Prólogo
Ne balinakê farisoko niuma
Para saber a dónde y cómo ir, debes saber de dónde y cómo llegaste
La Enciclopedia Británica sobre los grupos Mandé empieza diciendo:
“La primera referencia árabe existente sobre un reino de Ghana data de principios del siglo IX. A mediados del siglo XI, el geógrafo cordobés Abû U’bayd al Bakri describió su capital, corte y comercio en detalle. La capital estaba formada por dos ciudades, una ciudad construida en piedra habitada por los comerciantes musulmanes y una construida en barro, del Mandé local, en la que el rey tenía su palacio amurallado. Sus centros estaban a seis millas de distancia, y todo el país intermedio estaba más o menos construido.
La considerable población se nutría y prosperaba por los productos de granjas circundantes, que eran regadas mediante pozos. La corte mostraba muchos signos de riqueza y poder, y el rey tenía bajo su mando un considerable número de gobernantes satélites. Una parte principal de sus ingresos provenía de impuestos regulares sobre el comercio.
El pilar de este comercio fue el intercambio de oro, que los propios comerciantes de Ghana traían de las tierras del sur, por sal, que los comerciantes del norte traían de depósitos de sal en el Sahara.
La descripción de al-Bakrī es ampliamente confirmada por la arqueología. La región en la que se encontraba el antiguo Imperio de Ghana contiene las ruinas de un número considerable de pueblos construidos en piedra, que deben haber sido arropados por una extensa actividad agrícola y comercial; aquellos en Koumbi Saleh*, generalmente se identifican con la capital descrita por al-Bakrī.
* Ciudad situada a 322 km al norte de la actual Bamako.
África Occidental
Esto lleva a la segunda explicación de los orígenes y el desarrollo de estados monárquicos entre los grupos de África Occidental. Hay evidencia arqueológica de la evolución de una economía agrícola y de pastoreo de ganado entre una población mixta de Imazighen libia y pueblos agrícolas negros, llamados ahora Ḥarāṭīn, en el Sahara, por al menos el 4000 a.e.c., más o menos contemporáneo con desarrollos similares en el valle del Nilo.
La desecación del Sahara y la evolución de su desierto actual entre alrededor del 8000 y 2000 a.e.c. debieron haber ocasionado una salida de población en la que los negros se concentraron en las sabanas al sur de ella.
Allí, en ambientes ribereños o lacustres favorables, parece razonable suponer que fue el mismo deseo de evitar conflictos por los derechos de la tierra y del agua y controlar y explotar los excedentes agrícolas, lo que condujo a un marco excepcionalmente fértil pero extremadamente restringido como el del valle del Nilo y la notable monarquía y civilización de los faraones, lo que debió ocasionar la evolución de monarquías similares aunque menos espectaculares.
los valles del Sénégal y Níger
Cabe señalar, sin embargo, que las principales monarquías de África Occidental conocidas por los árabes en aproximadamente el 1000 c.e., no se encontraban en las tierras bien regadas a lo largo de los valles del Sénégal y Níger ni en el lago Chad, sino al norte de éstas, en la agricultura menos favorecida, territorio entre ellos y los bordes del sur del Sahara. Esto sugiere que un tercer factor en la evolución de estas monarquías del norte fue la influencia del comercio de larga distancia.
Los reinos del África Occidental tenían sus propios recursos de hierro, que en algunos casos ya se trabajaba alrededor del 500 a.C., pero importaron otros metales, especialmente cobre, junto con caballos, manufacturas de lujo y, sobre todo, sal, un producto vital que era escaso en toda África Occidental, excepto en las costas. A cambio, podían ofrecer oro, marfil, ciertos productos agrícolas y esclavos”.
Los Bamana
En la consecución de su autonomía como pueblo, los Bamana tienen como primera figura preeminente, al punto de ser cantadas recurrentemente sus epopeyas, al rey Sunjata Keita, aun perteneciendo a una época previa a su propia historia como pueblo.
En la narrativa épica, Sunjata libera al pueblo Mandé del poder opresivo del rey Sumanguru Kante, y funda el imperio de Malí alrededor de 1235, un imperio que duró casi tres siglos y en su apogeo gobernó sobre unos 20 millones de personas.
“Una vez considerado mítico, el héroe ahora es reconocido como una figura histórica. Como muchos grandes relatos, la historia está llena de eventos mágicos. Comienza con el matrimonio de la madre de Sunjata, Sogolon, con Naré, el rey Mandingo, quien se casa con ella para conseguir la promesa de una profecía, que le augura que sí así lo hace ella daría a luz a un gran hombre.
Antes de alcanzar la importante posición que alcanzó, Sunjata y su madre se enfrentan a un largo período de exilio alejados del reino de los Mandingo. Durante este tiempo, la sabiduría, el coraje y la bondad de Sunjata le aportaron un amplio respeto. Eventualmente, el pueblo Mandingo lo reclama para salvarlos de la conquista por Sumanguru.
los griots
El griot de Sunjata, Bala Fasaké Kouyaté, resulta imprescindible en la conquista. Se gana la confianza de Sumanguru, tocando hermosa música en su balafón, hasta ganarse la confianza y llegar a conocer el secreto del poder mágico de Sumanguru: que solo puede ser asesinado mediante el espolón de un gallo blanco. Él pasa esta información a Sunjata, quien de este modo es capaz de derrotar a Sumanguru y liberar a su pueblo.
Desde entonces hasta hoy los griots han mantenido una posición preeminente en la sociedad como cantores, oradores, letristas, músicos e historiadores que cantan los logros del pueblo Mandé.
La epopeya de Sunjata ha sido muy importante en el desarrollo de la identidad Mandé y particularmente de los malienses. La mayoría de los personajes principales de la historia tienen canciones sobre ellos que todavía se cantan hoy en día”.
Los textos de la Brithis son exhaustivos en cuanto a la recopilación de datos, todos por supuesto de árabes o por ellos influenciados lo que no quiere decir que no sean precisos, todo lo contrario. Pero tratan sobre orígenes muy anteriores a lo que aquí se pretende, que es hablar de los Bamana, y aunque veamos datos de la interrelación con este su origen, el Mandé, la intención es conocer mejor tan solo a este grupo.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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