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el área del lago Moero pueblos Luba Cap.LXVI

el área del lago Moero

Ahora, para dar por terminado, de momento pues la historia de un pueblo es tan larga como su existencia, a los Luba y sus influencias, permitidme que basándome en un ensayo de Julien Volper sobre máscaras de este pueblo depositadas en el Tervuren, cuyo enlace enconteréis en la biografia, veamos cómo fuera de nuestro entorno de amantes entusiastas interesados, los realmente expertos en el cómo porqué y dónde, dan pautas y se plantean las diversas incognitas, perspectivas y posibilidades que ven en una talla o pieza.

Julien Volper en su ensayo, intenta mostrar la trascendencia que tuvieron tres, 3, máscaras, que Charles Lemaire recogió en el área del lago Moero durante la misión que llevaba a cabo para el Gobierno Belga en la década de 1890. Se plantea qué relación establecieron sus autores entre las formas, tan diferentes a lo hasta ese momento visto y conocido en la región de Katanga, y qué función se les encomendaban sabiendo que pertenecían a hermandades de cazadores, e incluso el escalón que estos ocupaban dentro de la jerarquía, para que solo su gremio gozara de máscaras sin que se sepa de ningún otro referente similar. Llega a retrotraerse a la época en que M’siri gobernaba el antiguo Reino de Kazembe, analizando pruebas de su utilización en esos tiempos, y como a la muerte de M’siri, en 1891, estas evolucionan y al poco desaperecen.

Como siempre, los textos entrecomillados y en cursiva son del autor indicado y en este caso todas las fotos y datos pertenencen a los archivos fotográficos del Museo Real de África Central en Tervuren.

Las máscaras de Moero

LOS CUERNOS  LA CRUZ  LOS COLMILLOS – ORíGEN

Moero
Rodeado en rojo, la zona referenciada donde se encontraron las tallas de las que aquí se habla.

La definición ‘máscaras del Moero’, es bastante antigua, la utiliza Maes en 1924, p. 41, para designar tres máscaras recolectadas en esta zona lacustre de Moero por la misión científica de C. Lemaire en Katanga, a finales del  siglo XIX. Este término, ‘máscaras de Moero’, fue elegido para permitir clasificar geográficamente y sucintamente las obras. Sin embargo, este nombre, aunque conveniente, debe manejarse con precaución porque ignora las realidades históricas específicas”.

  • Figura 1 – Máscara casco con cuernos  Colección: Museo Real de África Central, inv. EO.0.0.3723, adquirido en 1900. Coleccionista: misión C. Lemaire. Lugar de recogida: Gran área de Pweto.  Longitud: 38 cm; ancho: 23 cm. Materiales: madera de ‘Trichilia Emetica’, caolín.  
  • Figura 2 – Máscara casco zoomorfa. Bufalo  Colección: Museo Real de África Central, inv. EO.0.0.3721, adquirido en 1900. Coleccionista: misión C. Lemaire. Lugar de recogida: Gran área de Pweto.    Longitud: 45 cm; ancho: 22,5 cm. Materiales: madera de ‘Vitex sp.’. Caolín.   
  • Figura 3 – Máscara casco zoomorfa. Elefante  Colección: Museo Real de África Central, inv. EO.0.0.3722, adquirido en 1899. Coleccionista: misión C. Lemaire, antes del 15 de octubre de 1898.    Lugar de recogida: Gran área de Pweto. Longitud: 77 cm; ancho: 32,5 cm.   Materiales: madera de  ‘Ricinodendron sp.’, y pigmentos.    
  • Figura 4 – Retrato de Charles Lemaire, de 1863 a 1925 en Lofoi en 1899 Archivos fotográficos del Museo Real de África Central, inv. AP.0.0.1367 

reino yeke de M’siri

169 y P.Petit, 2000:

Fue uno de los lugares clave de la gran red comercial árabe-swahili que conectaba Katanga con el Océano Índico a finales del  siglo XIX. Además, el establecimiento del reino yeke de M’siri, en la década de 1850, reforzó la importancia de esta área como un lugar comercial importante. Por lo que tomando la sal como valor monetario y de exportación,  muestra que, desde finales del siglo XIX hasta finales del XX, el Lago Mweru es el centro de tres zonas principales de comercio relativamente extenso. Como es lógico suponer, estas redes también permitieron el movimiento de este tipo de obras”.   

Mapa de localidades mencionadas en el texto

V.L. Cameron  entre 1877 y 1878 fue realmente quien  primero informó de la presencia de obras de arte en las caravanas de comerciantes y traficantes, al ver cómo llevaban hacia la costa la figura de un mboko, un ‘portador de copa’ Luba. Sin embargo, la circulación de estos objetos como pago de tributo o valor de cambio a través de canales comerciales no es la única causa para estos desplazamientos. De hecho, todas las áreas donde florece el comercio, el ‘dinero’ y el poder, suelen fomentar los movimientos de la población y con ellos  la difusión de sistemas de pensamiento, sociedades ‘secretas’ o cultos, vinculados a la expresión de un poder alóctono que desea fortalecer su dominio en la región o expulsar a otros competidores. Es a través de esta particularidad del lago Moero que se debe abordar el estudio de las piezas cosechadas en su periferia”.   
  

Kassonngo

Foto del grabado extraída de V.L. Cameron 1877, publicado sin pie en 1878, p. 384. En la misma publicación en la p. 385 proporciona algunos detalles sobre su contexto: 

“La cuadrilla armada que escoltaba a la gente del rey, contaba además con  cincuenta y dos esclavos, dos hombres pertenecientes a Coimbra, dos esposas bien enseñadas, entregadas por Kassonngo… finalmente tres niños, uno de los cuales llevaba un ídolo, también ofrecido por Kassonngo a Coimbra, a quien este último consideraba un Dios, tan bueno como cualquier otro, aunque él confesaba ser cristiano. El niño que lleva el ‘ídolo’ un ‘portador de copa’ Mboko, está reflejado en el segundo personaje por la derecha”.     

 Moero
Caravana de esclavos con mercadería en dirección a la costa atlántica

Foto del grabado extraída de V.L. Cameron 1877, publicado sin pie en 1878, p. 384. En la misma publicación en la p. 385 proporciona algunos detalles sobre su contexto:

 “La cuadrilla armada que escoltaba a la gente del rey, contaba además con  cincuenta y dos esclavos, dos hombres pertenecientes a Coimbra, dos esposas bien enseñadas, entregadas por Kassonngo… finalmente tres niños, uno de los cuales llevaba un ídolo, también ofrecido por Kassonngo a Coimbra, a quien este último consideraba un Dios, tan bueno como cualquier otro, aunque él confesaba ser cristiano. El niño que lleva el ‘ídolo’ un ‘portador de copa’ Mboko, está reflejado en el segundo personaje por la derecha”.

“Las figuras 1 y 2 representan máscaras cascos relativamente incómodos para el usuario, extremadamente pesadas y difíciles de llevar. Si la máscara de la Figura 1 no tiene perforaciones que puedan sujetar parte del vestuario, la de la Figura 2 tiene en contraste una docena de ellos, aunque algunos parecen inútiles. De hecho y siendo cónicos, aunque los agujeros son lo suficientemente anchos por fuera, la perforación se reduce por el lado interno a una pequeña ranura. Parece difícil utilizar estos agujeros a medio hacer para pasar cordones o fibras vegetales”.                                                                                                                                                       

Detalles anatómicos

En cuanto a los detalles anatómicos, a pesar de la diferencia de especie, animal versus humano, las similitudes estilísticas son sorprendentes. Si observamos bien, las narices y los ojos son similares. Estos detalles comunes parecen motivo suficiente para pensar que estas máscaras fueron hechas por el mismo artista”.      

Sin embargo, existen diferencias, a pesar de que son genéricos. Los más obvios son la boca y las orejas. La máscara de la Figura 1 tiene orejas redondas y definidas, casi como ‘hojas de col’, y una boca pequeña cerrada en relieve. Es bastante diferente a la de la Figura 2, que tiene una boca bestial, abierta de par en par, que revela la lengua y dientes de la mandíbula inferior. En cuanto a las orejas bovinas, están adosadas a lo largo del cráneo justo debajo de los cuernos”.      

Estética del peinado

 “La máscara de la Figura 1 tiene un peinado estilizado, en bajo relieve, que enmarca la frente y las orejas. Este peinado adopta una forma de cruz en la parte posterior de la cabeza. Este tratamiento estético para el cabello está muy presente en la escultura de los pueblos Luba y afines. Por otro lado, la demarcación del peinado que avanza en la frente es mucho menos común. Tengase en cuenta también el curioso apéndice en la base de la barbilla que bien podría ser una barba, que revelaría la masculinidad o la androginia de la máscara. Para la máscara de la figura 2, las curiosas estrías apenas incisas que se encuentran en la parte posterior representan un elemento notable. Estas últimas no parecen corresponder a ninguna escarificación, sino que, en nuestra opinión, parecen unas crines estilizadas”.                                                                             
                                                                    

En términos de materiales, R. Dechamps, quien estudió las piezas, dijo que estas máscaras estaban hechas de dos maderas diferentes: la ‘vitex’ y la ‘trichilia emética’, que nos parecen bastante similares desde el punto de vista de dureza. El ‘vitex’ es una especie de la sabana de la cual hay muchas subespecies.

 Esta, madera no es una opción ‘muy luba’ cuando se trata de hacer máscaras. Sin embargo, es una madera utilizada a menudo por ciertos grupos de Angola y Katanga del Sur, como los Tshokwe, que realizan el 35% de sus máscaras antropomórficas y el 25% de sus máscaras zoomorfas con el ‘vitex’ según Dechamps 1976, p. 10 y 11. 

trichilia emetica

Realmente no tenemos ninguna información sobre la ‘trichilia emetica’, excepto que, según R. Dechamps 1974, p. 16 y 17, esta madera es muy rara entre los Luba y resulta que se usó solo para tres objetos, la máscara aquí evocada, una estatuilla y un portador de copa, entre los 367 analizados por el autorPor otro lado, esta madera tampoco parece haber sido utilizada por los vecinos de los Luba”.    

En cuanto a los pigmentos, el par de máscaras en cuestión aquí no hace uso de ellos, excepto el círculo de caolín que rodea a los ojos de las dos”.                               

A nivel técnico, uno solo puede alabar la perseverancia y destreza del escultor que trabajó con materiales extremadamente duros: la superficie exterior de las dos piezas conserva pocos rastros de fabricación. Además, casi toda la madera parece haber sido ennegrecida con fuego o con hierro caliente. La parte interna revela marcas de herramientas. Tengase en cuenta también la incrustación de dientes de madera en la mandíbula inferior de la máscara zoomorfa”.   

Morfología de las máscaras

Las máscaras son profundas, anchas, grandes y muy gruesas, más de dos centímetros en el borde, que es desmesurado. Por este diseño masivo y por el uso de una madera densa, el peso de estas partes es imponente, respectivamente 3400 g y 4600 g para las máscaras de las Figuras 1 y 2”.     

En vista de estos datos, aunque no tenemos información sobre la coreografía en la que podrían participar estas máscaras, podemos hacer algunas suposiciones.  Primero, vemos que la visibilidad que estas máscaras ofrecen a sus usuarios es prácticamente inexistente dado que los agujeros de visión son pequeños y están muy mal ubicados. 

Por otro lado, su gran peso los vuelve inútiles, aunque se puede decir que su cualidad de máscaras-cascos disminuye la carga transportada. Sin embargo, sin tocar los hombros, estas máscaras descansan solo en el cuello del usuario. Todas estas observaciones conducen a la hipótesis de que estas obras son quizás solo bocetos de un artista que quiere imitar un modelo existente, concebido para ser usado”.                                                   

el noreste del lago Moero

Desde el suroeste de Tanganica hasta el noreste del lago Moero hay máscaras zoomorfas que representan al búfalo. Entre los Bwile, un grupo afiliado a los Tabwa y los Bemba, conocemos una serie de máscaras de este tipo, como el de la Fig. 7. Estas máscaras de casco son relativamente similares en estilo.   El hombre que los usa ve a través de la amplia boca de la máscara, a veces teñida con polvo rojo nkula, o túkula, en la que a veces se ve una lengua estilizada”.     

Estas máscaras de los Bwile, a diferencia de las de la Figura 2, están perfectamente estudiadas y esculpidas para brindar una gran ‘comodidad’ al usuario. Por lo tanto, uno puede preguntarse si la máscara de Lemaire no es un intento de imitar copiando las de los Bwile. De hecho, además de la similitud del tema seleccionado, encontramos algunas características formales comunes, como la boca abierta. Sin embargo, en ninguna de las conocidas de los Bwile se encontró la presencia de dientes incrustados.     

bwile
Imagen extraída de V.L. Cameron 1877, edit: 1878, p. 384.

Además, la máscara de los Bwile más antigua se recolectó mucho más tarde que la de la Figura 2. Por supuesto, nada sugiere que no existieran objetos del mismo tipo a fines del siglo XIX, pero es muy probable que las máscaras de abedul sean avatares de máscaras Tabwa”.     

Los Tabwa son un grupo que, aunque han adoptado aspectos culturales Luba, tienen sus propias concepciones filosóficas y artísticas. Roberts 1990, dice que:

‘Usan varios tipos de máscaras, pero las más conocidas son ciertamente las máscaras de búfalo, una buena docena de las cuales están incluidas en colecciones públicas y privadas’. Las máscaras de las Figs. 8 y 9 son de un tipo muy original. Son de tipo facial, la cabeza tallada avanza prominente en comparación con la cara del usuario que tiene una vista relativamente clara a través de la boca abierta de la máscara”.

Juanjo Andreu

Juanjo Andreu

Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano

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