>>
‘Mumbo Jumbo
El diario de viaje de Mungo Park: ‘Travels in the Interior of Africa’, 1795, describe a ‘Mumbo Jumbo‘ como: “Un personaje, completo con ‘hábito de mascarada’, de quien los hombres Mandinka se disfrazarían para resolver disputas domésticas”.
Según el ‘Concise Oxford English Dictionary’: “Mumbo Jumbo es un sustantivo y es el nombre de un ídolo grotesco que se dice que ha sido adorado por algunas tribus. En su sentido figurado, Mumbo Jumbo es un objeto de veneración absurdo o un ritual sin sentido”.
Curiosamente aMungo Park, escocés que descubrió en qué sentido fluía el Níger, Djoliba para los Bamana, nunca se le permitió entrar en Segu.
Este tipo de ‘cuentos’, según Mungo Park realidad pues vio a Mumbo Jumbocolgado en algunos pueblos y comprobó la dificultad que esto conllevaba, pueden ser ‘advertencias’ de Griots o de ciegos, pues al igual que en la Europa medieval, o en España como nuestro ‘Lazarillo de Tormes’, los ciegos acostumbraban a ganarse el pan, al menos, con este tipo de historias, u otras similares a la que a continuación sigue:
Epopeya de Bakaridjan Kone en el siguiente capítulo 🙂

Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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