n’kisi en el R. Kongo
Algunos otros, que presentan la cabeza girada a un lado, con expresión o gesto entre despectivo y malévolo; guardan un potente espíritu sumamente negativo y peligroso preparado para actuar contra su víctima. Lógicamente su intención, privada o comunal, quedaba fuera del propósito primario aunque son tan n’kisi como otros.
Este n’kisi de la foto no recuerdo si es del Museo Tervuren o del Met.
Mbuambua es la viruela,desconocida hasta la llegada de los europeos y temida por causar gran mortandad. Esto llevó a los africanos a tener que hacer un N’Kisi especifico, esta vez con aquiescencia de misioneros y colonos, para prevenir la epidemia. Estos fetiches, al igual que figuras con el mismo interés realizadas por toda el África colonizada, que se ve devastada por esta epidemia trasmitida por los colonos llegados de las Américas en barcos esclavistas, se distinguen fácilmente porque presentan numerosas tachuelas o pequeñas hoquedades, semejando las pústulas que se manifiestan en el proceso de la mortal enfermedad.
No tengo ni he encontrado fotos de figuras de este tipo entre los distintos pueblos kongo, sí entre los songye, pende y tchokwe, también de pueblos de África occidental, pero parece que entre los más de 150 tipos de fetiches kongo con particularidades específicas había también alguno dedicado a esta función.
Kozo
Los fetiches, y figuras, con las manos sobre las caderas y barba superpuesta de arcilla aglomerada con resina, son relativos a la nobleza. Las manos cerca del ombligo son los referentes o circunscritos al linaje.
Kozo es un subtipo específico que representa un perro o mbwa. Su denominación completa sería: n’kisi malanda n’kondi kozo, o más coloquialmente basenji bellus, ‘perro de caza’, aunque los que ellos utilizan para la caza de verdad, son una raza especifica de la zona, muda, no emiten ladridos.
Los kozo pueden tener una o dos cabezas, actitud de alerta, ojos despiertos, boca abierta y lengua fuera porque está en plena faena. Se les atribuye un poder visionario que les permite leer lo que pretenden los espíritus de la noche y seguir las huellas de las personas dotadas de malas intenciones. Los bakongo creen que hay un mundo poblado por perros, situado entre el mundo de los vivos y el de los muertos, es un animal considerado como fiel guía y compañero del hombre hacia el mundo de los muertos, ‘psicopompo’, algo que se reproduce en muchas otras culturas.
Es un mediador entre los dos mundos dado que su excepcional vista y olfato les convierte en los mejores rastreadores de las fuerzas negativas, sin olvidar la función de proteger a las familias y avisar de los peligros al igual que los perros de los que son imágenes. Algunos aparecen sentados, cargados de cadenas, con numerosos clavos y con la cavidad para el bilongo situada en el lomo.
Se utilizan para la identificación de brujas y malhechores. Se cree que controlan la sexualidad de las mujeres. Los mbwa se activan mediante unas campanas de madera llamadas madibu, en singular dibu, que también sirven para que al oírlas los espíritus de los muertos acudan al encuentro.
n’kisi n’kondi
Otro tipo de n’kisi n’kondi es el de un mono agachado o erguido, esculpido con la boca abierta y la mirada fija en sus hermanos humanos; pero su posición flexionada, sus largos brazos, su pelaje realista, el de la foto concretamente recubierto de piel de ‘pan troglodytes’, chimpancé común, le relaciona con el mundo animal. La ambigüedad lo hace aun más inquietante. Hay dos tipos de suposiciones sobre la función de este tipo de fetiche: una es la de capturar a las brujas o hechiceros malévolos, y otros individuos indeseables, como ladrones, exaltados o pendencieros; al contrario de esta y por su habilidad para situarse en lo más alto, se le atribuyen conexiones con fuerzas del más allá.
Hemos visto una relación, somera dada la variedad, de qué y para qué servían los fetiches y que sólo si estaban consagrados y con el bilongo adecuado, el espíritu pasaba a residir en él y era válido por tanto. Estos espíritus, eran llamados por los adivinadores que eran banganga, los ‘altos sacerdotes’ o ‘maestros nganga’. Y a estos espíritus se les llamaba dependiendo de la necesidad a solventar, podían ser ancestros o bakulu, espíritus locales bisimbi bankita o fantasmas minkuyu.
Y dejamos los n’kisi Kongo para pasar a los Biteki, os esperamos y deseamos vuestros comentarios.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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