La representación por tanto, en máscaras o figuras, dan pautas como si códigos escritos estuviéramos leyendo, solo basta acertar leyéndolos bien. Y las representacones en el Reino Kongo son algunas con los diseños de escarificación más intrincados de África, especialmente entre las mujeres.
Dikenga del Reino Kongo
El Dikenga es para los kongo la representación de un mapa del cosmos. Un símbolo usado durante siglos, del que relatan:
“Nueve fueron los meses necesarios para crear la gente kongo, para lo que se precisaron nueve bastones, mvwala o nti amfumu, pertenecientes a los nueve clanes originales con los que instaurar las reglas sociales para un buen gobierno.
Tales bastones fueron vistos como instrumentos de poder, simbolizando el papel crucial del jefe en la comunicación entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Los utilizados, también ilustran los puntos de vista de las personas kongo sobre el poder y resaltan la importancia de las mujeres y la fertilidad.
Utilizados exclusivamente por los jefes de clan, representan a una mujer como la fundadora o madre ancestral de dicho clan; un niño en su regazo o en su pecho representa al clan como una entidad unificada.
Los patrones geométricos en el eje del bastón son más que decoraciones: contienen mensajes codificados sobre las relaciones entre los vivos y los muertos. Las representaciones visuales del dikenga también tienen un poder espiritual innato. Por ejemplo, una persona puede pararse en el punto de cruce de un dikenga dibujado en el suelo para pronunciar un juramento”.
Simbolismo
“El símbolo describe el curso del sol*18, las vidas y muertes de los seres humanos, la responsabilidad del líder con las personas y la relación del individuo con la naturaleza, la sociedad, los antepasados y los niños. A menudo se dibujaba un círculo alrededor de él para mostrar que el mundo es una unidad y un ciclo cerrado. La mitad superior simbolizaba el mundo humano y la mitad inferior el del mundo de los espíritus. El Rey de Kongo se bautizó en 1491. Esto permitió a los europeos y africanos comprender y familiarizarse con las religiones de los demás. La religión indígena y el cristianismo católico se entrecruzaron y se entretejieron”.
*Nota 18: El cristianismo rebrotó con las misiones protestantes a inicios de 1900; aportaban ayudas y soluciones a una vida dura en que la esclavitud se mantenía aunque ilegalmente, lo que llevaba a situaciones espantosas, optando muchos africanos por adherirse a esta religión aunque sin prescindir nunca de sus tradiciones lo que conllevó a soluciones pseudo religiosas que perduran hoy día. El crucero de metal que vemos a la derecha, da idea de ese sincretismo que mezcla, posiblemente sin enterarse el misionero, la superposición de ambas creencias
el dikenga como símbolo de encrucijada
El Reino Kongo, ejerció su dominio, no sin dificultades como hemos visto, desde el siglo XIV al XIX, en un territorio que recorría al sur la costa atlántica desde los límites con los Mbundu hasta la desembocadura del Río Congo, y por el interior hasta los dominios de los Pende al noreste y los Teke al noroeste.
A caballo de los siglos XIX al XX , Suecia, por entonces importante reino, envió soldados junto a los imprescindibles mercaderes e inevitables misioneros, que introdujeron determinadas novedades industriales y conocimientos que la bulliciosa e industrializa Europa había desvelado, lo que junto a otras aportaciones favoreció un rápido cambio también en el territorio del Reino Kongo y sus gentes.
Esto no resto protagonismo al concepto dikenga, ni retrayó sus símbolos, sino que lo reforzó, pues unos convencidos y los otros beneficiados, aceptaban el dikenga como símbolo de encrucijada donde los espíritus y las personas se encuentran.
religión tradicional
En esa conjunción que los kongo habían hecho de su religión tradicional con la importada o impuesta pero aceptada, los rituales solían comenzar cuando previamente el nganga, dibujaba una cruz en la tierra. Esto, entendido por unos y otros a su manera, pero símbolo común a fin de cuentas, creaba un lugar de encuentro aislado del tiempo y la vida cotidiana donde los espíritus y las personas podían entenderse. La cruz dikenga aparecía, como en las iglesias cristianas, en la entrada de los lugares donde se llevaban a cabo rituales fueran chamizos o cuevas.
No solo se volvió corriente en territorio africano, sino que los esclavos, aún, pero sobre todo sus descendientes lo introdujeron en América, tanto del Sur como del Norte, donde los africanos de origen practicaban su religión. Alguno de estos símbolos, como el de cerámica de la foto de más abajo, recolectados en el Congo alrededor de 1900, son mudos testigos de la encrucijada en la que se cruzaron el espíritu y los mundos humanos. En el grabado del s.XVII representando un pueblo kongo, vemos esa misma estructura, organizada con el mismo patrón y conceptos.
El río Congo
El Río Congo, en su desembocadura en el Atlántico, es por este motivo un lugar de encrucijada, acaso medio olvidado ahora tal vez, donde se fundieron en origen el Reino Kongo y la puerta de entrada a la colonización por Europa y de salida para los esclavos por ella comercializados. Se fundieron conceptos culturas y religiones. Encrucijada, palabra que encierra profundos sentimientos, emociones y enigmas, a resolver por algunos pueblos, de toda África, con ritos, sacrificios y reflexiones.
Juanjo Andreu
Profesor de Bellas Artes y comisario cientifico de arte tribal africano
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