el reinado del rey Nzinga Nkuwu
En 1471, durante el reinado del rey Nzinga Nkuwu, los portugueses suben por la desembocadura del que llamaban Kongo dya Luangu y que ellos bautizan como Río de Gabao o Gabón*7. No es hasta 1482 que ambos entran en contacto.
* Nota 7: Hoy rio Congo
Nada se sabe sobre la esclavitud en el Reino de Kongo antes de ese contacto, aunque varias fuentes confirman la existencia de una tradición por la que los individuos capturados por los pueblos conquistados pasaban a ser esclavizados ya en el entorno de entre los siglos XIV al XV.
En1482, al mando del navegante Diogo Cao los portugueses penetran hasta el corazón del Kongo. Como cualquier aventurero van buscando riqueza y por qué no, también enseñar su fe. Para ámbas pretensiones necesitan imponerse demostrando su poder con suficiencia y arrojo conscientes de que el número va en su contra. Seguro que aunque fuera lo último que quisieran, alguna demostración de su mayor poder dejaron a su paso. En aquella época el mercado, cuando no, mandaba y las mercancías demandadas eran la mano de obra, los metales nobles y tras estos especias y o aceites.
esclavitud en el Reino de Kongo
Entre 1482 yhasta 1855, se calcula que unos 13, trece millones de personas de Kongo dya Ntotela fueron esclavizados y deportados. Esto se explica por la necesidad del Reino Kongo de mantener su relación con Portugal, que le demandaba un suministro constante de esclavos para su exportación a los nuevos territorios americanos como el inmenso Brasil.
Parece que ya de mucho antes y según se ha dicho más arriba, era común el uso de esclavos en el reino, pero también fue este comercio y su exportación a Europa y América la causa de la inestabilidad y conflicto en el Reino, que prácticamente le llevó a la disgregación.
Los portugueses, tras su contacto con el Reino de Kongo, comenzaron casi de inmediato a comerciar con esclavos kongoleses, a pesar de la reticencia del Rey, negativa documentada al principio, que pretendía proteger al menos a aquellos de entre sus súbditos, siempre y cuando demostraran su origen, de la esclavitud.
Este era Nziga a Nkuwu que reinó de 1470 a 1509 y que el 3 de mayo de1491, tras convertirse al catolicismo fue bautizado con el nombre de Joâo I; al que sucedió Mvemba a Nzinga de 1509 a 1543 con el nombre de Afonso I, que católico convencido impulsó la construcción de iglesias, creando unas hipotéticas fronteras del reino entre otras actividades.
Joâo I
Al igual que su antecesor, Joâo I se involucró en que sus súbditos con origen tuvieron una cierta salvaguarda desde la primera década de su reinado, ya que el Reino de Kongo estaba experimentando una rápida expansión de la población y territorio a través de sus conquistas, consiguiendo mantener el suministro constante mediante esclavos nacidos fuera del Reino. La mayoría de estos esclavos provenían de las guerras emprendidas contra el vecino reino Mbundu de los Ndongo alrededor de 1512.
Mientras que desde primeros tiempos del contacto, la mayoría de los esclavos se exportaban a Portugal, ya el rey Afonso I retenía muchos esclavos para su propio servicio. Tanto este como los reyes de Kongo posteriores mantuvieron esclavos, especialmente de entre los delincuentes así condenados, pero estos esclavos eran criollo kolongoleses por lo que no podían ser vendidos y menos aún exportados.
Siglo XV
En 1506 muere el rey Nzinga Nkuwu en Mbanza Kongo, capital del reino.
En 1518, el Papa León X consagra en Roma a Ne Lukeni Lua Nzinga como primer sacerdote católico negro. El propio reino papal mantenía ‘siervos’ negros.
Entre 1456 y 1543, reina Mvemba a Nzinga, mejor conocido como se ha dicho, por su nombre cristiano, Afonso I, durante el que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del reino, con la prohibición de las religiones tradicionales y el culto a los fetiches. Esta imposición, no muy bien aceptada, llevó al movimiento conocido como ‘Revuelta de la casa de los ídolos’; tal vez para acallar o aplacar dicha revuelta, el monarca portugués del momento, 1512, Manuel I, introduce una serie de reformas con la concesión de títulos de nobleza y de símbolos de poder de inspiración europea.
En 1520 los portugueses, en sus ansías de conquista y control, pretendían acceder hacia el sur, el territorio Ndongo, donde se encuentran con la oposición de los Ngola, que les cierran el paso hasta 1526 que les cercan y a los que Afonso I se ve obligado a ayudar.
Siglo XVI
Durante ese mismo año, 1526, la correspondencia entre el rey portugués Joao III y el rey congoleño Afonso I, claramente muestra que los portugueses apresaban y esclavizaban a kongoleños nacidos libres, incluidos hijos de nobles que acudían al rey en busca y demanda de sus hijos, para venderlos como esclavos.
Si bien algunos de estos nobles se sabe que estaban involucrados en el comercio de kongoleses nacidos libres, era manifiesto que la mayoría de secuestros para este comercio ilegal de esclavos, eran obra de los comerciantes portugueses que raptaban personas sin ningún miramiento haciendo redadas en las calles o entrando abruptamente en sus hogares.
La palpable y dolorosa incapacidad para proteger a sus súbditos, planteó el más grave problema con el que tuvo que enfrentarse el rey Afonso I, que por doméstico, lo tenía constantemente presente y que acabó acarreándole la pérdida de legitimidad y respeto ante los ojos de su pueblo.
Las revueltas de los portugueses con los pueblos del sureste se vuelven constantes y no hay reinado tranquilo, siendo la más importante la que transcurrió entre 1560 a 1564 durante el que se ven involucrados los sucesivos manicongos, Nkumbi a Mpudi o Diogo I de 1545 a 1561; Mpemba a Nzinga o Afonso II en 1561 que muere asesinado ese mismo año a manos de su hermano, con la aquiescencia y ayuda de los portugueses y que accede al trono ese mismo año de 1561 hasta 1567 con el nombre de Bernardo I.
Portugal y la esclavitud en el Reino Kongo
En esos tiempos, el Reino de Kongo, al amparo de los portugueses, se atribuía el dominio de un territorio inmenso, similar al de la actual Europa. En el resto del continente, ingleses, daneses y franceses, apoyan otros ‘imperios’, por lo que las cortes europeas establecen acuerdos a nivel oficial entre cancilleres, o tácitos entre las fuerzas que ocupaban territorio africano, pero todos, con la pretensión de controlar el comercio de esclavos y abastecer de mano de obra las tierras apropiadas en el continente americano.
Todos estos ocupantes sí se ven necesitados de acceso al mar lo que se consigue por la fuerza o por dichos acuerdos cerrados en el territorio, más que por los ceremoniosos de cortes y cancillerías que en realidad desconocían lo que sucedía de verdad in situ.
Entre 1568 y 1587 durante el reinado de Álvaro I, en el territorio del Reino de Kongo se mantienen o surgen un sin número de conflictos con varios de los pueblos, que en mi opinión no tenían claro que le debieran sumisión, o al menos plantaron cara a tal requisitoria. En 1571, el capitán Paulo Dias de Novais y sus tropas entraron en el territorio Mbundo, en 1576 crea la fortaleza de São Paulo de Luanda en la que establece su base de operaciones.
las sobas
Desarrolla una política de negociaciones con los jefes tradicionales de las entidades políticas más pequeñas, las sobas, acordando normas respecto a cómo actuaría militarmente contra quien se opusiera a los intereses portugueses y a la expansión del catolicismo que deja en manos de los misioneros jesuitas, carmelitas y capuchinos, de esta manera consigue incorporar gradualmente a Ndongo.
Esto, según Birmingham 1974:
“Dejó a las sobas reducidas a una mera condición de vasallaje y sujetas por tanto al pago de impuestos, una situación que marcó el punto de partida para la futura provincia de Angola”.
Tal vez todo esto propició el que diversos pueblos se aunaran o según otras fuentes relatan, como Filippo Pigafetta en su ‘Regnum Congo’ de 1591, los Jaga, un pueblo sumamente belicoso que practicaba el canibalismo, que inician la llamada ‘Invasión Jaga’*8, suceso muy nombrado o significado aunque no verificado convenientemente pues ni siquiera hay una idea clara de que tal pueblo existiera, y que algunos confunden o piensan que fueran del grupo étnico Yaka.
Esta historia sobre las invasiones Jaga es muy debatida por los historiadores. Se dice que durante la invasión lograron capturar la ciudad capital de Mbaza Kongo. Fueran unos u otros, sí es cierto que el conflicto causó una grave crisis económica en el Reino, hasta el punto en que los padres se vieran abocados a vender a sus hijos o los hermanos mayores a hacerlo con los más pequeños para que el resto de la familia pudiera pervivir. Una cantidad sin precedentes de kongoleses nacidos libres fue vendida a los portugueses durante este tiempo, incluidos príncipes y nobles.
* Nota 8: Este tema de la ‘Invasión Jaga’ merece, por lo peculiar, un comentario aparte, del que trataremos en el apartado ‘Misceláneos’.
Los reyes de Kongo
Los reyes de Kongo en su entronización y entre otras cosas, juraban su deber de proteger a todos sus súbditos, ricos o pobres, e incluso a aquellos que hubieran sido esclavizados, lo que parece que todos intentaron con desigual éxito y que algunos consiguieron durante algún tiempo. Tras la venta generalizada de esclavos durante la invasión de los Jaga, por ejemplo, el rey Álvaro I se indignó por la venta de sus súbditos, enviando un emisario a Santo Tomé, donde los portugueses antes de su envío a través del Atlántico hacinaban a los esclavos, para rescatarlos.
Su mediación logró que a la mayoría de esclavos capturados durante la invasión Jaga se les permitiera regresar a sus hogares y que los nobles esclavizados y los indignados e insurrectos se integraran de nuevo en la administración real.
Sin embargo, después de 1590, varias guerras civiles y rebeliones debilitaron la autoridad del Rey y causaron que una creciente cantidad de súbditos kongoleses fueran esclavizados. La causa principal se debía a que para las potencias europeas sólo había un medio de acuerdo y una moneda de pago que no de cambio, el esclavo. Los europeos, potencias reales con sus armas de fuego y medios, no aceptaban otra moneda de pago que no fueran personas. Los esclavos pasaron a ser la herramienta a través de la cual el Reino de Kongo desarrolló y sostuvo sus relaciones materiales, culturales y diplomáticas con las potencias europeas.
nzimbu
Los nobles kongoleses podían comprar esclavos con la moneda local, los caurís para ellos nzimbu, como podía hacerlo con eso o cualquier otra cosa el europeo, pero en sus pagos a estos solo se admitían esclavos.
Sirva como ejemplo el que el Rey del Kongo, para conseguir que diversos obispos realizaran cultos religiosos en el reino, tuvo que pagar y pagó a la Iglesia Católica con esclavos. Portugueses y holandeses en ese tiempo y zona, reyes del comercio y las transaciones, exigían dicho pago para surtir al rey y que este a su vez pudiera, con la venta a sus nobles y súbditos de otros enseres y productos, mantener su corte, dado que los impuestos ya los cobraban directamente los extranjeros.
Los portugueses no sólo controlaban el comercio de esclavos, sino que viendo la importancia de las minas de plata de Cambembe, las de cobre de Benguela y las de sal de Kissama se las apropiaron sin más miramientos agudizando el conflicto.
Expolio de recursos naturales
Según Heintze, 1981:
“La conquista efectiva del territorio de Ndongo ocurrió durante la primera mitad del siglo XVII, con una intensificación de los conflictos entre 1605 y 1641, un período en el que los portugueses tuvieron mayor éxito en sus incursiones en el territorio de Mbundo, lo que debilitó la autoridad de los ngola”.
Entre la espada y la pared, a los reyes kongoleses no les quedaba más opción que ceder a las pretensiones de unos u otros europeos y obtener así su apoyo, para intentar sofocar las rebeliones internas y ayuda contra cualquier otro imperio colonial que pretendiera ocupar otra parte del territorio.
Sirva para ilustrar, que en 1641, el rey Nkanga a Lukeni a Nzenze a Ntumba o García II de Kongo, que reinó de 1641 a 1660, solicitara la ayuda a los militares holandeses, pagándoles en esclavos, por su ayuda para derrotar a los condes de Soyo, nobles que habían prosperado y crecido en la parte norte del Reino y pretendían declararse independientes.
siglo XVII
Desde que el Reino de Kongo había tenido que renunciar a sus pretensiones expansionistas a principios del siglo XVII, la oferta de esclavos no kongoleses había remitido. Rebeliones como la de Soyo se convirtieron en una nueva forma de suministro de esclavos para el Reino.
A mediados del siglo XVII, se convirtió en una práctica común que las gentes kongos aunque nacidas libres, pudieran ser esclavizadas en base a una serie de infracciones, como faltar al respeto a un noble, robar en huertos o haciendas, rebelarse contra cualquier autoridad central o ser acusado de sedición aunque se fuera noble. De hecho, si varios aldeanos eran considerados culpables de un crimen, toda la aldea podía ser esclavizada.
El caos y el conflicto interno entre finales de 1600 e inicios de 1700 significarían el fin de la protección del Rey hacia sus súbditos en lo referente a la esclavitud; lo que conllevó el que cualquier individuo, sin discriminación, pudiera ser objeto de esclavitud, lo que causó una mayor inestabilidad dentro del Reino.
Durante este período de conflicto interno, sin control y donde nada valían las quejas, gran cantidad de personas, por el mero hecho de pertenecer a un pueblo conquistado, haber participado en algún acto de guerra o haber buscado refugio, fueron capturados por traficantes de esclavos británicos, portugueses y holandeses y enviados a través del Atlántico.
el ejército de Kongo dya Ntotela
En 29 de de octubre de1665, tuvo lugar una de las más cruentas y dramática batalla, por una parte estaban los Mbuila, bien arropados por el fuego del ejército portugués y de la otra los Kongo dya Ntotela armados con sus jabalinas.
Tras diez meses de batalla, el ejército de Kongo dya Ntotela fue derrotado, siendo ejecutado mediante decapitación el Rey Nvita Nkanga, que hasta esa fecha había reinado desde 1661 con el nombre cristiano de Antonio I, y con cuya muerte se puso fin a la unificación kongo.
La gran cantidad de personas kongo que se encontraron en ultramar, llevó de vuelta diversas consecuencias a África. Por idioma, costumbres y sobre todo por sus creencias cristianas, estos kongoleses se reconocían y aunaban, y estaban mejor vistos por los colonos, que incluso les posibilitaban tiempo para dichas prácticas religiosas.
Durante estas reuniones aprovecharon para buscar el modo de cómo sortear tal indignidad y oponerse a ella por todos los medios, lo que condujo a que surgieran diversos líderes que aún son memoria entre los kongo, como Nganga Zumbu*9, que desde 1671 hasta 1695, condujo a esclavos huidos en Brasil contra las fuerzas portuguesas y holandesas a las que dicen derrotó en veinticinco ocasiones.
*Nota 9: Recordar que nganga es el genérico para médico mago o hechicero. Es posible que este nombre y hechos se hayan mitificado en el acervo kongo.
Mama Mafuta
En 1698, período donde convergían las disputas hereditarias, fue Mama Mafuta, bautizada como Apolonia, la que alzó su voz entre su pueblo, en iglesias y plazas incitando a sacerdotes y colonos a que se permitiera la reunificación del reino y retomar sus orígenes, permitiendo a los esclavos a unificarse con sus familias.
Entre 1702 a1706, Mama Vita Kimpa, joven muchacha de origen noble, conocida como Dona Beatriz, tomó el testigo de Mama Mafuta y no sólo con lamentos y palabras, sino buscando ejemplarizar, opta por donar sus bienes a los pobres a la manera de dos santos católicos importantes en ese entorno, ‘Antonio Africano’ el ‘Anacoreta’, nacido al sur de Menfis, Egipto, 253 al 358 d.C., y Antonio de Padua de 1195 a 1231, bautizado como Fernando y que no era originario de esa ciudad italiana sino de Lisboa, aunque sí murió allí como monje franciscano, aun cuando antes lo había sido agustino.
A rebufo de lo recogido de los misioneros cristianos, ella retoma la idea de que esta gente y la religión no dejan de ser algo que en origen proviene o coincide con conceptos o ideas de su religión tradicional, y se aferra a defenderlo basándose en los hechos y dichos de estos santos ‘antonianos’, instando reformas civiles y religiosas y planteando abolir, recordemos 1704, toda forma de esclavitud, tanto la europea como la tradicional africana. Kimpa Vita o Dona Beatriz afirmaba que el origen de los blancos provenía de la piedra de esteatita que llaman fuma de la que se saca el polvo blanco y los negros de un tipo de ficus conocido como munsanda y que da higos, que no brevas, negros.
el legado evangélico y la esclavitud en el reino Kongo
El ‘antonianismo’, vale recordar, fue un movimiento religioso de clara inspiración católica, y su gran originalidad fue ‘rehacer’ el legado evangélico, reinventando el catolicismo como si de una tradición típicamente congolesa se tratara.
Así ella, se apropió de los mensajes, liturgias y métodos católicos como si fuesen patrimonio de la cultura bakongo. Expresó una firme oposición a la prédica de los sacerdotes católicos que mostraban a todos los santos como blancos, y negándolo, sacralizaba lo negro y por derecho al Reino Kongo para gran consternación de dichos sacerdotes. Kimpa Vita Beatriz afirmaba que Jesús, María y San Francisco eran negros; que el Belén de la Biblia donde Jesucristo nació era en realidad el lugar del Reino donde se construyó la ciudad capital de San Salvador y que fue bautizado en Nsundi, que era Nazaret.
A la vez, afirmaba que San Francisco era nacido en el clan del Marqués de Vunda, y que Santa María era esclava o sirvienta del Marqués Nzinga Mpangu, con lo que enmarcaba a figuras primordiales del cristianismo en el linaje congolés.
Kimpa Vita Beatriz
Del mismo modo, Kimpa Vita Beatriz, al ligar a Mbanza Kongo o San Salvador y Nsundi a la vida de Cristo, realzaba la importancia de esas ciudades en la organización política del reino, en la investidura del rey y en la relación de los principales linajes entre sí. Proclamaba que la Biblia era un “objeto de la brujería europea” y eximía a los congoleses “de toda práctica religiosa extranjera”.
Esperaba conseguir y luchaba, por que el Reino de Kongo se unificara bajo un solo Rey, retomando el control perdido; apostó por Nusamu a Mvembadescendiente legítimo, que temeroso se mostró reacio, por lo que acudió a Nzuzi a Ntambaotro aspirante al trono, por todos los medios intentó que cesaran en sus rencillas y aunaran el reino.
Así, ante la inoperancia de unos y la intransigencia de los sacerdotes que no se atrevían con ella aunque si mandaban encarcelar o azotar a alguno de sus seguidores se propiciaron revueltas en las que alguna vez se derrotó a las fuerzas portuguesas alentadas por los colonos y clero católicos.
Llego a ser considerada la Juana de Arco del Reino Kongo. El 2 de Julio de 1706 fue arrestada y quemada viva.
San Antonio
Para Marie Louise Bastin:
“Los mensajes de Dona Beatriz se articulaban en torno a tres ejes: primero, el rechazo a la cruz y otras imágenes de Cristo que muchos africanos veían como potente fetiche; segundo, la noción de la africanidad de Cristo, que regresaría a liberar a los oprimidos; y, tercero, el inminente restablecimiento del reino y de la prosperidad”.
Creo que es conveniente advertir que mucho antes del nacimiento de Kimpa Vita, a la llegada de los primeros misioneros, San Antonio ya era objeto de un culto particular entre los congoleses, lo que testimonian desde el siglo XVI las conocidas ‘estatuillas fetiches’ llamadas Toni Malau o Muila.
Estos peculiares fetiches, son la representación del santo, se asemejan en poder al del jefe, el nkisi a luyaalu*10, exclamación esta última que alude a las fuerzas físicas de la naturaleza y al igual que este ‘ligado a la tierra’, le es conferido ‘al candidato a jefe por los jefes de grupos del mismo clan’.
* Nota 10: Los atributos del poderoso nkisi mpu llamados luyaalu, que viste el mfumu o jefe, se componen del collar luunga o sompola realizados por el nganga, con pelos de la cola de un elefante o búfalo que simbolizan la fuerza, dientes de leopardo que simbolizan el poder y cuernos de gacela que aluden al espíritu e inteligencia.
ngudi a nkazi
Pero entre el tío materno, ngudi a nkazi y su sobrino uterino el mwana a nkazi, aquel que le sucederá no lo olvidemos, existe siempre una lógica tensión, ‘una rivalidad natural que los opone entre sí y a sus grupos respectivos’ y por ello, en ellos se concita la potencial y temida posibilidad de que se realicen actos de brujería, máxima preocupación entre los bakongo.
Hay una amplia documentación sobre cómo afectó esta especie de hermandad, ‘los antonianos’, o secta, como llegó a tasar la la Iglesia Católica, a la esclavitud tanto en el Reino Kongo como entre los cautivos en el continente americano, pero por su incidencia en unos y otros y sobre todo en la influencia de los retornados, creo que un breve resumen no estará de más y puede dar una idea.
En 1708, siendo Nusamu a Mvemba manikongo de Ki Mpangu se vio obligado a componer un ejército de cerca de veinte mil hombres para intentar vencer a los antonianos y otros adversarios atrincherados en Mbanza Kongo, que tras la ejecución de Kimpa Vita dirigía Pedro Constantinho da Silva.
movimiento fetichista Toni Malau
Solo después de que consiguiera ocupar militarmente la ciudad en 1709 logró aplastar el ‘movimiento fetichista Toni Malau’, tan poderoso y temido como un nkisi a luyaalu. Nusamu a Mvemba, que había posibilitado la ejecución de la profetisa, fue paradójicamente, el responsable de que sus ideas se viabilizaran al rehabilitar y repoblar la capital, utilizando modos y medios antonianos de movilización para unificar y renovar su reino: de este modo el objetivo del antonianismo se logró, al menos fugazmente, aunque el movimiento no pudiera atribuírselo.
En 1709, una bula papal reconoció a Nusamu a Mvemba como rey del Kongo tomando el nombre de Pedro IV Afonso y reinando de 1709 a 1718, lo que aceptaron todos sus rivales, excepto Nzuzi a Ntamba que reinaba en M’Bula por aquel entonces con el nombre de João II.
No obstante, aunque unificado de nuevo, el reino jamás volvió a alcanzar el poderío de antaño; el rey era más un simple símbolo formal o imagen de un reino fragmentado entre los distintos clanes o jefaturas, que en su debilidad eran presa fácil de las manipulaciones de los intereses europeos.
Ambriz, Matamba, M’Bamba M’Bula, N’Kusu, N’Sundi, Soyo entre las más significadas, pero también las otras provincias que guerreaban entre sí en busca de privilegios que en realidad tan sólo alimentaban, exclusivamente, los intereses de cada grupo europeo, bien eclesiales, esclavistas o comerciantes, quienes en cada momento puntual les proporcionaban armas a unos u otros, en función de esos sus puntuales intereses, a lo largo de casi tres siglos.
Kimpa Vita
Como si fuese un castigo divino, el sacerdote Lorenzo da Lucca, quien había sido decisivo en la ejecución y muerte de Kimpa Vita, testimonió que, viajando a bordo del buque Nossa Senhora Do Cabo, que en agosto de 1709 transportaba esclavos del Kongo a San Salvador de Bahía, en Brasil:
“Observó horrorizado que muchos de estos esclavos portaban medallas características de los antonianos”.
Es sabido que militantes antonianos esclavizados fueron exportados de manos de portugueses e ingleses a sus colonias no solo a Brasil, sino también a lo que hoy son Antigua, Barbados, Jamaica, Surinam, el estado de Virginia en los Estados Unidos, a la Luisiana y sobre todo a Haití. Muchos otros, por intercambio con otros tratantes, a colonias españolas como Cuba, La Española, actual República Dominicana y a otros países en tierra firme como Venezuela o Costa Rica.
Según Peter Wood, más del 60% de los esclavos arribados a Carolina del Sur provenían del Reino Kongo, y hacia 1739 se documenta que:
“Colonos aterrorizados de la región, atribuían a los esclavos misteriosas cualidades místicas, como la de aparecer y desaparecer en cualquier parte, habilidades que remitían a San Antonio al que se decía dotado también del don de la ubicuidad”.
Thornton argumenta que:
“Prácticamente todos los esclavos de Carolina del Sur habían sido iniciados en el catolicismo, pero luego se asociaron específicamente a las enseñanzas de Kimpa Vita”.
la Rebelión de Stono
Precisamente fue en Carolina del Sur donde estalló, en septiembre de 1739, lo que algunos consideran como el mayor levantamiento de esclavos en la historia de Norteamérica. Fue conocida como la Rebelión de Stono, por el nombre del río en cuyas márgenes, cerca de la ciudad de Charleston, se sublevó un importante grupo de esclavos de origen kongo, algunos de los cuales habían sido combatientes en la provincia de Mbamba y eran diestros con las armas.
Los rebelados atacaron un almacén de armas, quemaron viviendas y aterrorizaron las comarcas cercanas cantando, según algunas fuentes, rezos inculcados por Dona Beatriz Kimpa Vita.
Se dice que tras estos sucesos huyeron a la Florida, que estaba bajo dominio español, donde se les otorgó la libertad, concediéndoseles tierras donde erigieron el poblado de Santa Teresa de Mose, que parece fue el primer enclave de negros libres en la historia de Norteamérica, acordando con los colonos españoles actuar desde ese enclave como guardia fronteriza.
Tras la revuelta
Según Thornton, fue a partir de esa revuelta que los colonos de Norteamérica se abstuvieron durante un decenio de importar esclavos provenientes del Reino Kongo, procurándolos entonces del África Occidental, hasta que los franceses por su colonia de Nueva Orleans los introdujeron de nuevo.
Thornton también arguye que buena parte de los revolucionarios haitianos que en 1804 se lanzaron a luchar por la independencia de su país tenían la misma procedencia y eran igualmente iniciados del antonianismo, lo cual deduce por los cánticos que entonaban y que figuran dentro de la Salve Antoniana, en particular en los versos kanga mundele, kanga ndoki.
En una zona particular de Brasil, el Valle del Paraíba, se puede aún observar el legado antoniano, encontrando en numerosas de sus poblaciones pequeñas imágenes de San Antonio que se esculpieron en tiempo colonial.
Eduardo Etzel
El coleccionista de imágenes religiosas Eduardo Etzel opina que se trata de talismanes o amuletos para la buena suerte rodeados de misterio, porque:
“Solo muy a desgana algunos de sus dueños acceden a mostrarlas y ni apenas a mencionarlas. Son amuletos de bolsillo que pueden ser portados sin que los demás los vean. Fueron confeccionados por personas de origen africano, porque escogieron un tipo de pino poco abundante, pero cuyo color, dureza y aspecto rústico, lo asemejan al ébano africano, a lo que se suma el hecho de que les superponen esos signos extraños que ellos hacen similares a cruces”.
La etnógrafa Marina de Mello e Souza ha estudiado estas representaciones de San Antonio, Toni Malau y de la Virgen María, Nsundi Malau, realizadas en el Reino Kongo en los siglos XVI y XVII y otras similares, producidas en la región del Valle del Paraíba, en Brasil, durante el siglo XIX . De estas últimas, dice:
“Tienen, en su mayoría, entre tres y quince centímetros de altura y son hechas con una madera nudosa de un tipo de pino ya casi extinto en la región, pero también las hay de cuerno, hueso y plomo”.
siglo XIX
Hay constancia y evidencias, de que tanto quienes las hicieron como quienes llevaban estas imágenes fueron casi todas personas de origen congolés y angolano, donde era muy fuerte el arrastre de San Antonio y la influencia de los antonianos. Conceptuados como esclavos, se les condujo a la región del Valle del Río Paraíba, en Brasil, en la primera mitad del siglo XIX, ya en la etapa final de la trata, y terminaron dotando a esta región de una extraordinaria proliferación de imágenes de Toni Malau. Esta conclusión documentaría también la persistencia del culto antoniano en la propia África un siglo después de muerta Kimpa Vita.
En su análisis, Souza arguye y también aclara sus conclusiones diciendo:
“Que las imágenes brasileñas revelan que quienes las hicieron, convertidos al cristianismo, recurrieron ‘al lenguaje simbólico brindado por dicha religión’, pero ‘su elección de determinados detalles en lugar de otros fue inspirada por la gramática cultural de su crianza africana’ ”.
Refiriéndose a diversas observaciones de Fu Kiau, precisa lo siguiente al respecto:
“Mucho antes de la llegada de los europeos y el cristianismo, ya los congoleses utilizaban la cruz, en una interpretación simbólica del ciclo eterno de la vida y la muerte, de ahí que los crucifijos a la llegada del cristianismo, se convirtieran en ‘emblemas fundamentales de los jefes’ por su función de ‘conectar el mundo de los vivos con el de los muertos’ que ya anteriormente tenían como símbolo para ellos”.
Asimilaron una imposición de algo estéticamente similar, que representaba para ellos algo situado por encima del concepto que creían imponer los colonizadores.
Toni Malau y las Nsundi Malau
De esto Souza deduce que:
“La imaginería de los Toni Malau y las Nsundi Malau, habrían sido meros talismanes, ‘desconectados de las relaciones de poder en las que los gobernantes eran el vínculo con los espíritus’, y por ello ‘proliferaron en suelo americano donde las relaciones de poder eran mediadas por el sistema esclavista, que había destruido las antiguas organizaciones sociales africanas’ ”.
Souza sigue en su argumento, precisando que:
“En estas pequeñas imágenes de Toni Malau ‘son las tradiciones estéticas bantú, con su simplificación formal, las que prevalecen por encima del realismo’ de la imaginería popular portuguesa”.
Observa que a menudo se prescinde del libro o de la imagen del niño Jesús que generalmente acompañan a estas imágenes en Europa, pero lo que sí está siempre presente es la cruz, por la importancia de este símbolo en la tradición pre cristiana congolesa.
También señala que, al igual que en las esculturas religiosas de los bakongo, en estas estatuillas brasileñas se aprecian tres partes bien definidas: cabeza, tronco y base circular o kinfuiti, que en kikongo significaría algo así como ‘tambor o tronco que funciona por o para la muerte’, lo cual denotaría una función de comunicación con el mundo de los muertos; en Cuba es el nombre dado tanto al instrumento de percusión como a su toque y al baile que se realiza acompañado por su música.
El tambor kinfuiti fue un instrumento sagrado, fundamental, dice: “En liturgias especiales y ceremonias evocadoras de los muertos, para sus ‘funerales o para convocarlos en ayuda’, utilizándolo sólo con ocasión de ‘conjuros que saquen al muerto’ de su sueño”.
la guerra de liberación de Haití
Vemos tras esto la gran influencia que tuvo lo que aquellas gentes llevaban consigo, su conocimiento para mucho de lo que tenía que ver con lo físico, y sobre todo, esto otro trascendente y místico, cuyo poso se mantiene tanto entre los habitantes del continente americano, como en el africano. En 1758, Makandala, lideró junto a Mavungu, Makaya y Mananga el incio de la guerra de liberación de Haití.
En 1820, se promulgó la abolición de la esclavitud en casi toda Europa, propiciando el regreso de muchos esclavos a África, con numerosos kongo, donde llegaron en un primer momento a las tierras de Liberia y Sierra Leona. Esto se debió a la compra por parte de EEUU de ese territorio, creando una nueva patria, dado que habían pasado varias generaciones con la consiguiente pérdida de identidad.
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