MUSSA y EL AGUA DE MOUSA
1946 M’Peni Dembele, de la villa Minyanka de Woro, trabajaba en sus campos cuando un Jinè, genio o espíritu, se le aparece con la forma de un hombrecillo de cierta edad. El Jinè le demanda establecer un nuevo culto en su nombre y le indica diversas prohibiciones y reglas a observar, al mismo tiempo le relata formulas de remedios para solucionar la esterilidad y otras varias enfermedades. El Jinè se pierde dentro del tronco de un karité, butiros permum parku, que se seca y muere.
M’Peni hasta ese momento era un significado líder de la sociedad Nya, un tradicionalista reputado como curandero. Estamos de lleno en plena 2ª Guerra Mundial, aún predomina el colonialismo.
El Culto Mussa, el preconizado por el Jiè y llevado a cabo por M’Peni Dembele se basa en venerar y realizar ofrendas y sacrificios de animales que no sean salvajes ni gallinas de Guinea. Su altar era un cuerno de carnero que en su interior llevara tierra de donde se apareció el Jiè, madera triturada del árbol seco tras el que desapareció, sangre de los animales sacrificados, todo ello amalgamado con manteca de karité. Ese es el altar, simple, efectivo. Sus objetivos abolir la brujería, perseguir hechiceros, propiciar fertilidad.
El Culto Mussa
1950 El culto traspasa fronteras llegando a territorio yoruba y a la costa atlántica de la entonces Costa de Oro.
1957 Yenetrigue Soro Koulibali, un senufo nafara del poblado de Sinematiali, pone en valor el agua de un misterioso pozo en Dien.
1963 Yenetrigue se reconvierte en Mousa y el pozo es su agua. El Agua de Mousa. Con ella se curaban discapacitados, enfermos mentales y cualquiera que pasara por un mal momento; pero sobre todo protegía contra la brujería y lo que esta acarreaba. Alrededor del pozo de Dien en Sinematialli, en aquella época se desborda la población que llega incluso en taxis desde Senegal y Nigeria para purificarse, curar sus enfermedades pero sobre todo para demostrar su absoluto rechazo a todo lo que tuviera que ver con brujos y hechiceros.
Ambos grupos basan su planteamiento en tres fundamentos: sólo hay un dios; sólo hay un remedio, el agua; si solo hay un dios todo lo demás a favor o en contra es brujería y hay que destruirlo, sean personas animales o cosas.
1965 es plena época de descolonización, la metrópoli de ningún país europeo está en situación de hacer frente a tan enormes movimientos de masas y lo que conlleva de enfrentamientos de todo tipo. En ese ámbito todo aquello que tuviera como objetivo protección o características que implicaran posicionarse a favor o en contra de la brujería es destruido.
la sociedad del Poro
Es la sociedad del Poro, tal vez la de más raigambre del África Occidental, la que más sufre estas consecuencias tendiendo a desaparecer. Solo algunos objetos, como máscaras o figuras que recogen misioneros o colonos, se salvan y están en la actualidad en los grandes museos o colecciones.
Es diez años más tarde que ambas sectas, que en realidad apostaban por un dios integrador, visto desde su perspectiva, y prescindir de influjos, se desinflan ante el empuje del islam sobre todo y del cristianismo. Y es el momento en que las tradiciones y culturas se retoman, de manos de aquellos que aún conservaban lo que de ancestral y social tenían.
Este prólogo, sobre algo que ha tenido norme influencia, pero casi olvidado por historiadores o antropólogos, esos días tan turbulentos eran poco agradecidos y producían más miedo que curiosidad, afortunadamente sí encontró quien lo documentara con gran profusión de datos verificados. Pero es algo que he querido adelantar, porque si es difícil recabar datos, esto influyó y mucho, en toda la sociedad, dese la base económica a la política y religiosa, y como no podía ser menos a su cultura, y dentro de ella, a sus máscaras figuras y otros objetos, y en qué es y si es o no antiguo o falso. Estos datos corresponden a un denso trabajo que habla de una amplia zona de África y no quiero extenderme en ello más, porque aquí hablamos ahora de los Senufo
Los Senufo
Los Senufo son tan peculiares que aún hay discrepancias sobre los grupos que componen este pueblo, que los más expertos evalúan entre 25 y 32. Tienen varios etnónimos como Minianka, Senari, Senefo, Senna, Senofo, Senufo, Senufu, Si é na, Suppire, Syenamana, Syenambele.
Senufo, y sus variaciones, parece ser un término de origen Mandingo que describe a estos subgrupos que comparten lengua común, la Gur, lengua voltáica del subgrupo de Sudán Occidental de la familia lingüística Niger Congo, aunque con dialecto propio, el senufo, literalmente ‘los que hablan si é na’ ‘con la tierra’, al que a su vez y dependiendo de la zona le añaden jerga propia; hablan de entre cuatro y doce dialectos, a veces ininteligibles entre sí como los Dyimini, Palaka y Senari en Costa de Marfíl y el Suppire en Malí.
Korhogo
En la actualidad, Korhogo, una antigua ciudad en el norte de Costa de Marfil que data del siglo XIII, se considera la capital de la gente Senufo. Korhogo, se convirtió en la capital y sede de los líderes más influyentes, donde se encontraban protegidos de belicosos vecinos a resguardo del río Bandama Blanco.
A fines del siglo XIX, en que el famoso conquistador mandinka Samory Touré amenazó al País Senufo, el jefe de Korhogo, declaró:
“No somos guerreros, sólo agricultores”.
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