Qué representa Agbogho Mmwo
Mucha descripción dirá alguno, pero… ¿Qué representa Agbogho Mmwo?
Agbogho representa elespíritu de la niña o muchacha, aún doncella, que ha muerto y que en cada máscara se manifestaba a sus familiares y amigos a través del danzante, del que se esperaba remedara sus ademanes.
Era pues rememorar el dolor de la pérdida de una chiquilla concreta y a la vez saber que su espíritu al que así también se honra, siempre estará presente. Esto era el origen precolonial de la mascarada, enaltecer por la comunidad a todas las muchachas perdidas en plena juventud. Esto chocó con las ‘religiones teocráticas cristianas coloniales’ que no les agradaba el que los espíritus deambularan libremente y pasó aderivar en poner en valor los ideales que debía poseer una mujer, desde un punto de vista digamos consensuado:
“Ser trabajadoras, obedientes, de buen carácter, generosas, mesuradas en modos y maneras y puras”.
A lo que sobre los años 50 del s.XX se añadió lo de ‘hermosas’ pues empezaron a verse las máscaras representando jóvenes vivas, las conocidas como Adamma.

Aspecto de la máscara
Para explicar su aspecto, se unieron a los conceptos Igbo de origen los de los colonizadores, de manera que para unos el blanco simbalizaba su carácter de espíritu, como cualquier máscara de cualquier antepasado y para los otros que eran virginales, puras.
Los variados dibujos de las mejillas, que podían reflejar el nombre o deseos de la familia pasaron a hacerse incisos, fijos, y se adjudicaron a localidades concretas. Si acaso hubo acuerdo en las crestas, que empezaron a mostrar desmesura significando riqueza y dejaron de representar a la realeza. Incluso los vestidos variaron pues aunque siempre los bailaban jóvenes hombres, itentaban reflejar el cuerpo de las muchachas que representaban, incluso con los dibujos Uli que la familia les sugería en cada actuación, de manera que si la máscara era de tez blanca con el cabello muy negro, los dibujos en la cara podían ser, granates o naranjas y amarillos, como en los cuerpos o vestidos.


(Agbogho Mmwo) Fotografo desconocido. A. | (Agbogho Mmwo) Foto por Gustaf Bolider 1930 a 31 b |
la era precolonial
En la era precolonial, los Igbo aprovechaban estos ‘rituales’*22 de enmascaramiento, además de lo dicho, para aleccionar sobre el orden social, actuando los intérpretes como vigilantes civiles, que presentaban a los infractores para que fueran multados o enjuiciados por el consejo de ancianos. En la era colonial toda esta regulación pasó a la autoridad brtánica primero y luego al gobierno nigeriano, que los secularizó hasta convertilos en ‘festivales’*22.
* 22 Nota: La semántica española, desconozco las de otros idiomas, es impresionante, y sí, aunque la mayoría de traducciones lo mismo llama a una mascarada festival que ritual cuando no lo son; o son una cosa, ritual que nos dice que tiene que ver con lo mistico religioso, o con el festival que es algo que tiene mucho más que ver con lo lúdico aunque su origen fuera una romería religiosa.
máscara real
Vemos en la foto a un danzante con máscara real, por la altura y número de crestas, con traje pantalón de rafia con profusión de dibujos, y aunque no se aprecie muy colorido, y pechos; también una simulación de tobilleras de marfil y una especie de espada. Imita el cuerpo de una chica desnuda cubierta de simbología Uli, de alto rango y titulada por las tobilleras, lo sería sin duda su familia, y ‘armada’ de espada para castigar o aleccionar a los alborotadores. En esta época, principios del s.XX, a caballo de ritual y festival, los que lo trasmitían definían su función así:
“…los bailarines imitan el comportamiento de las mujeres jóvenes para deleitar a los miembros de la audiencia en los funerales de celebración de personas de alto rango y festivales que honran a deidades importantes”.
La foto b por otra parte nos muestra a un danzante con una máscara también de alto rango, no salía gratis hacer máscaras y no todo el mundo podía pagarlas y lo demuestra el que el danzarín o su familia quieren honrar a la muchacha pero no da el presupuesto para un traje*23.
* 23 nota: Aquí podría entrarse en la discusión de cómo valorar estos objetos. Me parece un disparate que se pagen en subastas cifras astronómicas de las que nada llega a sus autores, o lícitos propietarios que lo encargaron, como me parecen ridículas determinadas posturas que pretenden pagar por algo así, lo mismo que por una ronda de cuatro amigos en el bar. Lo justo, es mi opinión, es dar con un tallista o tejedor aquí y hoy y preguntarle cuanto nos cobraría por hacer esa máscara o traje, incluso regateandóle el precio si queréis, pero eso entiendo sería lo justo.

Adamma
Podría decirse que es una máscara veneciana, pero no, es una actualización derivada de la máscara Agbogho que ahora llaman Adamma y que la prestigiosa revista Life en Nigeria utiliza para un artículo de Junio del 2019, sobre la ‘Máscara Adamma y el Travestismo’.
Adamma o Adanma literalmente ‘hermosa primera hija’ de la familia, es una actual nueva máscara que recrea el ‘espíritu virginal’ de Agbogho, originada en Enugu. También la bailan solo hombres pero no se le otorga ningún valor espiritual, tan solo lúdico. AdaMma es un término común para indicar quién es la primera hija, también hoy.
Siendo la evocación del ideal femenino, pero portada y bailada por un hombre, es de alguna manera el punto de inflexión para que ámbos géneros acuerden los roles de actuación de cada uno en la comunidad. Lo que no quiere decir que al representar a una mujer, ancestral o no, pero ser un hombre quien la porte, no existan discusiones sobre tal conveniencia, lo que ellos zanjan aludiendo a que son parte de Mmawu y por tanto cosa de hombres, lo que no solventa las diferencias biológicas de sexos y lo que socialmente ello comporta.
hijas masculinas
Tal vez, esto es opinión, de ello derive la inusual permisividad, de permitir que las mujeres asuman roles masculinos. La transformación de las hijas en hijos o ‘hijas masculinas’ significaba que era posible que se convirtieran en herederos de bienes socialmente masculinos. Sin embargo, ya no podían casarse con otros hombres, por lo que para tener hijos tomaban a sus propias esposas ‘maridos femeninos’ y si los maridos femeninos tenían hijos, la adscripción filial pasaría a la ‘hija masculina’, el ‘genitor’ sería por tanto la ‘hija masculina’.
Se trata de género social, y si bien permitió a las mujeres la autonomía sexual, no quiere decir que los arreglos fueran lésbicos matrimonios entre mujeres lesbianas casadas, la orientación sexual es diferente y nada tiene que ver aquí.
Estas ‘hijas femeninas’ que optaban por cambiar su rol de género, asumían a la vez la autoridad y desempeño ‘masculino’ ejerciendo el papel de padre, protector y proveedor.

Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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